DESARROLLO HUMANO ENFOQUE EXISTENCIAL
Enviado por Jok Mar • 20 de Agosto de 2015 • Ensayo • 66.007 Palabras (265 Páginas) • 196 Visitas
Por ejemplo, Recovery, Inc., el programa de autoayuda de la nación más amplio y de mayor antigüedad para pacientes psiquiátricos actuales y antiguos, está básicamente organizado siguiendo unas líneas didácticas. Fundada en 1937 por el ya fallecido Abraham Low, esta organización tenía casi mil grupos funcionando en 1993, con una atención anual a unas doscientas setenta y cinco mil personas. Los miembros son voluntarios, y los conductores de grupo surgen de entre los miembros. Aunque no haya una guía profesional formal, la conducción de los encuentros ha sido altamente estructurada por el doctor Low; se leen en voz alta y se discuten en cada encuentro partes de su libro de texto Mental Health Through Will Training.15 La enfermedad psicológica se explica sobre la base de unos pocos y sencillos principios que los miembros memorizan. Por ejemplo, el síntoma neurótico es angustioso, pero no peligroso; la tensión intensifica y sustenta el síntoma, y debería ser evitada; el uso de una voluntad libre es la solución para los dilemas nerviosos del paciente.
Muchos otros grupos de autoayuda ponen fuertemente de relieve la información participada. Grupos tales como Supervivientes adultos del incesto, Padres anónimos, Jugadores anónimos, Haga que hoy cuente (para pacientes de cáncer), Padres sin pareja, y Corazones reparados alientan el intercambio de información entre sus miembros y a menudo invitan a expertos para dirigirse al grupo.
La literatura reciente sobre terapia de grupo abunda en las descripciones de grupos especializados para pacientes que padecen algún desorden específico, o que afrontan alguna crisis vital, como por ejemplo: obesidad, bulimia, adaptación después del divorcio, violación, adaptación de la autoimagen después de una mastectomía y dolor crónico.
Además de ofrecer apoyo mutuo, generalmente estos grupos incorporan un enfoque cognitivo de la terapia, ofreciendo una instrucción explícita sobre la naturaleza de la enfermedad del paciente o sobre su situación vital, y examinando las concepciones erróneas y las respuestas autodestructoras hacia su enfermedad. Por ejemplo, los conductores de un grupo para pacientes con desórdenes de pánico describen la causa psicológica de tales desórdenes: la tensión y la excitación elevadas incrementa el flujo de adrenalina, que puede dar como resultado una respiración agitada y entrecortada, además de vértigo; esto, a su vez es mal interpretado por el paciente («Me estoy muriendo; me estoy volviendo loco»), lo que solamente exacerba el círculo vicioso. Los terapeutas discuten la naturaleza benigna de los ataques de pánico y ofrecen instrucción a los miembros del grupo, primero sobre cómo favorecer un ataque moderado, y después sobre cómo evitarlo. Los conductores prestan una atención especial en proporcionar una instrucción detallada sobre técnicas respiratorias adecuadas y una relajación muscular progresiva.
Los conductores de grupos con pacientes de VIH-positivo ofrecen una considerable información médica referente a la enfermedad, corrigen temores irracionales (por ejemplo, temores enormemente exagerados sobre las infecciones), y proporcionan consejo sobre cómo contar a los demás la propia situación, forjar un estilo de vida diferente, menos autoinculpatorio, y buscar ayuda, tanto profesional como no profesional.
Los conductores de grupos constituidos por sujetos que han sufrido la pérdida de un ser querido pueden proporcionar información sobre el ciclo natural al que está sujeta la aflicción en estos casos, de modo que ayude a los miembros del grupo a darse cuenta de que hay una secuencia del dolor a través de la cual están progresando, y de que habrá una natural, y casi inevitable, calma para su sufrimiento. Los directores pueden ayudar a los pacientes a anticipar, por ejemplo, la fuerte congoja que sentirán con cada fecha significativa (vacaciones, aniversarios, cumpleaños) durante el primer año de luto.
La instrucción didáctica ha sido así empleada de diversos modos en la terapia de grupo: para transferir información, para alterar los patrones de pensamientos destructivos, para estructurar el grupo, para explicar el proceso de la enfermedad. A menudo, tal enseñanza funciona como una fuerza inicial de cohesión en el grupo, hasta que se hagan operativos otros factores terapéuticos. No obstante, en parte, la explicación y la clarificación funcionan como agentes terapéuticos efectivos por propios derechos. Los seres humanos siempre han aborrecido la incertidumbre, y a través de los tiempos han buscado el orden del universo proporcionando explicaciones, principalmente religiosas o científicas. La explicación de un fenómeno es el primer paso hacia su control. Si una erupción volcánica está producida por un enfado divino, habrá al menos una esperanza de satisfacer a Dios.
Frieda Fromm-Reichman subraya el papel de la incertidumbre en la producción de ansiedad. Señala que de darse cuenta de que uno no es su propio timonel, que las propias percepciones y la conducta están controladas por fuerzas irracionales, es en sí mismo una fuente importante de ansiedad. Jerome Frank, en un estudio posterior a la Segunda Guerra Mundial, sobre las reacciones de los americanos hacia una enfermedad desconocida en el Pacifico Sur (schistosomiasis), demostró que el bloqueo por la ansiedad producida por la incertidumbre a menudo crea más estragos que la propia.
Esto es lo que pasa con los pacientes psiquiátricos: el temor y la ansiedad que son el resultado de la incertidumbre respecto a la fuente, la significación, y la gravedad de los síntomas psiquiátricos pueden así agravar la infelicidad total, lo que hace mucho más dificultosa una exploración efectiva. La instrucción didáctica, al proporcionar una estructuración y una explicación, tiene un valor intrínseco y merece un lugar en nuestro repertorio de instrumentos terapéuticos.
A diferencia de la instrucción pedagógica explícita del terapeuta, en cada terapia de grupo tiene lugar, sin excepción, el consejo directo de sus miembros. En los grupos terapéuticos de dinámica interactiva, invariablemente constituye una parte de la vida inicial del grupo y ocurre con tal regularidad que puede utilizarse para estimar la edad del grupo. Si observo un grupo en el que los pacientes dicen con alguna regularidad cosas tales como «Pienso que deberías. . .», o «Lo que podrías hacer es.», o « ¿Por qué no. . . ?», entonces puede ocurrir tanto que el grupo sea joven como que sea un viejo grupo que afronta alguna dificultad que ha impedido su desarrollo o ha llevado a cabo una regresión temporal. El proporcionar consejo es común al principio de la terapia de grupo interactivo, pero es raro que una sugerencia específica para algún problema vaya a beneficiar a cualquier paciente. No obstante, indirectamente, el consejo dado sirve a un propósito; el proceso, más bien que el contenido del consejo puede ser beneficioso) implicando y expresando, cuando sucede, interés y atención mutuos.
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