Cuadro comprativo tecnicas proyectivas
Enviado por paobocaz • 31 de Agosto de 2021 • Síntesis • 12.411 Palabras (50 Páginas) • 162 Visitas
TÉCNICAS | INDICADORES | ¿QUÉ EVALÚA? |
Sociogramas | Estrella, cadenas, aislados, rechazados, triángulos. | Dinámica social. Posición grupal. Líderes. Marginados. Relaciones Interpersonales. |
Rorschach | Localizaciones, determinantes, contenidos, frecuencia, fenómenos especiales. | Conducta del sujeto frente a lo nuevo. Capacidad de adaptación frente a la autoridad. Procesamiento. Cognición. Inteligencia. Juicio de realidad. Creatividad. Capacidad de abstracción. Resistencia frente a la angustia. Nivel de aspiración. Stress situacional. Afectividad. Empatía. Relaciones Interpersonales. Sexualidad. Contacto emocional. Introspección. Proyección del futuro. |
Bender: Test GuestálticoVisomotor |
Puntuación de 30 ítems en las tarjetas según presencia o ausencia de los siguientes indicadores: Distorsión de la forma- Rotación- Sustitución de puntos por círculos o rayas- Integración- Perseveración- Sustitución de curvas por ángulos- Adición u omisión de ángulos.
-Indicadores de lesión cerebral y disfunción: Adición u omisión de ángulos. Sustitución de curvas por ángulos. Sustitución de curvas por líneas rectas. Desproporción de las partes. Sustitución de 5 puntos por círculos. Rotación. Desintegración de partes. Pérdida de Gestalt. Perseveración. Serie de puntos sustituida por línea. Omisión o adición de hilera de círculos. Clasificación en indicadores: -significativos: distorsión en Fig. A, rotación Fig. 5, etc. -altamente significativos: perseveración fig. 2 y 8 desde los 8 años. Rotación fig. 8, etc. -comunes: tanto en niños con lesión y sin ella. (Tabla 19).
| Test fundamental para la evaluación psicodiagnóstica. Es guestáltico porque estudia la personalidad a través de la expresión gráfica.| -Mide nivel de maduración y adecuación en la integración visomotora. Puede indicar organicidad. Lesión neurológica. Se obtiene edad de maduración visomotora, probable lesión cerebral, disfunción cerebral mínima. Lo esperable: a los 9 años ejecución del test sin errores. Informa sobre el comportamiento espontáneo del niño frente a una nueva tarea. Los niños bien adaptados realizan el test con facilidad y autoconfianza, con buen control del lápiz. los niños con dificultad en el aprendizaje muestran excesivas dudas, intentos de retardar o apresurar la tarea sin analizar las figuras. El tiempo que lleva completar el test es significativo. Lo esperable: 6' 20". Para cada edad lo esperable es diferente. Se evalúa con la Tabla 62 de Maduración de Bender. Se obtiene edad madurativa, que puede ser igual, inferior o superior a la cronológica. LC: diagnóstico de perturbaciones neurológicas en niños de 5 a 10 años. Indicadores significativos: se dan más a menudo, pero no exclusivamente ante lesión neurológica. Altamente significativos: se dan casi exclusivamente en casos de LC. Indicadores emocionales: reflejan actitudes emocionales y estructura de la personalidad. Presencia de hasta 2 indicadores: buen ajuste emocional. 5 o más indicadores: serios desajustes emocionales.
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C.A.T | Variables:
Se tiene en cuenta: adiciones, omisiones y distorsiones (de figuras, objetos y circunstancias). Láminas: 1- Pollitos, Comida. Gallina grande en el fondo. 2- 2 osos tirando de una soga. Un osito al lado de un oso. 3- león sentado en un sillón, pipa, bastón. Ratoncito. 4- canguro, canasta, leche. Canguro pequeño en la bolsa. Otro cangurito más grande en bicicleta. 5- habitación oscura. Gran cama. Cuna con 2 ositos. 6- cueva oscura, 2 figuras de osos delineadas atrás confusamente. Adelante: 1 osito acostado. 7- tigre con colmillos y garras, se abalanza sobre un mono que salta. 8- 2 monos adultos beben en tazas. Otro mono adulto charla con 1 monito. 9- habitación oscura, vista a través de una puerta abierta. Camita con 1 conejo sentado mirando. 10- perrito acostado sobre rodillas de 1 perro grande. en un cuarto de baño. Tiempos de reacción (TR) de cada lámina, total y promedio. | Técnica altamente proyectiva. Evalúa todos los niveles de la personalidad. Aspectos estructurales, dinámicos y cognitivos. Revela la dinámica de las relaciones interpersonales, impulsos, la naturaleza de las defensas y manejo de ansiedades. Interjuego de las tres instancias psíquicas, aspectos pulsionales, en especial pulsiones parciales. Formas de vinculación. Identificación predominante. Obtiene información de situaciones conflictivas especiales con niños. Actitud del niño frente a las figuras paternas, cómo las percibe, actitud frente a la pareja parental, fantasías edípicas. Rivalidad entre hermanos. Aceptación del mundo adulto. Reacción frente a los problemas del crecimiento. Fantasías agresivas. Variables: 1.denominadores comunes entre láminas. Temáticas principales que interesan al niño. 2.con quién se identifica el niño. Adecuación del héroe, capacidad de enfrentar circunstancias dan cuenta de la fuerza del yo. Imagen de sí. 3.en qué medida las necesidades del héroe son las del niño, correspondiéndose con su conducta o aparecen en forma compensatoria. Necesidades manifiestas y latentes. 4. identificaciones del niño. Papel de los padres. 5. modalidad de relaciones objetales: simbiótica, dependencia oral, ambivalentes, apoyo, competencia. 6. defensas contra la ansiedad provocada por los conflictos. 7. ansiedades ante el daño físico, perder el cariño, ser abandonado. formas de defensa: huida, pasividad, agresión, regresión. 8. principales mecanismos. Estructura de carácter del niño. 9. rigidez del súper yo. Severidad. Indulgencia. 10- adecuación. Fortaleza yoica. Control de impulsos. Tolerancia a la frustración. 11. Pesimismo. Optimismo exagerado. Adaptación. Láminas: 1- celos fraternos. Comida como premio o castigo. Problemas orales. 2- identificaciones. Miedo a la castración. Edipo. 3-figura paterna. Identificación con el ratón: poderoso o débil. Sobrevaloración o desvalorización del padre. 4- rivalidad fraterna. Origen de los bebés. Problemas de alimentación. Identificación. 5- escena primaria. Curiosidad sexual acerca de los padres. Exploración recíproca entre los niños. 6- escena primaria. Ilumina lo callado en la lámina anterior. Celos en la situación triangular. Problemas masturbatorios. 7- miedo a la agresión, reacciones. Grado de ansiedad (rechazo de la lámina). Defensas. 8- rol del niño en la familia. Interpretación del mono dominante como figura paterna o materna. 9- miedo a la oscuridad, a estar solo, deserción de los padres. Independencia. Curiosidad por lo que ocurre en la otra habitación. 10- concepciones morales del niño. Hábitos de limpieza. Masturbación. Tendencias regresivas. Se usa en enuresis. TR: -de cada lámina: Entre 21" y 39": yo con adecuado manejo de la ansiedad. Más de 39": shock por alargamiento. Ansiedad depresiva. Culpa. Menos de 21": aumento de ansiedad paranoide. Manejo inadecuado de la ansiedad. |
T.R.O. Test de Relaciones Objétales. | Percepciones, apercepciones, contenido de la historia, tipo de vínculos, roles, acciones, contexto emocional. | Dinámica del mundo interno del paciente. Capacidad de adaptación. Relaciones interpersonales. Naturaleza de las Relaciones objétales inconscientes. Pensamiento analítico – sintético. Conflictos. Predictibilidad terapéutica. Sistemas defensivos ante diversas situaciones. |
