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COMENTARIOS SOBRE A LECTURA DE TEORÍA DE LA CRISIS

Existen varias definiciones para una crisis, una de ellas es la siguiente: “Es una desorganización emocional que impide a la persona manejar situaciones particulares por los métodos que normalmente aplica en situaciones cotidianas; el individuo se ve rebasado en sus capacidades cognitivas no siendo capaz de encontrar una solución al problema que lo aqueja”. Si bien es cierto, cada individuo posee una capacidad diferente para enfrentar una crisis, todos en cierta etapa de nuestras vidas hemos estado expuestos a sus elementos y condiciones desencadenantes. Para dar una interpretación a las causas y comportamiento de la crisis se han establecido algunas hipótesis que tratan de explicar sus orígenes y su naturaleza.

Entre algunos de los factores desencadenantes de una crisis que consideran investigadores como Caplan, Levy, Klein, Rapport, Baker, Toffler y otros consideran en su conjunto se mencionan los siguientes: el embarazo y el nacimiento de un bebé, la transición de casa a la escuela, el matrimonio, la jubilación, los desastres naturales, los cambios sociales y tecnológicos repentinos. Podemos añadir a lo anterior, otros problemas como son: la violencia familiar en el hogar y la muerte de algún familiar muy cercano, mayormente si se depende de él moral y económicamente. En todos los casos, la teoría de la crisis se liga a un periodo de cambio durante el desarrollo de la vida del individuo. Al igual que todas las emociones, la medición cuantitativa de las variables que afectan a una crisis no es un objeto fácilmente medible, como se haría con la medición del peso con una balanza o de la temperatura con un termómetro. Holmes y Rahhe proponen una cuantificación medible del grado de la crisis utilizando para ello una medida de unidades de cambio asignándoles un valor medio a cada uno de los sucesos de la vida por ellos propuestos. Por ejemplo, un suceso de la vida como es, la muerte de un cónyuge se le asigna el grado 1, número de mayor valor en la escala, estableciendo para ello un valor medio de 100 puntos. En lo personal considero que ésta escala es aparte de subjetiva es imprecisa siendo el producto de encuestas realizadas en los Estados Unidos que no se ajustan al comportamiento de la población en general y mucho menos a la de nuestro país. Además, considero que los sucesos de la vida afectan de manera muy particular a cada individuo, resultando por lo tanto aventurado generalizar el valor del efecto con que cada suceso de la vida afecta a una persona en particular, pero por otra parte considero que es una buena idea el uso de asignaciones numéricas a cada una de las variables de una crisis, con el fin de poder ponderar cada uno de los variables que afectan un estado de crisis y de ésta forma poder realizar investigaciones aplicando las herramientas de la estadística.

Considero que las crisis denominadas “circunstanciales” afectan a países como el nuestro donde se presentan altos grados de delincuencia en las calles y por lo tanto todos los ciudadanos podemos en dado momento vernos afectados en nuestra integridad física que pudiera ser un factor determinante en el inicio de una crisis. Por otra parte, considero que las denominadas crisis de “desarrollo”, son de orden más universal, al presentarse en situaciones y características muy semejantes en todas las comunidades durante las etapas de desarrollo de las personas, más aún que estamos en un mundo globalizado.

Una clave para enfrentar el inicio y desarrollo de una crisis, está en el seno familiar; en como los hijos ven como los padres resuelven situaciones familiares que sirven de modelo para su aprendizaje y puedan ellos utilizar éstas herramientas para enfrentar y resolver problemas semejantes cuando se les presenten. Lo anterior lo menciona Taplin, 1971, en su perspectiva cognoscitiva de la crisis. Otro factor que considero importante para el enfrentamiento del inicio de la crisis es la autoimagen y el auto concepto que el individuo se haya formado durante su niñez y adolescencia.

Me pregunto: ¿Qué sucede en la mente y en el cuerpo de un individuo durante el desarrollo de una crisis?

Investigadores como Miller e Iscoe lo describen como la presencia en la persona de sentimientos de tensión, de ineficacia y de desamparo. Crow por otra parte los complementa y menciona que los estados emocionales que se experimentan durante la crisis son: ansiedad, cólera y depresión. Halpern avanza un paso más, y lo concluye mediante una comparación de las conductas con personas que no padecen crisis y las que si la padecen, resumiendo, los síntomas de las personas que presentan estado de crisis son los siguientes: cansancio y agotamiento, desamparo, inadecuación, confusión, ansiedad, disfunción en sus relaciones laborales, familiares y sociales.

En vista de los resultados antes mencionados se genera un desorden mental en la persona afectada, generándole debilidad y vulnerabilidad. Una vez ya desorganizado el pensamiento, el sujeto puede llegar a ser sugestionable de forma negativa, pudiendo tener repercusiones en su sistema inmunológico, fenómeno también conocido como de “reducción de las defensas” (Halpern, 1973). Bajo éstas condiciones la persona queda expuesta a todo tipo de influencias negativas que incrementan su estado de crisis.

¿Pero, qué sucede cuando ya no encuentra el paciente una solución al enfrentamiento de la crisis?, Caplan propone utilizar la conducta del “enfrentamiento afectivo” y la resume en lo siguiente: primero, la persona debe de pedir ayuda a otros, no encerrarse en sus propios pensamientos y formar con ello un círculo vicioso del cual no pueda salir. Es importante entender la necesidad de escuchar el consejo de un amigo, de un maestro o de un familiar que vea el problema desde otra perspectiva diferente a como la persona afectada lo ve. Es también importante estar consciente de las tensiones y la fatiga que el problema conlleva, resultado del producto de la desorganización mental; hacer el esfuerzo por salir adelante y romper las cadenas que lo mantienen atado a la crisis. Es también importante el control de los sentimientos, ser flexible y

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