Cuál es la mejor “vacuna” contra la pérdida del conocimiento

hoja cuadriculada tamaño carta y copia la gráfica que irá apareciendo en la diapositiva 4 de los apoyos visuales. Esta gráfica (R2A) al igual que la gráfica R1A tiene en el eje horizontal el tiempo y en el vertical el porcentaje de recordación de la información. A diferencia de la curva R1A, el eje horizontal ahora representa el tiempo transcurrido después de haber adquirido un conocimiento. La escala se considera semi-logarítmica ya que en el eje vertical es normal, sin embargo, en el horizontal partimos de 1 hora a 24 horas, a 48 horas, a 1 semana, a 1 mes y a 3 meses.

¿Cuál crees que sea la curva representativa de la pérdida de la memoria conforme pasa el tiempo? Dibújala en la gráfica y compárala con lo que la gente piensa al respecto. Como verás en la gráfica de la diapositiva 6, hay personas que piensan que el conocimiento se mantiene durante la primera semana y que luego cae proporcionalmente en el tiempo. Algunos otros piensan que el porcentaje de recordación cae en forma lineal a través del tiempo. Otros que la recordación cae más al principio y después va disminuyendo más lentamente. Los más aventurados piensan que la recordación cae fuertemente (a las 24 horas menos del 20%) y después se estabiliza y se convierte en una curva asintótica. Todas estas respuestas no son correctas.

Analicemos qué es lo que realmente ocurre. Sorprendentemente, durante la primera hora (aproximadamente) después del aprendizaje, en lugar de que el nivel de recordación decaiga, ¡éste aumenta! (diapositiva 8) ¿A qué crees que se deba esto? La explicación es que el cerebro después de una sesión de aprendizaje entra en la modalidad de “extra-integración”. Cuando estás en una sesión de aprendizaje (o leyendo un libro, o viendo un video) tu cerebro está primordialmente en la modalidad de “intra-integración”. Es decir, integras lo que estás viendo y escuchando con lo que sigue, excepto en los periodos de soñar despierto, donde vuelves a la modalidad de extra-integración.

Como recordarás en el módulo 1, una de las habilidades del lado derecho del hemisferio cerebral es el soñar despierto, fenómeno que también se le conoce como “extra-integración”. En estos periodos el cerebro está muy activo tratando de encontrarle sentido a la información que acaba de adquirir y haciendo asociaciones con la información existente para crear contextos de aprendizaje. En otras palabras, el cerebro en su afán por “completar” (efecto Gestalt) y por darle lógica a las cosas, trata de asociar la información nueva con la que ya tiene y así entenderla mejor. Es por eso que teóricamente existe un incremento en la recordación, el cual alcanza su cenit entre el minuto 10 y 60 después de haber recibido el aprendizaje.

Se recomienda que desde el momento que acabó el aprendizaje (clase, conferencia, lectura, etc.) hasta 1 hora después, se haga otra actividad diferente a seguir aprendiendo como descansar, platicar con los amigos o hacer un deporte, ya que el cerebro es mucho más efectivo para integrar información cuando se le deja trabajar sin interferencias. Por ello la curva de recordación aumenta unos puntos porcentuales durante esta etapa (1 hora aproximadamente).

Lo que pasa después, si no se hace nada con el conocimiento adquirido, es que el nivel de recordación se desploma vertiginosamente y a las 48 horas baja a menos del 5% (diapositiva 9). Al pasar más tiempo, la recordación sigue bajando paulatinamente hasta llegar prácticamente a cero entre los 3 y 6 meses (diapositiva 10) de haber adquirido el conocimiento. Si extendemos la línea de tiempo, ¿qué crees que pasa? Ocurre algo peor que perder el conocimiento por completo: ¡éste se empieza a utilizar en forma incorrecta! (Se representa en la gráfica de la diapositiva 11 como un conocimiento negativo.)

La explicación es que el cerebro en su afán de encontrarle sentido a la información que está difuminada y desperdigada, empieza a utilizarla en forma incorrecta. Un ejemplo es la típica conversación entre esposos donde se contradicen entre ellos respecto a la forma en que un evento ocurrió. Entre más haya pasado el tiempo es muy probable que los dos estén equivocados.

¿Qué hacer entonces para que el conocimiento no se pierda?

La clave está en aprender cómo usar los ritmos de la memoria y en utilizar los mapas mentales para fijar en la memoria de largo plazo el conocimiento adquirido.

¿Cuál es el punto clave en el tiempo para aplicar la primera “vacuna” contra el olvido?

El primer momento clave es a la hora (o antes) de haber finalizado un aprendizaje (diapositiva 13). La razón es clara: es cuando el nivel de recordación se maximiza (> 80%).

¿Cuál es la mejor “vacuna” contra la pérdida del conocimiento?

Si lo que se está aprendiendo es una nueva habilidad como aprender a hablar un nuevo lenguaje, tocar piano o jugar tenis, la mejor “vacuna” es practicar lo aprendido lo antes posible (1 hora o menos después del aprendizaje). Dependiendo de la habilidad aprendida esta práctica puede llevar de 10 minutos a 1 hora. También dependiendo de la disciplina se debe practicar por lo menos una vez por semana. En disciplinas como el golf, por ejemplo, Tiger Woods o Vijay Singh le pegan a más de 1,000 bolas diariamente con el objeto de mantener la memoria muscular de su swing en forma óptima.

Si lo que se aprendió es información teórica (o teórico-práctica) como en la mayoría de las materias que se cursan en el TecMilenio, la mejor “vacuna” es desarrollar las notas del curso a través de un mapa mental (esta técnica se aprenderá en la siguiente actividad) y revisarlas y organizarlas antes de

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