Persona bajo la lluvia | Indicadores estructurales o expresivos (dimensión, emplazamiento, trazo, presión, borrado, etc.), e indicadores de contenido (orientación de la persona, postura, uso del paraguas, lluvia, identidad, transparencias, etc.). Respecto de la respuesta verbal, sólo se ha encontrado un material de la autora Querol (2001), quien propone un análisis grafológico de la misma, es decir, poniendo énfasis en el aspecto gráfico de la escritura y no en lo verbal. | Ansiedades. Temores. Aspectos conductuales que se activan ante una situación de presión ambiental. Modalidad de defensa. Expresiones de conflicto: -Ns. Fóbica: dibujo encerrado con otras líneas, figuras en cuevas, persona acompañada de otras figuras. -Ns. Histérica: abundante cabello, elementos que llaman la atención, figura sexualizada. -Ns. Obsesiva: perfeccionismo, orden, detallismo. Dibujo aburrido. -Depresión: figuras inclinadas, incompletas, falta de pies, poca presión. -Melancolía: trazos lentos, débiles, casi invisibles. -Psicótico: gestalt desorganizada, límites alterados, figuras vacías. -Psicosis maníaco depresiva: según el período, inhibición o dibujo florido y complicado. -Paranoia: extravagancia, exceso de adornos. -Enfermedades psicosomáticas: brazos cortos, piernas juntas, sin nariz. Nubes. -Epilepsia: borrones, manchas, desorden. -Alcoholismo: dibujos sucios, líneas temblorosas. Gotas en forma de coma. |
H. T.P. | Se analiza la potencia simbólica de las proyecciones. Se toma los 3 dibujos y se observa su simbolismo particular a partir de dos vertientes:
A. CASA: Casa como representación del cuerpo. Casa como representación del hogar parental. La casa provoca asociaciones con la vida hogareña y relaciones interfamiliares. 1. TECHO. Representa el área vital de la fantasía. La vida mental. 2. PAREDES. 3. PUERTA. 4. VENTANAS. El significado es igual que el de la puerta. 5. CHIMENEA. 6. PERSPECTIVA CON QUE SE MIRA LA CASA. 7. LÍNEAS DEL SUELO. Revela el grado de contacto con la realidad. Se aplica a casa/árbol/persona. 8. ACCESORIOS. Incluyen aquellos dibujos que no forman parte de la consigna que es específicamente dibujar una casa (rodeada de arbustos, árboles, senderos, etc.) B. ARBOL: Los aspectos más profundos e inconscientes. C. PERSONA: Autorretrato, Ideal del Yo, Personas significativas. | Autoimagen e imagen interna. Mecanismos de defensa. Situación familiar. Concepto más profundo del yo. Relaciones Interpersonales. CASA: 1-TECHOS 1.1Techos excesivamente grandes y que sobresalen a los costados y la casa demasiado chica. Representan pacientes inmersos en la fantasía y apartados del contacto interpersonal (no relacionan con el mundo) posibles esquizofrénicos, esquizoide. 2-PAREDES 2.1. paredes desmoronándose: yo en desintegración. 2.2. paredes dibujadas con líneas débiles: inminente derrumbe de la personalidad. 2.3. paredes transparentes: deterioro en el criterio de realidad. 3- PUERTAS 3.1. Puerta pequeña. Es una resistencia a establecer contacto con el ambiente, un alejamiento de la vida social o incapacidad para relacionar, señala personas tímidas donde puede ser que hubo relaciones emocionales dolorosas y que el individuo no desea probar nuevamente. 4- VENTANAS 4.1. Ventanas cerradas agregando persianas y cortinas. Expresan la necesidad extrema de no interactuar con los demás. 5- CHIMENEA 5.1. Humo de la chimenea. 6- PERSPECTIVA 6.1. Como que la casa se viera desde arriba y la mirase hacia abajo. Son personas que rechazan la situación hogareña y los valores que allí se predican, tienen sentimientos de superioridad, actitudes de rebelión contra los valores tradicionales que se enseñan en el hogar. 7- LINEAS DEL SUELO 7.1. Línea débil del suelo cortado o dibujada en forma esporádica es tipo de esquizofrénicos 8- ACCESORIOS 8.1. Sendero (camino) B- ARBOL 1.Copa: Fantasía, como el techo de la casa 2. Tronco: Sostén, como las paredes de la casa. 3. Ramas: Contacto con el ambiente, como ventanas y puertas. En punta: Agresividad, Truncas: Frustración 4. Raices: No son esperables, ya que son transparencias, sensación de inestabilidad. 5.Nudos: Atravesamiento de situaciones traumáticas. 6.Frutos y Flores: común en niños. C- PERSONA 1. Cabeza: Mundo de las ideas. 2.Cuerpo: 2.1. Tronco: Lo afectico, emocional. 2.2.Brazoz y Manos: Contacto con el ambiente 2.3.Piernas y Pies: Sostienen y ponen en acción al cuerpo 3.Rostro 3.1.Ojos: Contacto con el otro 3.2. Boca: Contacto con el ambiente. Sonrisa Social 3.3. Orejas: Si son armónicas no es significativo. Pueden o no estar. |
Test de la Familia | Se analizan dos vertientes:
| Grupo Familiar: 1- El Tamaño Se refiere al espacio que ocupa el dibujo dentro del soporte de papel proporcionado (folio, cuartilla, etc.). El tamaño puede clasificarse en: Muy grande, grande, mediano, pequeño o muy pequeño. Se dice que es muy grande cuando no cabe en el marco de papel proporcionado necesitando otro. Los tamaños grandes se relacionan con carácter extrovertido, sentimiento de seguridad y confianza en uno mismo. Expresa la sensación de poder hacer frente a los retos externos. Sin embargo, dibujos grandes con trazos impulsivos, formas muy distorsionadas o extravagantes pueden ser indicadoras de exceso de vanidad o menosprecio de los otros. Por su parte los dibujos pequeños o muy pequeños, en especial, cuando aparecen en un rincón de la hoja, denotan sentimientos de indefensión, desvalorización, retraimiento, desazón, temor hacia el exterior, desconfianza, timidez. En casos extremos, posibilidad de trastornos emocionales, depresión, ansiedad. 2- Tipo de trazo La forma que adopta el trazo puede definir algunas características: predominio de las formas curvas se asocia a capacidad de adaptación, sensibilidad, imaginación, sociabilidad, extraversión; por su parte las formas rectas y angulosas indican voluntad, tenacidad, pero también, si éstas se manifiestan con trazos muy alargados, exagerados con tendencia ascendente, pueden suponer hostilidad hacia el exterior, conductas impulsivas o agresivas. 3- Orden en el que se han pintado los personajes Generalmente, el personaje pintado en primer lugar es el de admiración e identificación del niño. Suele ser la figura con mayor vinculo afectivo (normalmente madre). Por ello es muy importante estar pendiente del orden cronológico en el que se van dibujando los diferentes personajes. Cuando alguno de ellos es dibujado alejado del grupo puede significar deseo de apartarlo o alejarse de él. Puede ser que le tenga cierto temor (padre) o que simplemente le tenga celos (hermano). A veces ocurre que es el propio niño quien se pinta alejado del grupo. En estas ocasiones podemos sospechar que se producen ciertos conflictos dentro de la familia y que el niño toma una distancia prudencial. Cuando el niño se dibuja a sí mismo en primer lugar: se asocia a cierto egocentrismo, dependencia, necesidad de ser tenido en cuenta, miedo a la separación (necesita asegurar su proximidad a la familia). 4- Las distancias entre personajes La distancia entre el dibujo del propio niño y los diferentes personajes nos dará una idea de la distancia afectiva entre los mismos. A mayor distancia física, mayor distanciamiento afectivo. Las figuras que son percibidas con mayores vínculos afectivos son los más próximos (normalmente los padres). Cuando los hermanos se sitúan alejados del núcleo familiar o simplemente se omiten del dibujo, puede ser un síntoma de celos. Una familia que se dibuja con sus personajes agrupados suele mostrar una familia unida con buenos vínculos de comunicación. Si están unidos tomándose de las manos, el niño puede expresar su voluntad de que permanezcan unidos. Si contrariamente, los personajes se muestran dispersos en el papel es síntoma de distancia afectiva y poca comunicación. 