CONDUCTISMO

CONDUCTISMO

El énfasis en lo significativo es cada vez más una cuestión de importancia en las actividades de la vida en las que hasta hace poco bastaba un enfoque rutinario. Despues se popularizó la idea de la co-creación como una relación activa entre espectadores y creadores de contenido frente a la unilateralidad dominante en otros medios de comunicación. Mucho antes que eso, sin embargo, en el ámbito laboral era apremiante la búsqueda de estrategias para mantener un ambiente creativo y motivado entre el personal empleado.

Los axiomas de la economía clásica y del conductismo han establecido como supuesto no sólo la idea de que el individuo elige racionalmente en pos de su beneficio, sino que los factores que lo llevan a la acción están ubicados en el mundo exterior casi de modo exclusivo. Indudablemente: desde una perspectiva evolutiva, estos postulados conservan validez: las personas actuarán en la medida necesaria para asegurar su supervivencia en función de las opciones más beneficiosas que estén a su disposición, y según los retos o los peligros a los que las someta su entorno.

No obstante, este enfoque no resulta satisfactorio para el ámbito laboral, especialmente para casos en los que es menester una visión creativa. La solución clásica o tradicional al problema de la motivación radica siempre en un incentivo basado en status (ascensos, en particular) o recompensas monetarias. El problema es que la experiencia ha demostrado que los incentivos materiales resultan ser efectivos sólo para objetivos mecánicos y relativamente simples. Para situaciones que exijan soluciones no triviales o repetitivas, la propuesta clásica tiende a fracasar. El principio de necesidad es a la vez un principio de mediocridad. Este principio se orienta a resolver problemas a través del mínimo posible, lo cual entra en conflicto con las exigencias crecientes del mundo laboral, en las que la innovación es una expectativa elemental.

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