Criminologia
Enviado por sOdiO • 4 de Marzo de 2013 • 1.416 Palabras (6 Páginas) • 327 Visitas
¿Qué es un lugar? ¿Qué es lo que da identidad y aura a un lugar? Estas preguntas se
les ocurrieron a los físicos Niels Bohr y Werner Heisenberg cuando visitaron el castillo
de Kronberg en Dinamarca. Bohr dijo a Heisenberg:
“¿No es ciertamente como este castillo cambia tan rápido cuando la gente imagina que
Hamlet vivió aquí? Como científicos creemos que un castillo consiste solo de piedras y
admiramos la forma como el arquitecto las ordenó. Las piedras y el techo verde como a
la patina (barniz), los detalles de madera de la iglesia constituyen un castillo entero.
Nada de esto debería cambiar por el hecho de que Hamlet vivió aquí, pero todo esto
cambia completamente. A veces las murallas y los baluartes hablan un lenguaje muy
distinto. El propio patio se transforma en un mundo un tanto oscuro que nos recuerda la
oscuridad del alma humana, escuchamos a Hamlet: “ser o no ser”. A la vez todo lo que
realmente sabemos de Hamlet es que su nombre aparece en una crónica del siglo XIII.
Nadie podrá probar que él realmente existió y menos aún que aquí vivió. Pero todo el
mundo conoce las preguntas que Shakespeare se hizo, fue su destino traer a la luz la
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profundidad humana; también debió encontrar para él un lugar aquí en la tierra, aquí en
Kronberg. Una vez que supimos esto, Kronberg se torna, para nosotros un castillo bien
diferente.
Estudios etológicos recientes muestran que los animales no humanos también tienen
sentido de territorio y lugar. Los espacios son delimitados y defendidos por ellos contra
los invasores, los lugares tienen centros a los cuales se les atribuyen un valor donde
son satisfechas las necesidades biológicas de comida, agua, descanso y procreación.
Los hombres comparten con otros animales ciertos patrones de comportamiento, pero
como indican las reflexiones de Tillich y Bohr, las personas también responden al
espacio y al lugar de maneras complicadas que no se conocen en el reino animal.
¿Cómo es posible que tanto el mar Báltico y Berlín evoquen una sensación de basto
infinito?, ¿Cómo es posible que una simple leyenda asombre el castillo de Kronberg y
transmita una sensación que logra entrar en las mentes de dos científicos famosos? Si
hay seriedad en nuestra preocupación por la naturaleza y la calidad del medio ambiente
humano nos plantearemos estas preguntas como básicas. Pero pocas veces ellas han
sido hechas. Al contrario, estudiamos animales como por ejemplo: ratones y lobos, y
decimos que el comportamiento humano y sus valores son bien parecidos al de estos
animales. Medimos y cartografiamos el espacio y el lugar, adquirimos leyes espaciales
e inventarios de recursos por medio de nuestros esfuerzos. Estas son áreas
importantes, por eso necesitan ser complementadas por datos experienciales que
podamos recolectar e interpretar con legitimidad, porque nosotros mismos somos seres
humanos. Tenemos el privilegio de entrar a estados espirituales, a pensamientos y
sentimientos. Tenemos la visión del interior de los actos humanos y eso es algo que no
podemos hacer respecto a los otros tipos de actos.
Las personas a veces se comportan como animales acorralados y desconfiados. Otras
veces también pueden actuar como científicos fríos y desconfiados, dedicados a la
tarea de formular leyes y cartografiar recursos. Ninguna de las dos actitudes dura
mucho. Las personas son seres complejos. Las dotes humanas incluyen órganos
sensoriales semejantes al de los otros primates, pero son coronados por una capacidad
excepcionalmente refinada para la creación de símbolos. Saber que el ser humano se
encuentra a la vez en el plano animal, en el de la fantasía y en el del cálculo es una
experiencia que nos hace entender el mundo y es el tema central de este libro.
Considerando los dones humanos ¿de qué manera las personas le entregan significado
y organizan el espacio y el lugar? Cuando se plantea esta pregunta el cuentista social
es obligado a ver la cultura como un hecho explicativo. La cultura se desenvuelve
únicamente por los seres humanos, ella influye intensamente el comportamiento y los
valores humanos. La sensación de espacio y lugar de los esquimales es bien diferente
a la de los americanos. Esta perspectiva es válida, pero no toma en cuenta el problema
de los hechos comunes que trascienden a las particularidades culturales que por tanto
reflejan la condición humana. En la observación de los universos, el científico que
estudia el comportamiento probablemente se enfoca para estudiar el comportamiento
análogo al de los primates. En este trabajo, reconocemos nuestra herencia animal así
como la importancia desempeñada por la cultura. La cultura inevitablemente será
explorada en todos los capítulos del libro. Pero el propósito de este ensayo no es
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escribir
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