5- Omisión de alguna de las figuras (padre, madre, etc.) Omisión del propio niño: Baja autoestima, poca identificación con el núcleo familiar o sentimientos de exclusión del mismo. Temor a algunos de los personajes próximos que se asocian a la familia. Omisión del padre (madre o hermano): Se asocia con el rechazo a los mismos. Puede tener (según circunstancias del caso) el significado de celos (ej. hacia un hermano pequeño) o también de temor o miedo hacia la figura omitida. El niño expresaría así inconscientemente su voluntad de alejar al personaje tanto física como emocionalmente. - Elementos ajenos a la familia En algunos de los dibujos de la familia pueden aparecer animales, objetos u otros elementos. Hay que interpretar todas estas claves en función del dibujo en su conjunto. Un exceso de elementos ajenos a la familia puede relacionarse con un patrón cognitivo con dificultad para centrarse en lo fundamental (distracción, dificultad de síntesis, pensamiento peculiar...), pero también, pueden proporcionarnos pistas sustanciales acerca de cómo ven y sienten los niños a cada miembro de la familia. Si cada familiar se muestra ocupándose de determinadas actividades personales, es síntoma de comunicación fragmentada. Cuando vemos intercalados perros o animales domésticos entre el propio niño y otros personajes de la familia puede señalarnos distanciamiento afectivo. El padre que es dibujado en un plano superior (por encima del suelo) o cercano a las nubes significa distanciamiento físico y/o afectivo (ej. padre que está fuera trabajando durante largos tiempos). Los niños pueden expresar así su sentimiento de angustia por la separación física y lo sitúan en un plano difícilmente alcanzable. Son también habituales la presencia de elementos meteorológicos (sol, nubes, lluvia, etc...). Su significado debe buscarse también según las claves de todo el dibujo. El sol, en especial cuando se muestra sonriente, suele expresar felicidad, alegría, estado de ánimo positivo, extraversión, ganas de comunicarse, sociabilidad. Algunos autores identifican el sol como símbolo o representación del padre (fuente de luz, protección, vida...). Por su parte la lluvia, tormentas, se relacionan con la expresión inconsciente de ciertos temores o miedos. 7- Negarse a dibujar a la familia Con cierta frecuencia, a algunos niños les cuesta dibujar a su familia. Según la edad, pueden manifestar que carecen de habilidad con el lápiz y temen que les quede mal. Si una vez tranquilizados al respecto siguen insistiendo, hay que valorar la posibilidad de problemas familiares y un cierto bloqueo e inhibición a dar detalles al respecto. Análisis individual en cada personaje: 1. Tamaño relativo de los personajes En general, si el tamaño de un personaje es mayor que el resto puede indicar que para el niño es una figura importante. Dependerá a su vez de la distancia al propio niño de si esta importancia es en sentido negativo (figura que es vista como dominante o autoritaria) o positivo (figura a la que le gustaría parecerse y con la que se identifica). Personaje excesivamente grande: Figura que probablemente es sentida por el niño como opresora. Por su parte los personajes reducidos pueden indicar cierta distancia afectiva del el niño, pero también necesidad de reducirlos ya que los considera rivales potenciales. 2. Las diferentes partes del cuerpo: La Cabeza La cabeza es la zona más expresiva, donde el niño intuye las emociones de los otros y aprende a imitarlas. Una cabeza grande y expresiva puede indicar un carácter expansivo. Si es excesivamente grande puede asociarse a egocentrismo. La cabeza pequeña indica tendencia a la timidez a aislarse del entorno a que no lo vean y pasar desapercibido. La boca Hay que prestar especial atención a la boca. Su tamaño y expresión nos dará una idea del estado emocional con que el niño ha reflejado a ese personaje. Cuando en la cara faltan elementos como la boca o los existentes son inexpresivos pueden ser indicadores de problemas emocionales. Cuando en la boca se dibujan los dientes, en especial, si son grandes, se sombrean o tiene forma afilada, se asocia a agresividad hacia los otros, necesidad de marcar el propio terreno, sentimientos de opresión o rechazo Los ojos Son los órganos principales de entrada de información en niños. Ojos grandes y bien dispuestos son propios de vitalidad, interés por lo nuevo, curiosidad, ganas de aprender y comprender lo que le rodea. Si son excesivamente grandes, recelo, vigilancia, desconfianza. Es necesario analizar si se han introducido las cejas y la expresión resultante es de alegría, temor o indiferencia. Los ojos pintados sin pupilas en el caso de niños más grandes (10 años) pueden indicar inmadurez, retraso o déficits de aprendizaje. La nariz La ausencia de nariz puede indicar (a partir 6,7 años) timidez, retraimiento, ausencia de agresividad, poco empuje. En niños mayores (etapa pre pubertad y adolescencia), algunos autores, la relacionan con un símbolo fálico si su tamaño es exagerado, pudiendo indicar un deseo sexual. Su omisión indicaría un temor del niño a sus primeros impulsos sexuales Las orejas Las orejas nos permiten escuchar y un correcto dibujo de las mismas está relacionado con un interés de aprender, de integrar información exterior. Cuando se muestran grandes y muy redondeadas indican baja autoestima, posibilidad de bajo rendimiento escolar El cabello y los pelos Cuando el cabello está presente en el dibujo puede indicar una tendencia a cuidar los detalles, perfeccionismo (si se efectúa con pulcritud), interés por la apariencia, por gustar, presumir. Si el pelo es largo y se muestra alborotado o en movimiento: vitalidad, fuerza, necesidad de libertad, de escapar de las rutinas. Si se representa con trazos en punta: agresividad. La barba y los bigotes suelen aparecer en niños cuyos padres la tienen, se asocia a madurez, figuras de autoridad, respeto, fuerza, son modelos a los que normalmente el niño respeta (por amor o también miedo). El cuello Con frecuencia, el cuello puede presentarse exageradamente elevado o inexistente, quedando la cabeza unida directamente al cuerpo. En el primer caso puede señalarnos interés por crecer, de sentirse mayor, de controlar a los demás. Si es muy exagerado denota ansias de sobresalir y deslumbrar. Cuando no se dibuja se puede considerar "normal" hasta los 10 años aproximadamente, posteriormente se le relaciona con inestabilidad afectiva y manifestaciones de impulsividad e intolerancia El Cuerpo Si se pinta delgado o pequeño respecto a las otras partes del cuerpo indica que el niño no está satisfecho con su cuerpo, puede presentar algún complejo acerca de alguna o algunas partes del mismo. Si es excesivamente reducido: complejo de inferioridad. Cuando aparecen pintados granos o pecas, algunos autores, apuntan la posibilidad de un lazo fuerte con el entorno familiar (en especial, la madre). Los brazos y manos Es uno de los elementos claves a analizar cuando se trata de figuras humanas. Con las manos manipulamos objetos y podemos actuar sobre el entorno. Sin embargo podemos hacerlo de una forma adaptativo pero también de una forma destructiva. Brazos largos: necesidad de comunicar, extraversión, sociabilidad, motivación a conocer, afectividad. Esto es válido si no se complementa con puños cerrados, dientes prominentes o que formen parte de un dibujo con contenidos violentos. Brazos cortos: Miedo al exterior, a comunicarse, dificultad en las relaciones sociales, inseguridad, retraimiento. Manos grandes: Supone una exageración del significado real. Si es positivo: necesidad de contacto, de tener amigos, apertura. Si es negativo (en especial, con el puño cerrado): agresividad, temor hacia el entorno, baja tolerancia a la frustración. Ausencia de manos: No hay un criterio único para su interpretación, no obstante, se asocia con 1) Sentimientos de culpabilidad del niño por las reprimendas de los padres y otros adultos; 2) Temor a la agresión física (en general, del padre). Esto es más evidente cuando en el grupo familiar es sólo el padre el que aparece con los brazos más cortos o sin las manos. Si además, está distanciado físicamente del niño en el dibujo o aparecen otras figuras intercaladas entre el niño y el padre, la probabilidad aumenta. No necesariamente tiene que ser una agresión física lo que teme el niño sino que puede ser una autoridad excesiva que al niño le causa sufrimiento. Suprimir las manos es una forma inconsciente