CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE LA ADOLESCENCIA Y REFLEXIONES SOBRE LA MADUREZ Y LA SENECTUD
Enviado por anabolea • 10 de Enero de 2014 • 3.744 Palabras (15 Páginas) • 472 Visitas
En este trabajo, voy a introducir, analizar y explicar dos cuestiones fundamentales: en primer lugar, abordaré las cuestiones fundamentales que preocupan en la adolescencia, haciendo hincapié en aquellos que más nos interesan de los adolescentes (los cambios físicos de la pubertad, un nuevo enfoque sobre el sexo, relaciones con la familia, amigos y compañeros...) pero a su vez, nombraré, de modo similar, algunas características positivas que van adquiriendo en sus años de adolescencia como su integración en el mundo social y laboral y la importancia de la adquisición de conocimiento a un nivel más formal y abstracto. Finalmente, en esta primera parte, se incluirán aquellas notas más distintivas relacionadas con las etapas de madurez y senectud de manera breve. En segundo lugar, se trabajará la segunda parte del trabajo consistente en la orientación vocacional y profesional. En ella, se presenta lo que es la orientación y la tutoría, junto con aquellos aspectos que se consideran más importantes para orientar de manera vocacional a los alumnos, con las diferentes alternativas que se les plantean cuando están a punto de finalizar sus diversos tipos de estudios. Finalmente, responderé a las cuestiones planteadas al principio del curso.
Antes de centrarnos en las características psicológicas de la etapa evolutiva de los adolescentes, me gustaría recalcar qué significado tiene este periodo transitorio entre infancia y edad adulta. La adolescencia es un término relativamente nuevo dentro de nuestra cultura; hasta el siglo XVIII, este periodo se asimilaba al de la infancia, siendo este un periodo evolutivo único y prolongado; algunos historiadores piensan que la adolescencia se empezó a considerar como tal durante las dos primeras décadas del siglo XX.
En lo concerniente a la definición de esta etapa de adolescencia hay muchas y variadas definiciones, pero en líneas generales se puede decir que la adolescencia es un periodo de transición entre la infancia y la edad adulta; algunos autores consideran la adolescencia como una etapa que se caracteriza por bruscas transformaciones biológicas, sociales y psicológicas que pueden llegar a generar crisis, conflictos y contradicciones, un periodo de incertidumbre e incluso de desesperación; mientras que para otros autores menos pesimistas, es una etapa en la que se empieza a tomar decisiones propias, caracterizada también por la aparición de amistades internas, de aflojamiento de ligaduras con los padres, y de sueños acerca del futuro.
Este crecimiento a nivel psicológico y social, presenta múltiples cambios. Uno de los más importantes es el desarrollo físico y sexual. Los cambios físicos que preceden a la pubertad y redefinen la imagen corporal, tales como las modificaciones de los órganos sexuales externos, el ensanchamiento de hombros en los chicos, y de las caderas en las chicas, el crecimiento del vello o los senos, el tono cambiante de la voz, el acné, la menstruación en las chicas, las poluciones nocturnas en varones… intrigan al niño. De repente, el adolescente debe enfrentarse a su propio cuerpo, que ha sufrido un cambio casi vertiginoso, revelándose como algo extraño; por otro lado, estos cambios físicos suelen venir acompañados de nuevas tendencias instintivas pero todavía sin capacidad para asimilar su razonamiento y poderlo afrontar con madurez; esto, en algunos casos puede inducirle a la manipulación de sus genitales. Surge en ese momento un conflicto entre las normas sociales de carácter restrictivo y sus impulsos, conflicto que es motivo de constante ansiedad y remordimiento en el tema del sexo.
Otra de las afirmaciones en las que coinciden los expertos es en la necesidad de relacionar esta etapa con una serie de crisis de identidad. El adolescente se encuentra entre un mundo que se extingue (el de la infancia) y otro que se aproxima (el de adulto). Podríamos afirmar que el adolescente no sabe ni quién es, ni dónde está. Se siente distinto, tanto del que era como de los que le rodean, y esto le produce una gran inestabilidad emocional, conflictos personales, incertidumbre y desconcierto. El adolescente pretende ser independiente separándose de los padres y creando un vínculo de identificación con sus iguales lo que le lleva a actuar con rebeldía para satisfacer su deseo de autoafirmación. Por ello, lo que busca es la formación de su propia personalidad, identidad personal y autoconcepto; el adolescente pretende tanto juzgarse a sí mismo como saber cómo es percibido por otros y compararse. Por tanto, el adolescente quiere pertenecer a su grupo dejándose influenciar por modas, medios de comunicación, por sus propios amigos y compañeros o por la sociedad, en general. Lo que pretende es ajustarse a los cánones de belleza trazados e idealizados en algunos casos, que pueden derivar al surgimiento de problemas, dificultades de relación, complejos o enfermedades tan graves como la anorexia, bulimia…
A lo largo de esta etapa otra característica común es el repliegue sobre sí mismo. Este hecho se convierte a veces en una lucha contra la angustia del adolescente que no acaba de encontrarse a sí mismo, de hallar su sitio, que tiene serias dificultades para delimitar su propio cuerpo y su yo. Pero a esto hay que añadir que, los chicos a esta edad, se juzgan ellos mismos como "bastante mayores" para elegir lo que ellos consideran que es bueno. Les cuesta someterse a las reglas, las obligaciones, las exigencias de la vida en sociedad. Son intolerantes ante cualquier tipo de disciplina y rechazan toda imposición de autoridad. Esta es la etapa de rebelión contra los padres; no soportan que se les controle y se les guíe, desprecian todo lo que les parece infantil en su anhelo de parecer mayores. Desde el punto de vista de los padres, “la denominada edad del pavo” tiene diversos significados ya que les hace plantearse diversas dificultades como el hecho de quién tiene la autoridad o la renegociación de las relaciones para conseguir unas relaciones simétricas, en las que la comunicación sea el núcleo de cualquier problema y así poder los deseos de todos ellos. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que la actitud resultante de un hijo/a con su madre es más compleja, íntima e igualitaria que con el padre.
Sobre este punto, también habría que hacer hincapié a los cambios experimentados en la conducta social del adolescente ya que tienden a utilizar una conducta gregaria adoptando señales y normas, algunas veces, denominado jerga, con el fin de satisfacer sus necesidades de pertenencia y afiliación al grupo. Se traslada la dependencia de la familia, a la dependencia al grupo o pandilla. El grupo social será el apoyo y el medio adecuado para poder hacerlo. En él, expresa su urgencia de comunicación, de intimidad, evita que le traten como un niño y elude la fiscalización del
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