CASO ISABEL DE R

Datos de la paciente

 Señorita Elisabeth Von R.  24 años.-

Contexto: Otoño 1892.-

Su historia familiar estuvo signada por una serie de hechos desdichados.

Primero había muerto el padre de la paciente; luego su madre debió someterse a una seria operaciones de los ojos, y poco después una hermana casada sucumbió, tras un parto, a una vieja dolencia cardiaca. Esta paciente había tenido una gran participación en todos estos cuidados de enfermos.

Según Freud, .- parecía inteligente y psíquicamente normal, y sobrellevaba su enfermedad, que la apartaba de los vínculos sociales y de los placeres de su edad con extraordinaria conformidad lo que hacía pensar en  la «belle indifférence» de los histéricos El foco de los dolores lo indicaba en la cara anterior del muslo derecho. La dolencia se había desarrollado poco a poco desde hacía dos años, y era de intensidad variable.-

Motivo de consulta

Síntomas: dolores en las piernas, caminaba mal. (abasia)

A Freud no le es sencillo encontrar un diagnostico aunque coincide con el colega que le derivó el caso, en que se trata de una histeria. Freud encuentra que Elisabeth tenía resistencia tanto a la hipnosis como a la sugestión. La paciente no era precisa al describir su dolor, “cuando en la señorita Von R. se pellizcaba u oprimía la piel y la musculatura hiperálgicas (zona de mayor dolor) de la pierna, su rostro cobraba una peculiar expresión, más de placer que de dolor; lanzaba unos chillidos esa dolencia era una histeria y la estimulación afectaba una zona histerógena.- El gesto no concordaba con el dolor sino más bien con el pensamiento escondido tras ese dolor.  La indicación que se le dio fue que debía obligarse a caminar.

Mientras cuidó de su padre enfermo durante un año y medio se mostraba alegre. Transcurrido dos años de su muerte, no pudo caminar.

Al principio, Freud, no se podía explicar por qué la paciente debió contraer una histeria con forma de abasia dolorosa; pero sí aseguró que la enferma era histérica por su constitución misma, capaz de desarrollar síntomas histéricos bajo la presión de una excitación intensa.

Breve reseña familiar.

Elisabeth era la menor de tres hijas mujeres. La madre había sido operada en varias oportunidades por una afección ocular y diversos estados nerviosos. Ella era apegada a su padre, quien decía que Elisabeth reemplazaba al hijo varón, que no tuvo, y que era como un amigo con quien él podía intercambiar ideas.  Por otro lado el padre la llamaba “impertinente” y  “respondona”, por su parte ella estaba descontenta con su condición de mujer, quería estudiar o tener una formación musical, se negaba a tener que sacrifica en un matrimonio su libertad. El padre padecía de dificultades cardíacas y nunca lo había dicho este es el primer secreto familiar que signa la vida de Elizabeth. Cuando éste sufre un ataque por un edema pulmonar, Elisabeth, lo cuida durante un año y medio. Duerme en la habitación de su padre, y lo asiste durante el día.  Freud deduce que el comienzo de su afección se entramó con este período de cuidado del enfermo, pues ella pudo recordar que durante los últimos seis meses de

ese cuidado debió guardar cama por un día y medio a causa de aquellos dolores en la pierna derecha. Luego de la muerte del padre,  siente como un vacío familiar. La hermana mayor se casa. Elizabeth se pelea con su primer cuñado porque éste no estaba de acuerdo con todas las consideraciones que se le dispensaban a su madre y no podía perdonar a su hermana la indiferencia con que lleva esta situación. Muere una hermana luego del parto. El marido de esta hermana muerta se lleva al niño y se va de la casa. Se produce una pelea entre los dos cuñados. Elizabeth intentaba mantener a su familia unida, como antes pero no lo consigue.

Relato de los primeros encuentros:

La terapia partió de la premisa de que se trataba de una enfermedad mixta.

Se le recomienda que continuaran los masajes y faradización sistemáticos de los músculos.-

Los dolores tenían que ver con la imposibilidad de estar de pie y de andar, astasia-abasia. Freud después de un largo tiempo descubre que existe  un vínculo entre la historia de padecimientos y el síntoma patológico. Con la muerte del padre aparece el duelo. La tramitación la realiza con posterioridad al cuidado del padre.

Este es el primer caso de histeria completo que emprende Freud. A partir del cual arribó a un procedimiento que luego elevó a la condición de método el que consistía en la remoción del material patógeno estrato por estrato, lo comparaba  con la técnica de exhumación de una ciudad enterrada. Primero se hacía contar lo que a la enferma le era consabido, poniendo cuidado en notar dónde un nexo permanecía enigmático, dónde parecía faltar un eslabón en la cadena de las causaciones, e iba penetrando en estratos cada vez más profundos del recuerdo a medida que en esos lugares aplicaba la exploración hipnótica o una técnica parecida a ella.). Freud consideraba que avanzar en este sentido de profundidad, permitía entender tanto la causación como el determinismo del síntoma histérico. Freud intenta hipnotizar a Elisabeth y no lo logra, entonces recurre al artificio de  ejercer presión en su cabeza y exhortar a la paciente a comunicarle puntualmente todo cuanto en el momento de la presión emergiera ante su visión interior o pasara por su recuerdo. Durante un largo tiempo la paciente calló hasta que expresó haber pensado en cierto atardecer en que un joven la acompañó a casa después de una reunión social, los coloquios que hubo entre ella y él, y las sensaciones con que luego regresó a casa a cuidar a su padre. Esta situación era un secreto, puesto que sólo una amiga y ahora Freud, conocían el mismo. Ese día que acudió a dicha reunión social cuando volvió a su casa encontró a su padre empeorado. A partir de allí no vio más al joven. Es en esta situación donde Freud encuentra la causación  de los primeros dolores histéricos. Por el contraste entre la beatitud que se

...