de recortarle autoridad. Los dedos: Constituyen un elemento que no aparece con detalle hasta las edades prepuberales. Cuando a estas edades se omiten o sustituyen por simples rectas suele estar asociado a discapacidad mental o a trastornos clínicos. Las piernas Las piernas nos proporcionan estabilidad, capacidad de movimiento, libertad. Unas piernas largas pueden simbolizar necesidad de estabilidad, firmeza, seguridad. Si son excesivamente largas: ganas de crecer, de hacerse mayor de adquirir el modelo de adulto rápidamente. Las piernas cortas pero bien proporcionadas, estabilidad, control de la realidad, robustez, tendencia a lo práctico más que a lo ideal (tocar de pies en tierra). Otros elementos El sombreado de la cara (exceptuando cuando se efectúa de forma suave y color piel) ya sea en parcial (pecas, manchas) o total, se asocia a angustia, baja autoestima o ansiedad. Es altamente significativo en niños de 5 a 12 años. Cuando el sombreado se produce en el cuerpo (a partir 8-9 años) la ansiedad puede que esté concentrada en algún temor (real o imaginario) acerca de su aspecto físico. Finalmente, en cuello y manos (a partir 7-8 años) preocupación por alguna actividad efectuada con las manos ya sea real o imaginaria (robo, agresión). Puede también indicar problemas emocionales y timidez. Un cuello muy sombreado: esfuerzos por controlar los impulsos. Borrado de un personaje: impulsividad, intolerancia hacia el personaje, sentimientos ambivalentes de amor/odio hacia el mismo. |
Test de la Familia Kinética | Se analiza desde dos vertientes:
Como el niño percibe a su familia, sus sentimientos hacia cada uno de sus miembros, su identificación o rechazo, la aceptación de límites, la adecuada diferenciación entre los roles parentales (sistema parental) y fraterno (hermanos si los hubiera). La regla fundamental para interpretar las técnicas proyectivas, según Wolff (1962), es que cada elemento adquiere significación sólo en relación con el total. Con el objeto de realizar una correcta interpretación del material que ofrece la técnica, es imprescindible tener en cuenta que las diferentes variables evaluadas están fuertemente interrelacionadas entre sí, por lo que se hace necesaria la continua articulación de la información que se recoge, así como también la interpretación de cada indicador dentro del contexto de todos los demás. Esto permitirá, a través de la búsqueda de evidencias múltiples -es decir, de recurrencias y convergencias- proponer interpretaciones dinámicas ricas en contenidos y bien fundamentadas. A continuación se detallan brevemente los criterios de interpretación utilizados (Hammer, 2005, Wolff, 1962)
| Comportamiento del niño/adolescente durante la prueba Se refiere a la actitud que el niño asume al enfrentar la tarea. Aquí se registra el comportamiento del niño, verbal y no verbal, durante la realización de la prueba. Para ello, se tiene en cuenta lo que dice el paciente acerca de su propio dibujo, de los personajes, al igual que sus gestos y cambios de comportamiento. La forma de realizar la tarea puede ser: impulsiva, con calma y tranquilidad, en silencio o locuazmente, confiada o controlada, lo que hace el psicólogo; de manera descuidada o con ansiedad; con evidente fastidio o con gusto por la tarea. También interesa registrar el tipo de vínculo que establece el sujeto con el psicólogo (autonomía o dependencia, rechazo o cordialidad). Este análisis permitirá elaborar hipótesis respecto a características del comportamiento esperable por parte del sujeto en otras situaciones que promuevan una ansiedad similar, tal como la situación del examen, y cuáles son los recursos yoicos con los que cuenta para afrontarlas. 2. Características formales del grafismo Se toman en cuenta las características formales de la figura como totalidad. Dichas características fueron extensamente definidas y trabajadas por autores como Hammer (2005) y Wolff (1962), junto a la conducta durante la prueba como componentes estructurales o expresivos del grafismo del niño. Se llaman así, puesto que se exploran las características estructurales del movimiento de un sujeto (el cómo del dibujo) que expresan aspectos de su personalidad y rasgos culturales. Las categorías son analizadas siguiendo las pautas de interpretación brindadas por Hammer para todas las otras técnicas gráficas (véase Hammer, 2005). Con el objeto de efectuar hipótesis sólidas con respecto a las características de personalidad del sujeto, es importante la búsqueda de recurrencias y convergencias intratest. Estos aspectos han sido desarrollados por Coronel (2002), específicamente a partir de la prueba que nos ocupa, por lo que, a continuación, sólo nombraremos las pautas de interpretación: – Secuencia del grafismo, incluye a figuras humanas, objetos y detalles 3. Primera figura dibujada. Secuencia General. Adiciones y Omisiones A partir de la experiencia clínica, se advierte que la inclusión de la kinesia en la consigna de esta técnica rompe con el estereotipo de dibujar al grupo familiar (todos en fila y de mayor a menor) como en un retrato, haciendo más significativo el orden de graficación de los distintos personajes incluidos en el dibujo. Esta complejización de la consigna requiere mayor planificación, ya que, el niño/adolescente debe decidir a quiénes dibujar, cómo y haciendo qué, lo que da lugar a una mayor saturación en la proyección. Dentro de esta secuencia, se pondrá especial atención en la primera figura graficada, ya que es considerada la persona más significativa para el niño/adolescente, ya sea porque es con quien mantiene el vínculo más cercano o porque es una figura que rechaza y, por lo tanto, necesita desembarazarse de ella (Verthelyi, 1985). Para poder determinar el tipo de vínculo que el niño mantiene con esta figura, inferir el lugar que ocupa en el mundo interno del sujeto, es preciso articular este indicador (primera figura dibujada) con otros, tales como la acción que desarrolla y el rol que se infiere de ella, el grado de completitud y complejidad de la figura, el trazo empleado, su tamaño relativo, el lugar que ocupa en la hoja, los detalles incluidos, el tiempo dedicado, las borraduras, entre otros aspectos que permiten un acercamiento acertado al contenido de la figura. Interesa, también, si el orden de graficación es el mismo que la secuencia que queda plasmada al final de dibujo. En la mayoría de los casos, a secuencia gráfica y visual coinciden; pero resulta que, en ocasiones, el niño grafica puede graficar, en primer lugar al padre, en segundo término a la madre y, finalmente, se plasma a sí mismo entre ellos dos, por lo que, si bien es realizado al final, el dibujo revela la fantasía de estar entre ambos padres. En el análisis de la secuencia de graficación es importante, asimismo, tener en cuenta el ritmo de trabajo, es decir, el tiempo que el niño le dedica a cada figura (tiempo relativo). Mientras el tiempo total de ejecución de la técnica revela características generales de personalidad (impulsividad, control obsesivo), el tiempo relativo está relacionado a la fantasía de vínculos del niño respecto del personaje dibujado. A través de las adiciones y omisiones, se intenta detectar a quiénes considera el niño como pertenecientes a su grupo familiar, si tiene claridad o no con respecto a su composición y límites, qué figuras aparecen como conflictivas, en tanto no las puede graficar, y qué personajes necesita adicionar para expresar fantasías de vínculo (Verthelyi, 1985). Se considera adición la inclusión de figuras familiares o extrafamiliares que no forman el grupo familiar nuclear del propio sujeto (tales como tíos, primos, abuelos, maestra) y omisión al hecho de no graficar figuras del grupo familiar primario. Cuando las adiciones son múltiples se percibe, en general, gran confusión respecto de la identidad del grupo familiar. Esta inclusión compensatoria puede verse muchas veces en niños con familias a punto de separarse, con duelos recientes o en el caso de hijos adoptivos. Sin embargo, al momento de interpretar las adiciones se debe tener en cuenta el contexto sociocultural de donde proviene el niño, ya que, investigaciones realizadas por Contini, Figueroa, Lascano y Cohen Imach (1997) señalan que en los niños de la montaña de Tucumán la inclusión de figuras, como tíos y abuelos, no se considera adición cuando conviven bajo el mismo techo con el niño. La omisión del propio sujeto es siempre indicador de un conflicto. La racionalización con que se justifica el no hacerlo puede dar indicios de cuál sería el sentimiento predominante: la no pertenencia al grupo familiar, la inadecuación; se debe discriminar si esta actitud sólo se da frente a este material en tanto promueve una situación de conflicto ligada al grupo familiar o si es una conducta que aparece a lo largo de la evaluación, independientemente de la prueba aplicada y, por lo tanto, describe un rasgo más central de la personalidad del sujeto examinado. 