Autoestima Y Superacion
Enviado por lala920 • 17 de Agosto de 2011 • 7.065 Palabras (29 Páginas) • 859 Visitas
Recomendaciones prácticas para el aprovechamiento de materiales y recursos El uso adecuado de los recursos y materiales didácticos mejora los proce- dimientos empleados en la enseñanza; motiva al aprendizaje, propiciando el interés en la profundización de los contenidos; estimula el desarrollo de actitudes positivas en los alumnos, favoreciendo su socialización, y refuerza el trabajo individual y cooperativo. Por estas razones, es impor- tante considerar las sugerencias que se mencionan a continuación para lograr un buen aprovechamiento de estos recursos.
• Realizar un diagnóstico de los materiales y recursos con los que cuenta la escuela: biblioteca escolar: libros, enciclopedias, atlas, etcé- tera; aula de medios: pizarrón electrónico, videocasetera, televisión, radio, grabadora, proyector, videos, computadoras, impresoras y otros recursos tecnológicos; materiales y juegos didácticos: recursos de educación física (pelotas, colchones, canchas de fútbol, etcétera), y de educación artística (instrumentos musicales, materiales plásticos como pinturas, acuarelas, etcétera).
•Crear una comisión de maestros y familia encargada de buscar y adaptar recursos y materiales didácticos a las necesidades de todos los alumnos, incluyendo los que presentan necesidades educativas especiales.
Ofrecer a los alumnos una amplia gama de materiales, de acuerdo con los contenidos de aprendizaje, intereses, gustos, estilos de apren- dizaje y necesidades del grupo. •Ordenar los materiales del aula de acuerdo con los temas y su complejidad (libros, ejercicios, juegos y otros), de tal forma que sean accesibles a los alumnos; por ejemplo, se pueden ubicar en un espacio en el salón donde sean accesibles a todos los alumnos y los puedan utilizar.
• Establecer reglas junto con los alumnos para el cuidado y uso de los materiales, tanto del aula como de la escuela. • Promover su utilización y supervisar el buen uso de los materiales. El maestro de grupo, así como los de educación física y artes plásticas, son los encargados de realizar esta tarea. Algunas escuelas cuentan con personal que apoya el aula de medios o de computación; en ese caso, son ellos los encargados de supervisar el buen uso de los recursos y materiales de sus aulas.
Autoestima y Autosuperación: Técnicas para su mejora
Las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, aquellas cualidades, capacidades, modos de sentir o de pensar que nos atribuimos, conforman nuestra “imagen personal” o “autoimagen”. La “autoestima” es la valoración que hacemos de nosotros mismos sobre la base de las sensaciones y experiencias que hemos ido incorporando a lo largo de la vida. Nos sentimos listos o tontos, capaces o incapaces, nos gustamos o no. Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella dependen en gran parte la realización de nuestro potencial personal y nuestros logros en la vida. De este modo, las personas que se sienten bien consigo mismas, que tienen una buena autoestima, son capaces de enfrentarse y resolver los retos y las responsabilidades que la vida plantea. Por el contrario, los que tienen una autoestima baja suelen autolimitarse y fracasar.
Las personas somos complejas y muy difíciles de definir en pocas palabras. Como existen tantos matices a tener en cuenta es importante no hacer generalizaciones a partir de uno o dos aspectos. Ejemplos:
• Podemos ser muy habladores con los amigos/as y ser callados/as en casa.
• Ser un mal jugador de fútbol no indica que seamos un desastre en todos los deportes.
• Que no nos salga bien un examen no significa que no sirvamos para los estudios.
2. ¿CÓMO SE FORMA LA AUTOESTIMA?
• El concepto de uno mismo va desarrollándose poco a poco a lo largo de la vida, cada etapa aporta en mayor o menor grado, experiencias y sentimientos, que darán como resultado una sensación general de valía e incapacidad. En la infancia descubrimos que somos niños o niñas, que tenemos manos, piernas, cabeza y otras partes de nuestro cuerpo. También descubrimos que somos seres distintos de los demás y que hay personas que nos aceptan y personas que nos rechazan. A partir de esas experiencias tem¬pranas de aceptación y rechazo de los demás es cuando comen¬zamos a generar una idea sobre lo que valemos y por lo que va¬lemos o dejamos de valer. El niño gordito desde pequeño puede ser de mayor un adulto feliz o un adulto infeliz, la dicha final tie¬ne mucho que ver con la actitud que demostraron los demás ha¬cia su exceso de peso desde la infancia.
• Durante la adolescencia, una de las fases más críticas en el desarrollo de la autoestima, el joven necesita forjarse una identidad firme y conocer a fondo sus posibilidades como individuo; también precisa apoyo social por parte de otros cuyos valores coincidan con los propios, así como hacerse valioso para avanzar con confianza hacia el futuro. Es la época en la que el muchacho pasa de la dependencia de las personas a las que ama (la familia) a la independencia, a confiar en sus propios recursos. Si durante la infancia ha desarrollado una fuerte autoestima, le será relativamente fácil superar la crisis y alcanzar la madurez. Si se siente poco valioso corre el peligro de buscar la seguridad que le falta por caminos aparentemente fáciles y gratificantes, pero a la larga destructivos como la drogadicción.
• La baja autoestima está relacionada con una distorsión del pensamiento (forma inadecuada de pensar). Las personas con baja autoestima tienen una visión muy distorsionada de lo que sen realmente; al mismo tiempo, estas personas mantienen unas exigencias extraordinariamente perfeccionistas sobre lo que deberían ser o lograr. La persona con baja autoestima mantiene un diálogo consigo misma que incluye pensamientos como:
o Sobregeneralización: A partir de un hecho aislado se crea una regla universal, general, para cualquier situación y momento: He fracasado una vez (en algo concreto); !Siempre fracasaré! (se interioriza como que fracasaré en todo).
o Designación global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo, en vez de describir el error concretando el momento temporal en que sucedió: !Que torpe (soy)!.
o Pensamiento polarizado: Pensamiento de todo o nada. Se llevan las cosas a sus extremos. Se tienen categorías absolutas. Es blanco o negro. Estás conmigo o contra mí. Lo hago bien o mal. No se aceptan ni se saben dar valoraciones relativas. O es perfecto o no vale.
o Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa, !Tendría que haberme dado cuenta!.
o Personalización: Suponemos que todo tiene que ver con nosotros y nos comparamos negativamente con todos los demás. !Tiene mala cara, qué le habré hecho!.
o Lectura
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