CÓMO USAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Enviado por avarussian • 26 de Octubre de 2013 • Tesis • 3.777 Palabras (16 Páginas) • 365 Visitas
CÓMO USAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
EN TIEMPOS DE CAMBIO
1. LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Estarás de acuerdo conmigo en que las emociones están presentes en todos los momentos de nuestras vidas y ello debe llevarnos a preguntarnos si en general las personas sabemos manejar esas emociones, ya que un manejo adecuado de las mismas puede facilitarnos el éxito (como logro de los objetivos que nos proponemos). De hecho las normas que gobiernan el mundo laboral están cambiando. En la actualidad no sólo se juzga por la inteligencia del individuo y por la formación y experiencia, sino también por la forma de relacionarnos que tenemos con el resto de las personas.
Un coeficiente alto en este sentido sería aquél que conoce sus emociones negativas y sabe cómo controlarlas o corregirlas, ya que afectan a toda nuestra vida.
La clave, por tanto, está en conocer nuestras conductas y saber cómo manejarlas.
La IE es una forma de interactuar que tiene muy en cuenta los sentimientos y comprende un amplio abanico de habilidades:
- control de impulsos,
- autoconciencia,
- motivación,
- entusiasmo,
- empatía,
- autodisciplina, etc.
La IE se aplica a dos grandes grupos:
- El área intrapersonal
- El área interpersonal.
Se viene estudiando desde hace muchos años pero desde 1.990 Peter Salovey y J. Mayers, la estudiar y nos ofrecieron excelentes conclusiones, enseñanzas y descubrimientos sobre las emociones, aunque fue Daniel Goleman en el año 1.995 el que la aterrizó e hizo entendible para el gran público, la hizo práctica, mucho es criticado Goleman por ello, sin embargo prefiero pensar que gracias a él y su libro “La práctica de la Inteligencia emocional” se divulgó y entendió enormemente para el mundo entero.
1.1. AREA INTRAPERSONAL
Formada por las competencias que determinan la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos. Comprende:
Conciencia de uno mismo o Autoconocimiento:
Conocer los propios estados internos, recursos, intuiciones y preferencias. Implica:
1. Consciencia emocional: reconocer las propias emociones y sus efectos. ¿Te das cuenta cuándo empieza una emoción? O ¿te das cuenta cuando ya está en la cima de su expresión? O peor aún ¿te das cuenta cuando ya es demasiado tarde?
2. Valoración adecuada de uno mismo: Conocer las propias debilidades y puntos fuertes.
3. Auto confianza: seguridad en la valoración que hacemos de nosotros mismos y sobre nuestras capacidades.
Autorregulación:
Controlar nuestros estados, impulsos y recursos internos.
Comprende:
1. Autocontrol: capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos conflictivos.
2. Honestidad: fidelidad al criterio de sinceridad e integridad.
3. Disciplina. Aceptar la responsabilidad del cumplimiento personal.
4. Flexibilidad para afrontar los cambios.
5. Innovación: Sentirse cómodo y abierto ante nuevas ideas y nueva información.
Motivación:
Tendencias emocionales que guían o facilitan la obtención de nuestros objetivos. Comprende:
1. Motivación para mejorar: esforzarse por mejorar o conseguir un determinado criterio de excelencia.
2. Compromiso: Alinearse con los objetivos de un grupo u organización.
3. Iniciativa: Disposición para afrontar las oportunidades. (Proactividad)
4. Optimismo: Tenacidad para conseguir los objetivos a pesar de los obstáculos. Fórmula del éxito: E = [ (I + A 2) (F x P) ] D
Para saber si un cliente está motivado sólo cuenta un criterio: los resultados que crecen o disminuyen.
No existe ninguna correlación directa entre la motivación expresada y la motivación real, de ahí la necesidad de escrutar, sondear más allá de las apariencias. Como coach, tienes que ser consciente de que son los resultados los que hacen o deshacen una motivación. Por ejemplo: el resultado de las tareas de la semana. Si quieres saber si tu cliente está verdaderamente motivado, espera a la sesión siguiente y observa. Si empieza entusiasmado o eventualmente las dificultades que ha encontrado para hacer las tareas, pero las ha hecho, tienes un cliente motivado. Si, por el contrario, se justifica, te da excusas y, a veces muy inteligentemente, te da razones por las que no ha podido hacer el trabajo, pregúntate por su motivación y confróntala con esta última.
Establecer una relación motivadora y estimulante: “el proceso de motivación”
El proceso de Motivación se descompone en doce puntos que permiten motivar y movilizar al individuo. Motivar a una persona puede ser un arte y una técnica.
Un buen coach importa angustia y exporta energía positiva. Así que puedes usar y abusar de este modelo y preguntarte:
- ¿Yo mismo/a, tengo claro el conjunto de este modelo? ¿Lo utilizo para mí? Antes de motivar a otro, hay que averiguar si yo mismo estoy motivado/a.
- ¿Qué puntos son los que voy a emplear sistemáticamente hoy en mi sesión?
Los doce puntos del modelo son:
1. Validar a la persona.
2. Responsabilidad.
3. Estimulación positiva.
4. Objetivo centrado en un ideal.
5. Nivel alto de exigencia.
6. Formulación de retos (pruebas de competición)
7. Enmarcar límites.
8. Asistencia técnica y afectiva.
9. Aprendizaje constante.
10. Entorno positivo.
11. Organización de la motivación.
12. Escucha de las oportunidades.
1. VALIDAR A LA PERSONA
Es aceptarla incondicionalmente. Es el punto número uno ya que el acompañamiento de la persona está fundado en esta validación. Validar a una persona significa aceptarla tal y como es. De hecho, veo a la persona como es, con sus cualidades y defectos. La veo donde está y no donde me gustaría que estuviera, no con las cualidades que me gustaría que tuviera, no con los defectos que veo.
Validar a una persona es verla como ves a un niño o a un bebé. No podemos decir que un bebé es idiota o que es esto o lo otro. A un bebé se le quiere incondicionalmente por lo que es. Acepta incondicionalmente a tu cliente.
Piensa en las personas que, hoy, te aceptan como eres, te valoran, te apoyan, te hacen un sitio, creen en ti, confían en ti.
2. RESPONSABILIDAD
Cuanta más responsabilidad das a una persona, más poder personal le otorgas. Responsabiliza a tu cliente. Es además, la razón de ser del coaching: hacer que el otro sea responsable y autónomo, con él y
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