4. Características individuales de las figuras Se consideran todos los indicadores denominados de contenido, propuestos por diferentes autores que investigaron sobre la figura humana tales como Hammer, (1982) y Koppitz (1984), priorizando el análisis comparativo entre las figuras para detectar similitudes y diferencias en su tratamiento. Según Verthelyi (1985), se debe registrar si el niño es capaz de diferenciar los personajes según sexo, edad y rol o, por lo contrario, si las figuras son tan similares unas con otras que podrían ser intercambiables entre sí. Es a través de las diferencias que el niño puede trasmitir afectos, conflictos y fantasías de vínculos particulares. – Tamaño relativo. Es la capacidad del niño de discriminar adultos de niños, y niños entre sí. Se registra como tamaño adecuado, medio o inadecuado. Tanto el tamaño relativo como el área asignada al personaje informan sobre el tipo de vínculo que el niño tiene con esa figura. Si bien no es esperable que aparezca en niños pequeños, el tamaño relativo es una cualidad a la que tanto niños como adolescentes están atentos. En la pubertad, por su parte, se advierte una tendencia a agrandar su propia imagen, en detrimento de la de los hermanos. – Postura. Es importante registrar la posición en la que está cada figura dibujada. Si se encuentra de frente, de perfil puede expresar un deseo de acercamiento o, por lo contrario, de evitación; de espaldas, apuntaría a una fantasía de oposicionismo o a un sentimiento de exclusión del núcleo familiar. – Kinesia. Es la capacidad del niño de imprimirle un movimiento a las figuras. Llama la atención que cuando esto no es logrado puede estar incidiendo la capacidad para el dibujo, la etapa evolutiva y el nivel intelectual del niño. Otras veces, sobre todo en niños muy pequeños, la tendencia a exacerbar el movimiento expresa una actitud compensatoria frente a una inmovilidad física temida o sufrida. Este mismo indicador en adolescentes remite más bien a comportamientos impulsivos y violencia física. – Diferenciación sexual. Alude a la posibilidad del niño de discriminar varones de mujeres, que puede ser representada de un modo adecuado (cuando al menos se visualizan dos elementos que diferencia el sexo; por ejemplo, que las mujeres sean graficados con el cabello largo y faldas o vestidos; se registra como una diferenciación media cuando solo se observa un elemento que diferencia figuras de ambos sexos; e inadecuado, cuando no hay indicadores que permitan realizar esta diferencia. Esta variable permite inferir si el niño o el adolescente es capaz de discriminar en la realidad ambos géneros, sin que aluda a una identificación sexual. Asimismo, y tomando los aportes realizados por Elizabeth Koppitz (1984), para el DFH, es importante registrar otras características de contenido en cada personaje graficado que pueden aportan elementos adicionales al análisis diferencial, tales como la integración de las partes de la figura; el sombreado -de cara, cuerpo, piernas, brazos manos, cuello-, la simetría de las extremidades, las proporciones, la inclinación de la figura, las figuras pequeñas, las figuras grandes, las transparencias, los ojos bizcos, la presencia de dientes, la posición de los miembros superiores e inferiores, el dibujo de genitales, la presencia de figuras monstruosas o grotescas, presencia de nubes/lluvia/nieve, la omisión de alguna parte del cuerpo -ojos, nariz, boca, cuerpo, brazos, piernas, pies, cuello-, entre otras. Estos indicadores fueron estudiados por Koppitz como signos de perturbación emocional (véase Koppitz, 1984). 5. Acciones asignadas y roles inferidos Esta variable es considerada una de las más importantes entre de los criterios de interpretación y se refiere al análisis de las actividades que desarrolla cada miembro de la familia (padre, madre, hermanos, sujeto) en el gráfico. A través de las acciones graficadas es como se expresan, de forma más clara, los modos de interacción con cada uno y, a partir de ellas, se puede inferir fantasías de vínculo (agresividad, dependencia, idealización, rechazo, temor, ambivalencia), y el rol o la función que ocupa cada personaje. Igualmente, permite detectar la dinámica familiar y la ubicación del niño frente a ésta (Ampudia Rueda & Santaella Hidalgo, 2009). – Es importante destacar, en primer lugar, si hay presencia o no de kinesia en las figuras. Cuando la ausencia de acción es muy marcada, tanto a nivel gráfico como verbal, será necesario articular con otros indicadores del análisis intra test. Este análisis permitirá efectuar diferentes hipótesis según sea el caso: a. Si se trata de falta de comprensión de la consigna, producto de un déficit madurativo. b. Si se debe a una falta de comprensión de la consignas por factores emocionales vinculados a la problemática familiar o c. Si responde a un negativismo acentuado, ligado a la pasividad, apatía o depresión del sujeto. – En segundo lugar, se tendrá en cuenta si las actividades realizadas son las esperables socialmente, según la edad y la función de los personajes. Sin embargo, el contexto sociocultural en el cual se desarrolla el sujeto incide notablemente en la elección de las actividades a incluir. En investigaciones realizadas por Contini se advierte que mientras los niños urbanos de nivel socioeconómico bajo dibujan, generalmente, a las figuras maternas en tareas del hogar, las figuras paternas en tareas laborales y los hijos, de acuerdo a la edad, en actividades vinculadas al estudio, la recreación o el descanso; los niños de contextos rurales tienden a graficar a todos los miembros de la familia en tareas domésticas (Contini, Figueroa, Cohen Imach & Alves, 1997), entre las que citamos como ejemplo “padre trayendo leña para hacer fuego”; y las figuras infantiles “cuidando las ovejas”. – En tercer lugar, se analiza si las acciones de los personajes son individuales o compartidas o en subagrupamientos. a. Acciones individuales: se registran cuando cada personaje está haciendo algo diferente. En estos casos, es importante tener en cuenta si estas actividades están señalando aislamiento y soledad entre sí (“mi hermano está estudiando en su cuarto, mi mamá está en gimnasia, mi papá está saliendo para el trabajo y yo estoy en la computadora”), ya que las actividades acentúan la falta de comunicación; o, por lo contrario, son de cooperación y complementariedad (“mi mamá está cocinando, mi hermano está poniendo la mesa, el sujeto está trayendo los platos y el papá está ya sentado en la mesa”), que estarían expresando diferenciación de roles y funciones dentro de la familia sin implicar incomunicación entre sus miembros. b. Acciones conjuntas: es cuando todos realizan la misma actividad, por ejemplo, “todos en el cumpleaños de mi papá”. Se deberá analizar si este modo de graficación no expresa más bien una negación del conflicto familiar o de sentimientos hostiles y de abandono del sujeto. c. Acciones en subagrupamientos: es importante analizar si todos los miembros están incorporados en interacciones parciales o si hay alguna figura aislada del resto. También es preciso visualizar quienes conforman cada subgrupo y qué actividad realizan. En cada caso, se debe tener en cuenta el grado de cooperación, dependencia, competencia, control y sostén emocional proyectado. 