Desarrollo Social
Enviado por naya1977 • 14 de Abril de 2013 • 1.666 Palabras (7 Páginas) • 2.207 Visitas
¿Qué implicaciones tiene en la conformación de la personalidad, la interiorización de conceptos y las reglas sociales?
La personalidad puede describirse como el conjunto de características o patrón de sentimientos y pensamientos ligados al comportamiento, es decir, todos los pensamientos, sentimientos, actitudes, hábitos y conducta de cada individuo que persiste a lo largo del tiempo frente a distintas situaciones distinguiendo a un individuo de cualquier otro y haciéndolo diferente a los demás.
La personalidad será fundamental para el desarrollo de las demás habilidades del individuo y para la integración con grupos sociales, ya que para que una persona sea completa necesita de un grupo social y en algunas ocasiones su personalidad no le permite adaptarse ya que es diferente al grupo y este es rechazado. En buena parte, la personalidad está determinada por los genes, que nos proporcionan una gran variedad de predisposiciones. Pero el ambiente y las experiencias de la vida (padres, cultura, sociedad, amistades, etc.) se ocupan de moldear todas esas posibilidades en una dirección u otra. Por tanto, aunque podamos cambiar nuestra forma de ser, lo hacemos en base a esas características de personalidad con las que hemos venido al mundo.
Conforme a la perspectiva del aprendizaje social, el desarrollo social y el de la personalidad son ante todo un producto del ambiente. Los primeros, castigos y modelos de la conducta configuran y moldean el resultado final (Craig, 1992).
La conducta humana podría ser descrita a través de tres de sus componentes: pensamientos, sentimientos y acción. De acuerdo a Craig Grace (1992), la personalidad es el conjunto dinámico de características físicas, psicológicas, intelectuales y culturales que distinguen a una persona dentro de un grupo social. Esta se va adquiriendo desde el nacimiento, de manera dialéctica con el medio social en que se desarrolla el individuo. Pues en su interacción con todo lo que le rodea, irá construyendo la gama de reglas, normas y significados culturales de la sociedad en la que vive.
“La conducta social adecuada depende de la situación y de los criterios culturales y familiares. La agresión no siempre es mala, y el altruismo no siempre es bueno” (Craig, 1992).
El desarrollo humano no es posible sin la existencia de la sociedad, ya que desde que nacemos se nos somete a su influencia, cuya presión hará aprender las reglas sociales, el lenguaje y la cultura de la misma. El ser humano no vive aislado sino que vive en una sociedad, en la que debe relacionarse y vivir, razón por la que se justifica la socialización.
Así a la socialización se le define como el proceso mediante el cual los individuos pertenecientes a una sociedad o cultura aprenden a frenar sus instintos antisociales e interiorizan un repertorio de normas, valores y formas de percibir la realidad, que los dotan de las capacidades necesarias para desempeñarse satisfactoriamente en la interacción social; aún más allá de esta, puesto que las habilidades intelectuales y emocionales se adquieren a través de actividades interactivas.
Varias corrientes psicológicas y filosóficas sostienen que la identidad individual es el concepto que la persona tiene de sí misma, sus modelos cognitivos y sus impulsos emotivos. Es ella misma el resultado de la socialización. Las dos anteriores se desarrollan de manera dialéctica; la personalidad en el individuo es fuertemente influenciada por el medio social y viceversa, empezando esta desde niños, donde aprendemos lo que es una conducta buena o mala, manejando los sentimientos de una forma socialmente correcta, en los niños durante los cuatro años importantes que van de los 2 a los 6 años hay un crecimiento drástico en el autocontrol y la competencia social. El sentido de la identidad personal y cultural, que aparece entre los 2 y 6 años se acompaña de muchos sentimientos intensos que es necesario aprender a integrar en las estructuras de la personalidad (Craig, 1992).
Los niños a los 2 años son muy impulsivos y directos, para los 6 años los niños son más verbales y reflexivos existe más control del coraje y el comportamiento. Hay que tomar en cuenta que el niño recibe una influencia social de las personas que lo rodean pero a la vez él/ella ejerce sobre estas personas una influencia modificadora, es una retroalimentación progresiva.
Craig dice; durante la infancia, los niños se irán identificando con los adultos y conseguirán interiorizar y apropiarse del significado que tiene las normas y reglas sociales.
La interiorización se consigue gracias al establecimiento de sólidos vínculos afectivos que actúan como vías de paso a la comprensión de esas normas que son válidas para el contexto familiar lo son también para otros contextos.
En las primeras etapas del niño tiene que ordenar, clasificar y luchar para encontrar significado en el mundo social y al mismo tiempo también lo ésta haciendo con el mundo de los objetos. Un aspecto central en el desarrollo de los conceptos y reglas sociales, es un proceso llamado internalización; el niño aprende a interiorizar, a hacer parte de sí mismo los valores y estándares de su sociedad. Al principio simplemente pueden imitar patrones verbales, los logros de los niños para regular su propia conducta están determinados, no solo por el desarrollo de su auto-concepto, sino también por el desarrollo de sus conceptos sociales.
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