Capacitación, Competencias Laborales E Inteligencia Emocional

CAPACITACIÓN, COMPETENCIAS E INTELIGENCIA EMOCIONAL

Las organizaciones de clase mundial se están enfocando a nuevas estrategias organizacionales, como:

• Formación de equipos de alto desempeño

• Calidad total,

• Servicio al cliente,

• Exceder sus expectativas ofreciéndoles

• Valor agregado en sus servicios y/o productos

• Y la gestión del personal orientada a competencias laborales.

Las competencias laborales definen en los puestos los conocimientos, habilidades y actitudes requeridas para tener un buen desempeño. Estas definiciones están ligadas a los resultados medibles y observables, son objetivas y tangibles.

Difícilmente podremos contratar a una persona que tenga todas las competencias para el desempeño de un puesto, hay un diferencial entre lo real y lo requerido (definido por sus siglas en inglés “gap”).La definición oportuna del perfil de la persona, permitirá diseñar un plan personal de desarrollo y capacitación de aquellas competencias que le permitirán potencializar sus capacidades y paralelamente contribuir al logro de los objetivos organizacionales.

¿Y si el personal que hemos contratado no cubre en su totalidad aquellas competencias que se demandan, no serían éstas objetivo primordial de los planes y programas de capacitación de la empresa? Este enfoque a competencias garantiza que las inversiones realizadas en programas de desarrollo puedan tener mucho mejores resultados que la capacitación tradicional pues, el retorno de la inversión puede mostrarse a través de evidencias, dentro del taller o curso y en la transferencia del aprendizaje dentro de los puestos de trabajo.

Para ello, hay que estructurar diseños que contemplen esta perspectiva, con objetivos procedimentales y actitudinales, que ligan los conocimientos a destrezas requeridas y se incorpora la actitud con la que han de realizarse. Que los cursos se convirtieran en talleres y dejen de estar basados en técnicas expositivas para tornarse participativos y vivenciales, que la evaluación sea el inicio con el que se diseñan los cursos. Que las técnicas sean constructivistas de nuevas capacidades.

Que los contenidos y ejercicios desarrollen habilidades personales, donde además el aprendizaje sea significativo y por añadidura pueda ser divertido.Y que el conjunto de estos talleres contribuyan a desarrollar actitudes positivas y maduras laboralmente hablando.

Si se solicita capacitación: Un plan basado en competencias hay que diseñar.

Si se necesita desarrollar personal: Las técnicas de capacitación tienen que cambiar.

Si se requiere de que la gente realmente aprenda: De una manera diferente hay que enseñar.

Si quiere que su presupuesto rinda frutos: Hay que evaluar los resultados

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