6. Configuración espacial y ámbitos. Objetos y escenarios La inclusión de la acción produce en el niño la graficación de un espacio donde realiza esa acción. En ese espacio, se pueden diferenciar la configuración espacial, los ámbitos, el escenario y los objetos incluidos en el mismo. – Configuración espacia está relacionada con el manejo expansivo o restrictivo que el sujeto hace del espacio. La configuración pueden ser expansiva, dispersa o restrictiva, compacta, compartimentalizada; con una distribución armónica o confusa de los personajes, con un predominio horizontal, vertical o circular. La compartamentalización podría estar evidenciando sentimientos de aislamiento, así como se percibe necesidad de evitar el contacto cuando la hoja es dividida antes de comenzar a graficar. |
Hora de Juego | Indicadores de Ocampo
Se debe tener en cuenta los indicadores de Paula Elkish que se toman como convergencias. | Criterios de interpretación de la hora de juego Elección de juguetes y de juegos, aquí debemos tener presente los siguientes aspectos: La modalidad de aproximación:
El juego debe tener un principio, desarrollo y fin, aquí podemos observar si el niño inicia a jugar y deja inmediatamente el juguete, estos detalles, nos servirán para conocer más sobre la vida psíquica de nuestro niño. Además en la modalidad del juego, debemos observar si tiene:
Capacidad simbólica El juego es una vía de acceso a las fantasías inconscientes de los niños. Podemos observar:
Personificación El niño exterioriza roles en forma dramática o puede adjudicar a los materiales de juegos situaciones o conflictos. Dentro de la hora de juego es significativo observar la tolerancia a la frustración en el juego de los niños, por ejemplo: se enoja por las dificultades que puedan darse por no realizar adecuadamente un juego, es un niño muy pasivo. Criterios de interpretación El juego del niño es adecuado “normal”
El juego del niño neurótico
El juego del niño psicótico
Como profesionales tenemos que observar detalladamente como el niño utiliza el juego y expresa sus emociones o fantasías inconscientes. |
Dibujo Libre | Evaluamos tres tipos de valores:
Ritmo: trazo flexible, movimiento distendido, placer en la ejecución. Regla: Rigidez (movimientos mecánicos) Inercia (desprolijidad, borroneo)
Complejidad: detalles adecuados que permiten identificar al objeto, metaforización de lo representado. Simplicidad: reducción de la representación al esquema más simple, no acorde a la edad.
Expansión: ampliación del espacio más allá de la hoja, fondo espacioso, objeto que estalla, objeto que ingresa desde otro plano. Compresión: micrografismo. Sobrecarga de objetos.
Integración: buena Gestalt. (síntesis o centricidad). Buena forma. Desintegración: desorganización interna. (fragmentación, condensación). - Análisis de Contenido: 5° versus de Elkisch:
Realismo: prevalece lo representativo sobre lo estructural. Simbolismo: el objeto se refiere a otra cosa. Indicadores según Hammer. 1- Secuencia 2- Tamaño 3- Presión 4- Trazo 5- Detalles 6- Simetría 7- Emplazamiento 8- Movimiento Se debe tener en cuenta recurrencias y convergencias, ya que una pauta formal o de contenido por sí sola no permite una interpretación cabal. | Instrumento de abordaje y exploración de la personalidad infantil. Posibilita una respuesta “espontanea”, que nos aproxima al inconsciente y a la imagen corporal del niño. Permite conocer, tanto el mundo interno del niño como la realidad vivencia da. Imagen de sí, vínculos, lo que puede y no puede, sus deseos. Permite observar repertorio defensivo del niño, plasticidad o rigidez, que fantasías inconscientes subyacen. Valores:
Inercia: defensas lábiles, fallas represivas, límites yoicos imprecisos.
A partir de las características del dibujo se pueden inferir mecanismos como: identificación proyectiva excesiva, con características inductoras, mecanismos esquizoides como disociación- idealización- negación y control omnipotente- defensas maniacas, defensas de control obsesivo como formación reactiva- aislamiento- anulación, represión, inhibición, sublimación. Indicadores de Hammer: 1- indicios sobre el impulso, control. 2- auotestima, sentimientos de adecuación o inadecuación. 3- nivel energético 4- control (trazos largos) o impulsividad (trazos cortos). Autoafirmación (trazos rectos), dependencia y emotividad (trazos circulares), etc. 5- su uso excesivo denota obsesividad, su ausencia aislamiento. Cuidado de demasiada perfección: esfuerzo por mantenerse integrado, yo débil. 6- su presencia marca adecuación de sentimientos de seguridad emocional, su falla revela lo contrario. Su acentuación denota control obsesivo. 7- en el medio denota estar centrado en sí mismo, cuanto más hacia la derecha indica comportamiento estable y controlado- posibilidad de postergación, cuanto más hacia la izquierda marca impulsividad y búsqueda de satisfacción inmediata. Arriba: fantasía. Abajo: lo concreto. 8- aparece ocasionalmente. Niños dotados. |
Dibujo de la Figura Humana (D.F.H) | Indicadores emocionales del DFH. (Koopitz, E. M.) a) Indicadores Generales: 1-Integración pobre. 2-Sombreado. 3-Asimetría de las extremidades. . 4-Inclinación de la figura en 15 o más grados. 5-Figura pequeña. 6-Figura grande 7-Transparencias. b) Indicadores específicos 1-Cabeza pequeña. 2-Ojos bizcos. 3-Dientes. 4-Brazos cortos (no llegan cintura). 5-Brazos largos (llegan a las rodillas). 6-Brazos pegados en el cuerpo. . 7- Manos grandes. 8- Manos seccionadas (brazos sin manos ni dedos). 9- Piernas juntas. 10- Figuras grotescas (monstruos, payasos u otros). 11- Más de dos figuras representadas. 12- Nubes, lluvia, nieve. c) Indicadores por omisión elementos corporales: 1- Omisión de la nariz. 2- Omisión de la boca, 3- Omisión del cuerpo. 4- Omisión de los brazos. 5- Omisión de piernas. 6- Omisión de los pies. 7- Omisión del cuello. d) Otros indicadores emocionales no validados 1- Cabeza grande. 2- Ojos vacíos u ojos que no ven. 3- Mirada de reojo. 4- Manos ocultas. 5- Figura interrumpida en el borde. 6- La línea de base o suelo. 7- El Sol o la Luna. 8- Las líneas fragmentadas o rotas. | El Test evalúa estadio actual del desarrollo mental en base a la edad cronológica (indicador de inteligencia). Nos brinda indicadores emocionales, necesidad inconscientes, los conflictos y personalidad del niño. a) Indicadores Generales: 1-Integración pobre. Hace referencia a una dificultad manifiesta en agrupar debidamente las diferentes partes del dibujo. El dibujo tiene uno o más elementos separados (no se unen al resto del dibujo). Es un factor muy presente en los niños más pequeños o inmaduros. No tiene validez antes de los 7 años en niños y en 6 en niñas. A partir de esta edad el indicador se da en pacientes clínicos, agresivos y, en general alumnos con problemas. No aparece en alumnos bien adaptados o con buen rendimiento académico. Es, por tanto, un indicador de inmadurez (en especial en niños mayores), pobre coordinación e impulsividad. 