Autoestima Y Asertividad

En muchas ocasiones tomé decisiones que me hacían sentir molesta o triste, ya que no estaban de acuerdo con mis sentimientos ni con lo que realmente quería. Muchas de estas decisiones eran tomadas para quedar bien con otros, o por temor a perder el cariño o la aprobación de los demás, ahí se incluye a mi pareja, mis padres, mis hermanos, amigos, etc., y no porque era lo que yo deseaba.

Esto de la autoestima es para mí una revelación, ya que a lo largo de mi historia de vida, creí que no era tan importante, sin embargo, está pertenece a mi existencia, a mi manera de ser y al sentido de mi estimación personal. Por lo tanto, afecta mi manera de vivir, de actuar ante el mundo y la manera en que me relacionó con los demás. Absolutamente nada, ni siquiera mi manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa al influjo de la autoestima.

A lo largo de este trimestre y sobre todo de esta materia me he dado cuenta de lo importante que es sentirme de acorde a lo que pienso, porque de esta manera soy congruente conmigo misma. El abrir mi mente a otras posibilidades para enfrentar la vida y a los problemas y sobre todo el descubrir que hay muchísimas modos de afrontar las situaciones que se me van presentando día a día, sin ser necesariamente agresiva o conformista, me alienta a seguir desaprendiendo para darle cabida al nuevo aprendizaje. Es decir hoy por hoy puedo actuar de manera asertiva y así sentirme bien por como me estoy conduciendo ante los nuevos retos que me pene la vida.

El primer material que nos proporciono habla sobre que la “Autoestima es el sistema inmunitario de la consciencia”.

Este material nos brinda la definición preliminar que dice:

“La autoestima es la experiencia fundamental de que podemos llevar una vida significativa y cumplir sus exigencias, es decir es la confianza en nuestra capacidad de pensar, de enfrentarnos a los desafíos básicos de la vida. De igual manera es la confianza en nuestro derecho de triunfar y a ser felices, el sentimiento de ser respetables, de ser dignos y de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y carencias, a alcanzar nuestros principios morales y gozar del fruto de nuestro esfuerzo”.

Al hacer una comparación de como me sentía con la definición que nos brindaba en el material me di cuenta que estaba muy lejos de alcanzar dichos sentimientos y aunque ya estaba haciendo cosas que solamente a mi me gustaban me quedaba mucho camino que recorrer y sobre todo mucho que aprender.

Como lo comente al principio de este relato hacia las cosas para otros y lo peor es que siempre estaba en busca del reconocimiento de los demás aunque no me reconocía yo misma y ese era mi gran error; no se en que momento de mi vida le empecé a dar importancia a ese aspecto y deje la responsabilidad de valorarme a los demás cuando solo a mi me corresponde hacerlo. Si hago un porcentaje sobre como andaba de autoestima me daría un 30 % y eso me indica que mi autoestima estaba baja a pesar de estar haciendo las cosas que me gustan y deseaba para mí, pero era lógico que me sintiera así ya que siempre que se hablaba de ese tema lo evadía y peor aun me molestaba.

Este material también me brindo algunos razonamientos que fueron haciendo que me preguntara que era lo que estaba haciendo realmente para mejorar mi salud emocional, según la lectura para ser feliz necesito creer que lo merezco. Especificare los fragmentos de lecturas que me hicieron reflexionar

“La esencia de la autoestima es confiar en la propia mente y en saber que somos merecedores de la felicidad”.

“Tendemos a sentirnos mas cómodos, mas “como en casa” con personas cuyo nivel de autoestima se parece al nuestro”.

Aunque en mi caso era mucho mejor estar solita en mi casa que tener amigos que me estuvieran asechando.

“El mayor obstáculo en una relación romántica es el miedo a no sentirse merecedor del amor y pensar que estamos destinados a sufrir”.

Mas que tener miedo a no sentirme merecedora del amor de mi esposo me sentía frustrada por el hecho que no teníamos hijos y era lo que más deseábamos, mes tras mes sufría cada vez que mi periodo menstrual llegaba y renegaba de Dios y le preguntaba que porque a nosotros no nos permitía tener lo que tanto anhelábamos, y pues sinceramente pensé que nuestro destino era sufrir y no ser felices.

“Lo que muchos de nosotros necesitamos, aunque pueda sonar paradójico, es el coraje para tolerar la felicidad sin sabotearnos a nosotros mismos”.

Mmm…eso era realmente difícil para mí ya que cada vez que mi hermana me anunciaba que esta embarazada lejos de alegrarme me molestaba, aunque no con ella, lo hacia conmigo misma y me encerraba por días enteros en mi casa, como ve no toleraba la felicidad de mi hermana y no nada mas la de ella sino de todas las personas allegadas a mi que se encontraban en la misma situación de crear vida.

“La autoestima alta o baja tiende a generar las profecías que se cumplen por si mismas”.

El concepto que tenia de mi misma se basaba en que primero tenia que resolver los problemas de los demás y al último los míos, puesto que pensaba que yo no era tan importante como lo era mi familia; aunque a veces si me ponía a pensar que debía ser como un yo-yo, primero yo, luego yo y s al último seguir siendo yo. Pero era algo que solamente pensaba y que no lleve a la práctica. El sentirme inferior a los demás me hizo mucho daño.

“Hemos alcanzado un momento en la historia en el que a autoestima, que ha sido siempre una necesidad psicológica de suprema importancia, se ha convertido también en una necesidad económica de suma importancia”.

Con este párrafo se me vino a la mente una cita que leí de un autor Humanista en una de las revistas en la que me suscribí hace algún tiempo y dice así, “Es imposible la salud psicológica, a no ser que lo esencial de la persona sea fundamentalmente aceptado, amado y respetado por otros y por ella misma” (A. Maslow)

Con estas reflexiones entendí que si ejercito mi capacidad de pensar y soy consciente de las actividades que comprendo es más probable que me conduzca como un ser más reflexivo por lo tanto mi vida será mejor.

Lo importante de la autoestima es que se aprecia mejor cuando cae uno en cuenta de que lo opuesto a ella no es el aprecio de los otros, sino el aprecio propio. Al estar desestimándome, menospreciándome, malqueriéndome, solamente me llevaba a no ser feliz, aunque ya medité que no puedo estar desentendiéndome u olvidarme de sí misma sino debo de valorarme y amarme por lo que soy y como soy.

El segundo material que vimos fue sobre la “Asertividad” y eso vino aterrizar todo lo que hasta ese momento meditaba, aunque había escuchado muchas veces esa palabra nunca la había tomado tanto valor como

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