DISGLOSIA
Enviado por yllaconzaparedes • 5 de Junio de 2014 • 3.535 Palabras (15 Páginas) • 553 Visitas
ALTERACIONES DE LA ARTICULACIÓN: DISGLOSIAS.
Nos encontramos ante un trastorno de la articulación de origen no neurológico central y provocado por lesiones físicas o malformaciones de los órganos articulatorios periféricos. De ahí que la disglosia o dislalia orgánica sea un trastorno en la articulación de los fonemas debido a una alteración orgánica de los órganos periféricos de habla.
1. Clasificación etiológica:
Las causas de las disglosias pueden ser varias, ubicadas en diferentes órganos del habla, únicas o asociadas (PERELLÓ Y TRESSERA, 1990). Podemos citar los traumatismos, las parálisis periféricas, las anomalías adquiridas debido a lesiones en la estructura orofacial o de extirpaciones quirúrgicas.
Teniendo en cuenta el órgano periférico del habla en el que se produce la malformación, vamos a distinguir los siguientes tipos de disglosias.
1.1. Disglosias labiales: La dificultad articulatoria se produce como consecuencia de una alteración en la forma, movilidad, fuerza o consistencia de los labios.
Entre las causas más frecuentes de la disglosia labial podemos mencionar las siguientes:
1.1.1. Labio leporino: Es una malformación congénita de diversos grados que abarca desde la simple depresión del labio superior hasta su total hendidura, la cual suele ir asociada a fisura palatina y hendidura alveolar. La malformación puede ser unilateral o bilateral, según que la afectación se produzca en uno o en ambos lados a la vez. La manifestación más grave de fisura labial es la denominación labio leporino, medio o central, entendido como una malformación rara caracterizada por la falta de unión de los dos mamelones nasales internos.
PERELLÓ Y TRESSERA (1990) sostienen que la mayor parte de las fisuras medias del labio superior no son verdaderos labios leporinos centrales, sino labios leporinos bilaterales con aplasia (falta de desarrollo total o parcial de un órgano o tejido) e hipoplasia (disminución del volumen de un órgano o tejido) del filtro.
Como consecuencia de esta malformación congénita (labio leporino en cualquiera de sus formas), el habla del sujeto se verá especialmente afectada tanto en la articulación de los fonemas vocálicos posteriores o velares (/u/, /o/) como en los fonemas consonánticos bilabiales (/p/, /b/, /m/).
Por consiguiente, se hace necesaria una intervención logopédica, señalándose como edad ideal para la misma los seis meses de edad.
1.1.2. Frenillo labial superior hipertrófico: Su presencia dificulta la normal movilidad del labio superior, produciendo un diastema (espacio entre dos dientes contiguos entre los incisivos centrales. Como consecuencia aparece una dificultad en la articulación de los siguientes fonemas: /p/, /b/, /m/, /u/.
En todo caso, y siempre por principio, no somos partidarios de recomendar a la familia la intervención quirúrgica de los menores que presenten tal anomalía, máxime cuando en la mayoría de los casos la experiencia nos demuestra que los niños/as llegan a articular adecuadamente aquellos fonemas con una intervención logopédica planificada, por lo que evitaremos la situación traumática que la intervención quirúrgica suele provocar, siempre que sea posible.
Autores como PERELLÓ Y TRESSERA (1990) subrayan que solo se considera patológico un frenillo si se produce un retraso o imposibilidad de erupción de los dientes laterales o caninos que pueda ser atribuido a dicho frenillo.
1.1.3. Fisura del labio inferior: Generalmente suele ir acompañada de labio leporino superior, aunque también se puede dar de forma aislada.
1.1.4. Parálisis facial: Suele producido con cierta frecuencia entre la población infantil por diversas causas: trauma obstétrico (fórceps), afecciones supuradas del oído medio,… también puede estar asociada a casos de poliomelitis o difteria. La parálisis puede afectar a uno (unilateral) o a ambos (bilateral) lados de la cara. En el primero de los casos la disglosia suele ser poco perceptible, mientras que en el segundo la articulación fonemática está considerablemente afectada en los siguientes fonemas o sonidos: /f/ en lugar de /p/; (b) en lugar de /b/; /n/ en lugar de /m/; /o/, /u/ con poca claridad.
1.1.5. Macrostomia: El alargamiento de la hendidura bucal o macrostomia suele asociarse a malformaciones del pabellón auricular. En ocasiones también pueden verse afectadas las mandíbulas y los ojos.
La fisura suele comenzar en el ángulo de la boca; según su extensión se distinguen:
a) Macrostomia incompleta, cuando se prolonga a lo largo de la cara pero en poca extensión. La boca aparece grande, con un labio inferior ancho y prominente.
b) Macrostomia completa, cuando la fisura se prolonga hasta el borde anterior del masetero o incluso más.
En general la macrostomia se acompaña de atrofia del maxilar inferior o anomalías del oído externo y medio.
1.1.6. Heridas labiales: Rara vez las heridas en los labios causan problemas en el habla por lo que habremos de cerciorarnos, en caso de producirse algunas alteraciones articulatorias, si son debidas a lesiones orgánicas o de etiología funcional. (Dislalia).
1.1.7. Neuralgia del trigémino: BELL Y MAGENDIE (1821) demuestran que el nervio trigémino es el responsable de la sensibilidad de la cara y no el facial, por lo que los síndromes dolorosos de la cara se deben principalmente a alteraciones de las diversas ramas del trigémino. Se trata de un dolor brusco, muy intenso y generalmente de corta duración, que aparece en cualquiera de las zonas de la cara inervadas por las tres ramas sensitivas del trigémino (oftálmica, maxilar superior y maxilar inferior).
1.2. Disglosias mandibulares: Se trata de un trastorno en la articulación de los fonemas debido a una alteración en la forma de uno o varios maxilares.
El origen puede ser congénito, del desarrollo, quirúrgico o traumático.
Las causas más frecuentes de las disglogias mandibulares serían:
1.2.1. Resección del maxilar superior/ inferior que pueden ser ocasionados por accidentes, tumores.
1.2.2. Atresia mandibular: Anomalía producida como consecuencia de una detención en el desarrollo del maxilar inferior de origen congénito (raquitismo, trastornos endocrinos,…) o adquirido (chupar el dedo, uso de chupete,…). Como consecuencia de la atresia mandibular se produce una mala oclusión de los maxilares presentando los sujetos que la padecen la llamada “cara de pájaro”. De igual forma se producen anomalías en la posición de los dientes.
En ocasiones la desproporción
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