2-Sombreado. Según diferentes expertos se trata de un indicador de ansiedad y angustia. El grado de sombreado correlacionaría con la intensidad de la angustia del niño. No obstante, el sombreado, es habitual en niños pequeños y en esta población no sería indicador de problema psicopatológico. Sombreado de cara. Es bastante inusual en cualquier nivel de edad, por tanto, es un indicador emocional válido para todos los niños entre 5 y 12 años cuando aparece en el dibujo. En el caso de que el sombreado es muy denso hasta el punto de que cubre los rasgos faciales se asocia a niños con problemas de conducta, agresividad o seriamente perturbados. Cuando el sombreado es parcial (afecta sólo a una parte de la cara) parece reflejar ansiedades específicas referidas a los elementos que han sido sombreados o a sus funciones. Sombreado del cuerpo y/o extremidades. Es común en las niñas hasta los 7 años y en los varones hasta los 8. No es un indicador válido hasto los 8 o 9 años respectivamente. El sombreado del cuerpo indicaría ansiedad por el mismo. Áreas de preocupación por alguna actividad real o fantaseada, pero no es posible diferenciar la causa (brazos: robar, agresividad, masturbación. Piernas: por el crecimiento físico, la talla, la sexualidad). Sombreado de las manos y/o cuello. No es válido antes de los 8 años en varones y de 7 en niñas. Preocupación por alguna actividad real o fantaseada con las manos. Problemas emocionales, timidez o agresividad, robo. Respecto al cuello: esfuerzos por controlar sus impulsos, alternancia de conductas impulsivas y de retraimiento. 3-Asimetría de las extremidades. Muy presente en niños agresivos, sujetos con lesión cerebral, alumnos de educación especial. No presente en buenos alumnos o en niños tímidos. En algunos casos puede deberse a torpeza motriz, escasa coordinación viso-motora o a una lateralidad contrariada o cruzada. 4-Inclinación de la figura en 15 o más grados. Su presencia es significativamente superior en población clínica, alumnos de educación especial o con problemas de aprendizaje diversos frente a alumnos bien adaptados. Se da tanto en niños tímidos como en aquellos que presentan conductas disruptivas. Por tanto, esta característica no es buen discriminador entre el grupo de tímidos y el de conductuales. Se supone que es más bien un indicador de inestabilidad y falta de equilibrio general. En los dibujos infantiles se asocia a sistema nervioso inestable y personalidad lábil. 5-Figura pequeña. Se manifiesta con mayor frecuencia en población clínica, niños de educación especial y en los niños tímidos (internalizantes) en población general. Es muy rara esta característica en niños agresivos, violentos, con problemas de conducta (externalizantes). Se trata de un buen indicador emocional que expresa inseguridad, retraimiento, en ocasiones, también depresión. En general, las figuras pequeñas, son muestra de inadecuación, yo inhibido y preocupación por las relaciones con el ambiente exterior (según algunos autores como Machover). 6-Figura grande . Se considera grande una figura de tamaño superior a 23 cms. Ocurre frecuentemente en niños pequeños. No adquiere significación clínica hasta los 8 años (en ambos sexos). Las figuras grandes, contrariamente a las pequeñas expuestas anteriormente, se asocian con conductas expansivas, de tipo impulsivo, con poco autocontrol, también inmadurez. En niños mayores e incluso adultos puede ser un rasgo de narcisismo e ideaciones paranoides. 7-Transparencias. En los estudios de la autora se detectaron dos tipos de transparencias. Un primer tipo era efectuado por algunos niños siguiendo el patrón de dibujar primero un esquema básico de la persona (a forma de esqueleto) para irlo después vistiendo. Un segundo grupo, dibujaba normalmente la figura pero después se concentraban en una parte concreta para efectuar la transparencia (por ejemplo dibujar el estómago, órganos sexuales u otros). Este segundo tipo de transparencia es similar al sombreado. Indica ansiedad y preocupación por la región particular del cuerpo revelada por la transparencia. Por lo general, las transparencias aparecen con mayor frecuencia en población patológica que en población general. Es igualmente más frecuente en niños con inmadurez, impulsividad y conductas disruptivas que en niños tímidos o con dolencias psicosomáticas. De todas formas la autora afirma categóricamente que las transparencias de áreas corporales específicas no son normales en los DFH de los niños en edad escolar. Generalmente indican angustia, conflicto o miedo agudo, por lo común con respecto a lo sexual, el nacimiento o mutilación corporal. Muchos de los niños que pintan estas transparencias están de hecho solicitándonos información que los tranquilice respecto a sus impulsos o experiencias. b) Indicadores específicos 1-Cabeza pequeña. Parece estar más presente en población clínica que en la general. La autora lo relaciona con sentimientos intensos de inadecuación intelectual, no compartiendo la explicación (al menos en niños) de Machover respecto a ser un indicador de tendencias obsesivo-compulsivas que pretenden ignorar el control de su cerebro. 2-Ojos bizcos. Se manifestarían con mayor frecuencia en niños con hostilidad hacia los demás y el dibujo se interpretaría como reflejo de ira y rebeldía. 3-Dientes. Esta característica se encuentra en todos los grupos a excepción del tímido. Pese a que no puede considerarse un signo de psicopatología serio, sí está bien definido que su presencia está mayoritariamente extendida en el grupo de niños manifiestamente agresivos. De todas formas, la presencia de dientes, por sí sólo, en el protocolo, no puede considerarse como síntoma inequívoco de perturbación emocional y ésta posibilidad deberá valorarse conjuntamente con la presencia de otros indicadores en el dibujo. 4-Brazos cortos (no llegan cintura). Este indicador refleja básicamente una tendencia al retraimiento con dificultades para abrirse al exterior y con las otras personas. Aunque aparecieron con mayor frecuencia en población clínica, está presente también en niños adaptados pero con problemas de retraimiento, encerrase en sí mismo o inhibición de impulsos. 5-Brazos largos (llegan a las rodillas). Se dan con mayor frecuencia en niños manifiestamente agresivos que en niños bien adaptados. No se da en niños tímidos. Por tanto, este indicador se asocia a una relación agresiva con el entorno. Otra conclusión es que los brazos largos en el DFH están asociados con la conexión de los demás en contraste con la tendencia al retraimiento que revelan los brazos cortos. 6-Brazos pegados en el cuerpo. Parece que los brazos pegados al cuerpo reflejan un control interno bastante rígido y una dificultad de conectarse con los demás (ver figura 2). Tendencia a la reserva o introversión. En pacientas adultos podría estar relacionado con pacientes paranoides o esquizofrénicos y la necesidad de defensa ante los ataques del ambiente externo. 7- Manos grandes. Las manos grandes, según estudio de la autora, se encontró con mayor frecuencia en niños del ámbito de las necesidades educativas especiales y en aquellos que se mostraban abiertamente agresivos. Ningún niño tímido había pintado las manos grandes. Otros estudios revelan conducta compensadora de sentimientos de inadecuación, insuficiencia manipuladora y/o dificultad para establecer contacto con otros. 8- Manos seccionadas (brazos sin manos ni dedos). Más frecuente en población clínica, lesionados cerebrales y alumnos de educación especial. También se da una mayor frecuencia en niños tímidos respecto a los agresivos. En consecuencia, parece que este signo refleja sentimientos de inadecuación o de culpa por no poder actuar correctamente o incapacidad para hacerlo. 9- Piernas juntas. Se encontró más frecuentemente en población clínica y en niños con afecciones psicosomáticas. Un estudio de este indicador emocional concluyó que puede interpretarse como un signo de tensión en el niño, y un rígido intento por parte del mismo de controlar sus propios impulsos sexuales o su temor de sufrir un ataque de este tipo. Algunas niñas abusadas presentaban en sus dibujos esta característica. En figuras de adultos, las piernas cerradas, se asocian a rigidez, control frágil y rechazo de la aproximación sexual de otros. 