Diagnostico psicológico en casos de violencia

El diagnostico psicológico en casos de violencia familiar ha ido ganando importancia dentro de la investigación judicial donde se convierte en medio de prueba para dar cuenta de la existencia de actos violentos y para determinar el daño psicológico.  Aunque existe un avance significativo en la especialización del diagnóstico psicológico; es frecuente todavía que el profesional se enfrente a dificultades teóricas dadas por la  insuficiencia de conocimiento que impide abordar de manera científica y objetiva un problema que tiene un gran componente subjetivo, por cuanto las mismas víctimas no siempre se sienten así y es posible que el propio profesional también dude en identificarlas como tales y etiquetar una situación como conflicto familiar cuando en realidad se trata de una situación de violencia familiar.

Si bien en países extranjeros se han diseñado diversas metodologías y test psicométricos para ser aplicados a situaciones de violencia familiar y de violencia de género, es recomendable que sean las instituciones rectoras en el tema, las que adapten y validen en la realidad peruana estos test o propongan otros instrumentos; que producto de la larga experiencia se ha demostrado que funcionan apropiadamente para los fines institucionales de protección.

A modo de recomendación, de  acuerdo con Navarro, Navarro, Vaquero & Carrascosa (2004) el informe psicológico debe tener en  consideración tres aspectos fundamentales: primero, establecer que la situación de maltrato y violencia psicológica tuvo lugar, segundo, valorar la existencia de consecuencias psicológicas producto de dicho maltrato, y finalmente, establecer y demostrar la relación causal entre la situación de violencia y el daño psicológico que puede observarse como lesiones psíquicas y secuelas emocionales.

Para determinar y constatar la existencia del maltrato es preciso valorar el relato, la claridad, coherencia y abundancia de detalles en la entrevista.  Además de los datos de identificación y el motivo de la consulta la historia de vida resulta de singular importancia para identificar antecedentes y episodios de la violencia familiar sus características, circunstancias y respuestas de la víctima y de su entorno cercano. Conviene al psicólogo aplicar el enfoque sistémico ecológico, las aproximaciones teóricas de la violencia de género, los ciclos de violencia y los mecanismos del poder y el control para poder afinar la observación, así como sus conocimientos de psicología clínica para identificar trastornos preexistentes a la situación de violencia.

Evidenciar las consecuencias de la violencia familiar implica identificar los indicadores de violencia en el plano emocional, cognitivo, conductual y relacional (familia y entorno social). Para ello el profesional de psicología debe echar mano de instrumentos validados para indagar sobre el desarrollo o presencia de determinada sintomatología asociada a algún síndrome o trastornos.

Finalmente se debe establecer una relación de causalidad entre las situaciones de maltrato y los indicadores de violencia o de daño psicológico y la valoración del mismo a nivel clínico, vincular y cronológico.

La pruebas psicológicas resultan útiles para determinar el daño psicológico y la conducta violenta, mas no para atribuir responsabilidades o probar la ejecución de determinado acto de agresión. Es una prueba de la existencia de actos violentos mas no se puede llegar con ellas a conclusiones relativas a la responsabilidad.

Es pertinente precisar que las pruebas psicológicas son un instrumento más dentro del diagnostico, el mismo que es resultado de la sistematización de toda la información recogida a través de la observación, la entrevista y la revisión del expediente y otra información complementaria.

Les invito a leer las siguientes lecturas y a iniciar las discusión respecto a ¿Cómo podemos mejorar la rigurosidad técnico científica del diagnóstico psicológico en violencia familiar?

Errores más frecuentes en los peritajes psicológicos sobre malos tratos

Evaluación del daño psicológico

Evaluación de la violencia psicológica en el ámbito forense.

Uno de los elementos claves en el trabajo social con casos de violencia familiar es el diagnóstico social. Aunque  no se ha estandarizado ni adaptado este procedimiento para ser aplicado a la problemática de la violencia familiar  consideramos que es posible plantear pautas para dar cierto rigor técnico – metodológico a los informes sociales.  Podemos entender como diagnóstico social a la sistematización de información sobre una problemática social que afecta a un individuo, grupo o comunidad o también como lo define Teresa Rossell “una síntesis, una interpretación y una evaluación profesional de una situación”

En tal sentido se debe entender que el diagnostico social es necesario para aprehender la realidad que afecta a nuestro sujeto de intervención y actuar con eficacia y por tal razón el diagnóstico debe ser la síntesis de una situación problema.

Aguilar y Ander –Egg (1999) lo define como “un proceso de elaboración  y sistematización  de información  que implica  conocer y  comprender los problemas y necesidades dentro de un contexto determinado, sus causas,  y evolución a lo largo del tiempo, así como los factores condicionantes  y de riesgo, y sus tendencias visibles…”  Este concepto nos remite a elementos fundamentales de contextualización como las condiciones existenciales de vida y los aspectos relacionales.

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