Depresión una enfermedad que no distingue edad

Depresión una enfermedad que no distingue edad

La depresión es una enfermad que afecta el estado de animo de las personas, pero que no solamente afecta a los adultos que se ven expuestos a grandes cuadros de estrés o cambios abruptos en sus vidas, sino que también afecta a niños y adolescentes. El aumento de esta enfermad ha presentado un incremento alarmante en este sector desprotegido de la población. Aunque para muchos resulta impensado que esta enfermad se dé en niños y adolescentes que no se ven afectados a grandes cuadros de estrés, ni a ritmos de vida acelerados, si se da y de manera mucho más significativa y grave, ya que ellos no cuenta con la herramientas necesarias para hacer frente a una enfermedad tan compleja y sobre todo silenciosa como lo es la depresión. En este ensayo demostraré como este sector tan vulnerable de población (infanto-adolecente) si se ve afectado por esta enfermedad e intentaremos dilucidar sus causales y detonantes.

        Un estudio del hospital pediátrico Exequiel González Cortes determinó que en nuestro país la depresión infantil fluctúa entre el 3% y un 10% de la población infantil. Según la doctora y psicóloga Ximena Godoy la depresión en menores era altamente impensada porque se supone que los niños pequeños no lograrían caer en este cuadro debido a que su nivel cognitivo no se lo permite, sin embargo en el estudio realizado en el hospital Exequiel González arrojó algo totalmente distinto. Dentro de los casos de presión infantil más estremecedores fue el de un menor de 4 años, que a pesar de su corta edad era totalmente consciente del cáncer terminal que sufría su madre, es decir, un infante de corta edad era capaz de asimilar y comprender que su madre moriría, que dejaría de estar con ella físicamente y que no podría gozar más de su amor y compañía, ¿Se imaginan lo doloroso que debió ser esta situación tan compleja para un menor de tan solo 4 años de vida? Si para un adulto con criterio formado es sumamente difícil aceptar la pérdida de un ser querido ¿no será muchísimo peor para un menor?  Claramente los niños están en gran medida mucho más expuesto a caer en cuadros depresivos. Es así como relata la doctora Ximena Godoy (2008) que un día de invierno lluvioso encontró a esta menor en el patio del hospital bajo la implacable lluvia descalza, al preguntarle a la menor que hacía en ese lugar y en tamañas condiciones condiciones climáticas, a lo que ella respondió que quería enfermarse mortalmente para ir con su madre al cielo, en otras palabras se trataba de un intento de suicidio, “Además de que un niño piense en quitarse la vida, que sería el caso de depresión más severa, este trastorno provoca problemas en el desarrollo y adaptación social en edades más tardías”, comenta la doctora Godoy. Muchos pre-escolares llegaron al hospital por casos similares, intentos de suicidios con diferentes artículos como cordones de zapatos, sabanas o correas. Los niños que viven bajo una gran tensión, que han experimentado la perdida de uno de sus padres, la separación o divorcio, que poseen desordenes atenciones o de conducta, discapacidades en aprendizaje o problemas de salud mental corren mayor riesgo de sufrir de algún tipo y grado de depresión infantil.

        Si nos situamos solo en el nivel cognitivo de los menores es posible afirmar que éstos no podrían caer en estos cuadros depresivos, ya que su cerebro tendría una percepción distinta de la realidad el cual bloquearía episodios críticos como un mecanismo de defensa impidiendo al menor caer en depresión y esto sería facilitado aún más por el grado de inocencia y fantasía del menor, pero aún de esta manera es imposible negar que los niños están sumidos también a grandes cuadro de estrés, el rendimiento y competencia escolar por ejemplo parece ser una de las grandes detonantes de depresión infantil. La competitividad escolar que se da hoy en día es reflejo de una sociedad en donde la felicidad es sinónimo de éxito laboral,

carreras universitarias con cierto “prestigio” a nivel social (abogado, arquitecto, doctor, etc) y gran poder adquisitivo, esto ha llevado a que los niños también se vean fuertemente influenciados por esta filosofía de vida, más que aprender en conjunto con sus pares, compartir con ellos, generar lazos de amistad y lealtad hoy la etapa escolar no es más que una carrera por quién llega primero a ser exitoso según los parámetros dictados por esta sociedad ¿no esto una imposición de la cual los niños jamás pidieron participar? Y por si esto fuera poco tenemos otro factor que desde algunos años se presenta como una de las principales causas de presión infantil en esta escolar, el “bullying”. El Bullying, el termino viene del inglés “bully” que significa “matón” o “agresor” y fue conceptualizado por el psicólogo Dan Olweos en la década de los setenta y se refiere al maltrato que se produce entre los mismos alumnos en la etapa y contexto escolar, tiene que ver con la intimidación, aislamiento, amenazas, insulto, o hasta agresión física en contra de una víctima o víctimas señaladas. En chile según la doctora Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente y académica de la Universidad de Chile señala que de una muestra de 7.737 escolares de edades entre 10 a 18 años, el 14,7% que dijo ser víctima de bullying,  arrojando una calidad de vida 2,6 veces inferior a la de quienes no estaban afectados, investigadores británicos señalan que el bullying es uno de los principales factores de riesgo de depresión.

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