10- Figuras grotescas (monstruos, payasos u otros). El dibujo de monstruos o figuras grotescas no parece estar asociado con ningún tipo de conducta específico, sino que más bien refleja sentimientos de intensa inadecuación, y un muy pobre concepto de sí mismo. Los niños que dibujan payasos o vagabundos pueden autoconsiderarse como individuos ridículos de los que los demás se ríen no siendo aceptados por los otros. A pesar de que la aparición de estas figuras puede explicarse parcialmente por vivencias recientes del niño (visitar un circo) se hipotetiza que el niño decide representar precisamente aquellas relacionadas con temas que le preocupan. 11- Más de dos figuras representadas. El dibujo espontáneo de tres o más figuras se dieron significativamente más a menudo en los dibujos de estudiantes de bajo rendimiento y en niños con necesidades educativas especiales que en población general. 12- Nubes, lluvia, nieve. Mayoritariamente aparecieron en dibujos de pacientes clínicos y en alumnos escasamente adaptados. Las nubes se encontraron especialmente en niños muy ansiosos y con dolencias psicosomáticas. En ningún caso se encontró en niños agresivos. Parece ser que las nubes son pintadas por niños que no se atreven a pegar a otros y que en cambio dirigen la agresión en contra de sí mismos. c) Indicadores por omisión elementos corporales: 1- Omisión de la nariz. Las conclusiones apuntan a que este indicador se asocia a conducta tímida y retraída con ausencia de agresividad manifiesta. También con escaso interés social. 2- Omisión de la boca, La omisión de este rasgo es siempre clínicamente significativa. Refleja sentimientos de angustia, inseguridad y retraimiento, inclusive resistencia pasiva. Este indicador emocional revela o la incapacidad del sujeto o su rechazo a comunicarse con los demás. Los historiales de los niños que omitieron la boca mostraron una alta incidencia de miedo, angustia, perfeccionismo y depresión. 3- Omisión del cuerpo. Se da más frecuentemente en niños con necesidades educativas especiales, problemas de aprendizaje o lesionados cerebrales. La omisión del cuerpo es habitual en los más pequeños (ver dibujo infantil), no obstante puede ser un signo de la presencia de psicopatología en la etapa escolar. Se hipotetiza, en este último caso, que pueden darse factores de inmadurez, retraso o daño neurológico, pero también pueden darse por perturbación emocional. 4- Omisión de los brazos. La omisión de los brazos refleja ansiedad y culpa por conductas sociales inaceptables que implican los brazos o las manos. Otros estudios (Machover y Levy) lo asocian a depresión y retracción de la gente y del mundo de los objetos. Este último hallazgo no fue confirmado por el estudio de Koppitz. 5- Omisión de piernas. Su ausencia es extremadamente rara incluso en niños pequeños. Se trata de uno de los primeros elementos que reproduce el niño ya en la etapa preescolar. Tienden a aparecer en la secuencia evolutiva del dibujo después de la cabeza y los ojos, aún antes de que empiece a dibujar el cuerpo y los brazos. Por tanto, su ausencia, no sería nunca accidental sino que podría indicar conflicto en esta área o un trastorno emocional con intensa angustia e inseguridad. 6- Omisión de los pies. Este indicador no es significativo hasta los 7 años en las niñas y 9 en los varones. Parece, según el estudio, que no está asociado con ningún tipo específico de conducta o síntoma. No obstante, sí parece reflejar un sentimiento general de inseguridad y desvalimiento. 7- Omisión del cuello. No válido hasta los 9 años para niñas y 10 para los varones. A partir de esa edad, se dio significativamente más a menudo en los dibujos de pacientes clínicos, lesionados cerebrales y niños con conductas disruptivas. Ninguno de los niños bien adaptados ni los que tenían enfermedades psicosomáticas omitieron este rasgo en la figura humana. d) Otros indicadores emocionales no validados 1- Cabeza grande. Parece ser que puede tener diferentes interpretaciones. La cabeza grande es común en los dibujos de los más pequeños. A partir de la etapa escolar se asocia con esfuerzo intelectual, inmadurez, agresión, retardo mental, migraña o preocupación por el rendimiento escolar. Parece, pues, que podría reflejar inquietud por algún aspecto acerca de la adecuación y funcionamiento mental pero no es posible en base a esta prueba determinar cual de ellos está implicado. 2- Ojos vacíos u ojos que no ven. Por una parte han sido descritos como signo normal en los dibujos infantiles y por otra han sido asociados con sentimientos de culpa, vaga percepción del mundo, inmadurez emocional, egocentrismo, dependencia, vouyerismo. Es posible que la interpretación de este indicador sólo pueda efectuarse en población adulta, siendo más controvertida su explicación en niños. 3- Mirada de reojo. Se ha sostenido que la mirada de reojo en el dibujo de la figura humana es un indicio de suspicacia y tendencias paranoides. Su frecuencia de aparición aumenta con la edad (10, 11, 12 años) dándose tanto en población clínica como normal. Otras explicaciones apuntan a timidez, temor al mundo exterior, pero también, habilidad para dibujar (ver figura 2). Se ha observado que los niños más inteligentes dibujan más a menudo miradas de soslayo. El análisis de este indicador debe ser, pues, interpretado en el contexto del dibujo total más que como rasgo independiente. 4- Manos ocultas. Se han asociado con dificultad en el contacto, evasividad, sentimientos de culpa, necesidad de controlar la agresión y rechazo a afrontar una situación (pasividad). Del estudio se desprende que algunos niños ante la dificultad que supone dibujar una mano preferían eludir la tarea ocultando las manos detrás de la figura, cubriéndolas con otro objeto o colocándolas en los bolsillos. Tal conducta no puede ser considerada patológica sino más bien revela un buen juicio. De todas formas, se aconseja interpretar este indicador emocional en base a la presencia o no de otros indicadores emocionales validados (sombreado, dientes...). 5- Figura interrumpida en el borde. La conclusión en el estudio de Koppitz de este indicador no aporta ningún denominador común. Los historiales de los niños que lo presentaron mostraban una gran variedad de problemas y síntomas conductuales. También abarcaban niveles de edad, de C.I. y calificaciones de rendimiento escolar muy variados. Parecería que el significado de la figura cortada depende, por lo menos hasta cierto punto, de cuál parte de la figura ha sido seccionada. Así, el corte de las piernas enteras parece reflejar inseguridad, falta de base o de apoyo seguro. 6- La línea de base o suelo. Por lo general se relaciona con necesidad de apoyo, inseguridad o necesidad de un punto de referencia. Estas hipótesis pueden ser ciertas pero, tal como apunta la autora, los niños pequeños viven en un mundo de "grandes" y dominantes (en función de su edad y tamaño) y es normal que necesiten apoyos. Las líneas de base se han encontrado en diferentes edades tanto en niños como en adultos y no puede considerarse un indicador clínicamente significativo de perturbación emocional. 7- El Sol o la Luna. Han sido asociados con amor y apoyo parental y con la existencia de una autoridad adulta controladora. Estas dos actitudes parentales no son, por supuesto, mútuamente excluyentes. Más niños bien adaptados que pacientes clínicos dibujaron soles en sus dibujos. 8- Las líneas fragmentadas o rotas. Se han asociado con temor, inseguridad, sentimientos de inadecuación, ansiedad, terquedad y negativismo. Parece habitual el incremento regular de las líneas fragmentadas con el aumento de la edad. Se podría argüir que los preadolescentes como grupo tienden a ser inseguros y ansiosos, y que esto se refleja en el empleo de trazos interrumpidos en sus dibujos. |
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