Creencias

ENSAYO FINAL

DISCURSOS DE LA TRANSGRESIÓN

Yamile Ríos López

El presente escrito expone y retoma a modo de conclusión personal, las concepciones generadas a lo largo del contenido del curso: “Discursos de la Transgresión” y cómo las temáticas abordadas acerca de la transgresión generan diversas apreciaciones y reflexiones acerca de la comprensión sobre el “sentido y sin sentido” de la vida.

“CREENCIAS”

La construcción de las creencias colectivas, los sistemas religiosos y aún científicos, se puede decir que se originan ante la necesidad de crear defensas y sobrellevar el entendimiento del “sin sentido de la vida”. Unos quizá creados para otorgar causalidad y propósito a la existencia humana (trascendencia) y otros por el contrario para develar la realidad de la inmanencia de las cosas y los seres vivos.

Una creencia por tanto, puede definirse como: Firme asentimiento y conformidad con algo. Completo crédito que se presta a un hecho o noticia como seguros o ciertos. Religión o doctrina. (RAE). En este sentido entonces, se puede hablar de las creencias como convenciones personales y sociales establecidas cultural y políticamente; que generan convicción y seguridad aunque también relatividad.

Así, la transgresión entonces puede apreciarse desde la perspectiva de la interrupción o fortalecimiento de una determinada creencia; puesto que dichas creencias han enmarcado un límite que puede respetarse o vulnerarse, con el fin de crear nuevos paradigmas o destruir aquellos especialmente arraigados a lo largo del pensamiento subjetivo del hombre.

Para enfocar entonces el tema a tratar en el presente escrito, se hablará principalmente de la construcción de creencias que se realiza para interpretar y asimilar el “sentido de la vida” para algunos y el “sin sentido de la vida” para otros. Dividas ambas posturas principalmente por el idealismo y el escepticismo, y el significado que se le puede dar a ambas perspectivas. No será pues este un escrito exhaustivamente filosófico o detallado acerca de este tema, sino más bien la percepción personal y general de tales ideas.

Al respecto del cuestionamiento del hombre por entender el sentido de su vida, surgen preguntas como ¿Por qué existimos? O ¿Cuál es el significado de todo lo que vemos y hacemos? Y al intentar construir un cimiento para la comprensión de estos interrogantes, se han creado un sinnúmero de respuestas y conjeturas para generar un alivio o tranquilidad ante tales cuestionamientos, que pueden conllevar incluso al deseo por no existir.

Para tales dudas entonces, el hombre ha elaborado diversos sistemas de creencias para encarar tal realidad y poder sobrellevar el conocimiento producido por nuestra autoconciencia de la vida y de la muerte; del aparecer en este mundo y luego desaparecer inevitablemente. De este modo, ha creado supersticiones, religiones y sistemas políticos que generen seguridad ante la incertidumbre de la incomprensión de la existencia.

Por esto, algunos han pensado que se existe para hacer cumplir y explotar las potencialidades, para que la raza humana perdure biológicamente, para hacer “lo bueno”, para alcanzar a Dios, para tener poder o para ser libres, etc. Y así produce un gran número de posibilidades que le permiten alcanzar la aceptación o el rechazo a la vida. Quizá sea por miedo a la finitud de la existencia o el misticismo que introduce una acomodación del pensamiento sin mayores esfuerzos por razonar.

Por otra parte, nace en contraposición a estas explicaciones teleológicas de manera contraria, el nihilismo (que sugiere la negación de los supuestos sentidos de la vida), como transgresión al pensamiento sobre el sentido de la existencia humana; proponiendo como principal postulado el escepticismo

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