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Curso evolutivo de los miedos


Enviado por   •  12 de Diciembre de 2014  •  Trabajo  •  1.695 Palabras (7 Páginas)  •  156 Visitas

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CURSO EVOLUTIVO DE LOS MIEDOS

Primera infancia.-

Los diferentes estadios de desarrollo conllevan asociados la preponderancia de un tipo u otro de miedos. Según algunos autores, los bebés no comienzan a manifestar el sentimiento de miedo antes de los seis meses de vida. Es a partir de esa edad cuando empiezan a experimentar miedos a las alturas, a los extraños y otros. Estos tres tipos de miedo se consideran programados genéticamente y de un alto valor adaptativo. De hecho su presencia denota un cierto grado de madurez en el bebé.

A esta edad también surge la ansiedad de separación de la figura de apego.

Entre el año y los dos años y medio se intensifica el miedo a la separación de los padres a la que se le suma el temor hacia los compañeros extraños. Ambas formas de miedo pueden perdurar, en algunos casos, hasta la adolescencia y la edad adulta, tomando la forma de timidez. Lo habitual es que vayan desapareciendo progresivamente a medida que el niño crece.

Es en esta etapa, cuando empiezan también a surgir los primeros miedos relacionados con pequeños animales y ruidos fuertes como pueden ser los de una tormenta.Etapapreescolar (2,5-6 años).-

Se inicia una evolución de los miedos infantiles. Se mantienen los de la etapa anterior (extraños, ruidos, etc.) pero van incrementándose los posibles estímulos potencialmente capaces de generar miedo. Ello va en paralelo al desarrollo cognitivo del niño. Ahora pueden entrar en escena los estímulos imaginarios, los monstruos, la oscuridad, los fantasmas, o algún personaje del cine. La mayoría de los miedos a los animales empiezan a desarrollarse en esta etapa y pueden perdurar hasta la edad adulta.

De 6 a 11 años.-

El niño alcanza la capacidad de diferenciar las representaciones internas de la realidad objetiva. Los miedos serán ahora más realistas y específicos, desapareciendo los temores a seres imaginarios o del mundo fantástico.Toma el relevo como temores más significativos el daño físico (accidentes) o los médicos (heridas, sangre, inyecciones).

Puede también presentarse, dependiendo de las circunstancias, temor hacia el fracaso escolar, temores a la crítica y miedos diversos en la relación con sus iguales (miedo hacia algún compañero en especial que puede mostrarse amenazador o agresivo).

El miedo a la separación o divorcio de los padres estaría ahora presente en aquellos casos en el que el niño perciba un ambiente hostil o inestable entre los progenitores.Pre adolescencia.-

Se reducen significativamente los miedos a animales y a estímulos concretos para ir dando paso a preocupaciones derivadas de la crítica, el fracaso, el rechazo por parte de sus iguales (compañeros de clase), o a amenazas por parte de otros niños de su edad y que ahora son valoradas con mayor preocupación.

Suelen también aparecer los miedos derivados del cambio de la propia imagen que al final de esta etapa empiezan a surgir.

Adolescencia.-

Se siguen manteniendo los temores de la etapa anterior pero surgen con mayor fuerza los relacionados con las relaciones interpersonales, el rendimiento personal, los logros académicos, deportivos, de reconocimiento por parte de los otros, etc.

Decaen los temores relacionados con el peligro, la muerte. La adolescencia es una etapa de "ruptura" con la barrera protectora familiar y la necesidad de búsqueda de la propia identidad. Es posible que el joven sienta la necesidad de probarse ante situaciones de riego potenciales como medio de autoafirmarse ante sus iguales y demostrar que ha dejado atrás ciertas etapas infantiles.

EVOLUCIÓN DE LOS MIEDOS EN FUNCIÓN DE LA EDAD

Los miedos infantiles surgen en muchas ocasiones sin ninguna razón aparente, se desarrollan según una secuencia evolutiva predecible y acaban desapareciendo o decreciendo con el paso del tiempo.

Algunos aspectos de lo que atemoriza a los humanos y la forma de demostrarlo pueden considerarse determinados biológicamente -lo cual no significa que sean inmutables-, mientras que otros dependen más bien de aprendizajes y experiencias individuales y sociales. En realidad, como subrayan la mayoría de los autores, las reacciones emocionales humanas están causadas por la interacción de factores biológicos y culturales.

Algunas características del desarrollo infantil y el contexto en el que se desarrolla contribuyen a explicar la frecuente aparición de miedos evolutivos: los avances en la maduración y el aprendizaje, la evolución del sistema nervioso y la maduración de la capacidad perceptiva, hacen que el niño tenga una mejor percepción de los peligros. Puede observarse la aparición súbita de respuestas de miedo a medida que el niño madura y aumenta su campo perceptivo. Tales miedos desaparecen frecuentemente con la misma rapidez con la que surgieron y, como afirma Valles Arángida (1991), sólo podemos inferir que las respuestas perceptivas del niño ante determinado estímulo han sufrido algún cambio como resultado de las interacciones entre aprendizaje y maduración.

Otros aspectos que inciden en la aparición evolutiva de los miedos son la capacidad simbólica y de representación -que lleva al niño a recordar experiencias desagradables y prever que pueden repetirse-, la mayor información acerca de la realidad y las advertencias de los adultos.

Existen muchas gradaciones en la intensidad de aprendizaje necesario para que aparezcan distintos miedos. El miedo a la separación, a los extraños, a los animales, se presentan en la mayoría de los

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