Desarrollo Personal.

DESARROLLO PERSONAL

Mi nombre es Sofia y tengo 26 años, mi vida hasta ahora ha transcurrido en el seno de mi familia, quienes representan el origen de mis ideales, experiencias y expectativas. Desde muy pequeño aprendí sobre la responsabilidad y el respeto a mis padres que con mucho ahincó lo inculcaron en mis hermanos y en mí. La habilidad de aprender de los errores que cometen los demás la aprendí de mis hermanos, todo con la finalidad de no ser castigado aunque por ser el menor muy pocas veces fui castigado.

Tener a mis abuelos, tíos y cantidad de primos cerca me dio la capacidad para desarrollar el amor por ellos y un apego emocional muy grande; compartir lo poco y lo mucho fue una enseñanza de mis abuelos que hasta el día de hoy recuerdo y siempre llevo presente, todos estos valores ya los tenía muy claros mucho antes de comenzar mis estudios escolares.

Desde que aprendí a leer, todo lo que pasaba por mis manos le tenía que dar al menos una ojeada y rebuscar sobre temas que por mi corta edad desconocía, esto me llevo a conocer sobre temas adultos y hacer preguntas que no debía. Aunque en la escuela también se deben aprender valores y a desarrollar nuestras capacidades, siento que todo eso lo aprendí en casa antes de pasar por la escuela, la puntualidad, es respeto a los mayores, esperar tu turno para hablar y saber cómo expresar mis ideas sin herir a los demás fueron cosas que en casa se hablaban a diario.

Época de bachillerato y la adolescencia plena, tiempo donde muchos jóvenes aprovechan para liberarse un poco de casa, ser rebelde, hacer nuevas amistades y sentirse, al menos un poco, como adultos; esta etapa como le es para la mayoría fue un poco dura, la presión y los quehaceres eran mayores y además descubrir quién era y quien quería ser, no pensar en eso fue la solución.

Amigos y profesores marcaron mi capacidad para aprender cosas nuevas y adaptarme a los cambios para lo que siempre he sido muy malo, en casa siempre fue muy tranquilo pero comencé a comparar mi vida con la de mis amistades, quienes peleaban con sus padres, eran maltratados y otros solamente ignorados, y por alguna extraña razón lo que había aprendido de los libros me sirvió para más que un amigo un concejero, no tenía mucho que decir pero esas palabras siempre sirvieron para confortar a aquellos que me rodeaban.

Trabaje desde muy joven no porque lo necesitaba sino por ayudarle a mi hermano en su negocio y además porque mi padre siempre nos inculco que trabajar desarrolla el carácter que nos hace ser adultos, con esta nueva experiencia fue aprendiendo lo que es la responsabilidad de cumplir un horario que no fuera escolar, a tratar las diferentes formas de pensar de los clientes y adaptarme a sus necesidades que eran las que tenía que satisfacer, un poco complicado pero poco a poco lo pude dominar.

Las actividades extracurriculares como la música y el baila formaron parte de mi desarrollo, de ellas aprendí que la disciplina es la base para lograr todas las metas que nos propongamos, la constancia y ser perseverante se derivan de ella, sin estas nos rendiríamos en el camino. En este mundo la diversidad de personas que me levo, sus maneras de vestir, pensar, actuar, nada parecido a lo que en casa había aprendido pero por una extraña razón me sentí cómodo, respetar y aceptar a cada quien por lo que es y no por lo que nos transmite con su apariencia física fue una de las mejores cosas que pude desarrollar.

Algunos otros trabajos, unos años en la universidad para luego retirarme por pensar que esa carrera (administración) no era lo mío; muchas veces tenemos que errar para aprender, pero hay momentos en lo que solo necesitamos un buen concejo pero ese nunca llega y tomamos decisiones incorrectas, en el tiempo en que solo me dedique a trabajar me di cuenta que lo poco que había aprendido de la universidad había desarrollado capacidades que antes no tenía, debía reconsiderar las cosas.

Y aquí estoy luego de tanto, ahora estudio dos carreras, una casi por culminar y Administración la que alguna vez pensé que no era el camino que debía seguir, además sigo trabajando, todo aquello que aprendí en mi niñez lo convertí en herramientas que me ayudan a desenvolverme en el ambiente laboral, y aunque no tengo mucho tiempo para vida social, aun comparto con mi familia que siguen siendo mi origen pero ahora son por quienes debo luchar para alcanzar mis objetivos en la vida.

La forma en que somos criados nos marca para siempre, pero son las vivencias propias las que nos ayudan a desarrollar nuestras capacidades de entender todo aquello que alguna vez nos enseñaron, vivir sin valores trae consecuencias graves y las vivimos a diario, pero también existe un pequeño margen de aquellos que aunque no tienen quien los prepare para los desafíos de la vida surgen mas fuertes porque los golpes y los errores también enseñan.

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