Distingue Las Ideas Principales De La Filosofía Contempo ránea Considerando Los Planteamient Os De Marx, Nietzsche, Sartre Y Heide Gger Y La Perspectiva Contemporánea De Lyotard
Enviado por rogelio123456543 • 7 de Junio de 2015 • 2.016 Palabras (9 Páginas) • 455 Visitas
LA FILOSOFIA MODERNA CONSIDERANDO LOS PLANTEAMIENTOS DE DESCARTES, KANT, HEGEL, LOCKE Y HUME
INDICE:
• El Método Cartesiano Y Las Reglas Para El Conocimiento......................... 1
• Sustancia y Realidad en Descarte.................................................................. 2
• Los Limites y las condiciones del conocimiento en Locke......................... 3
• La formación de las ideas y los principios del conocimiento en Hume..... 3
• Las condiciones y límites del conocimiento según Kant............................ 4
• La dialéctica: realidad y método en Hegel.................................................... 5
• Conclusión: ..................................................................................................... 5
El Método Cartesiano Y Las Reglas Para El Conocimiento
La facultad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo ¡falso, que es propiamente lo que llamamos ‘buen sentido’ o ‘razón’, es por naturaleza igual en todos los hombres; por lo tanto,
la diversidad de nuestras opiniones no procede de que unos sean más racionales que otros, sino tan sólo de que dirigimos nuestros pensamientos por caminos distintos, y no consideramos las mismas cosas. No basta, ciertamente, tener un buen entendimiento: lo principal es aplicarlo bien”.
La cuestión que Descartes se plantea es la construcción de un método que permita aplicar bien el “buen sentido” o “razón” que todos los hombres poseemos “por naturaleza”, o dicho de otro modo, método que nos permita “dirigir” bien nuestra facultad de conocimiento y aumentar nuestro saber.
El método ha de ser, pues, un “conjunto de reglas”, fáciles de usar y que permitan aplicar bien nuestro “buen sentido” o “razón”, haciendo que se acreciente/progrese nuestro conocimiento con el descubrimiento de nuevas verdades.
Nuestra razón (buen sentido) es capaz por sí misma de distinguir lo verdadero de lo falso, sin embargo hay factores exteriores a ella (como una educación equivocada o las pasiones que asaltan el alma o la impaciencia por conseguir un resultado, etc.) que perturban su juicio y la llevan a cometer errores (= a tomar por verdadero lo que es falso). De ahí que sea necesaria la existencia de algunas reglas de acuerdo con las cuales guiar/aplicar las dos operaciones básicas de nuestra razón o entendimiento: la intuición y la deducción.
- Por intuición Descartes entiende una actividad puramente racional en virtud de la cual conocemos de modo inmediato (=sin necesidad de razonamiento alguno) la verdad de una proposición; verdad que se nos presenta con tal evidencia que no deja lugar a duda alguna.
- Por deducción, toda inferencia o razonamiento demostrativo en virtud del cual llegamos a concluir alguna verdad a partir de otras verdades ya conocidas.
El método cartesiano está inspirado en el que utilizan las matemáticas, que toman
como punto de partida axiomas evidentes para ir deduciendo teoremas.
En la 2ª parte del Discurso expone Descartes las 4 reglas del método:
1ª) Regla de la evidencia: no se debe aceptar como verdadera afirmación alguna cuya verdad no pueda ser intuida con absoluta evidencia. Dicho de otro modo: sólo hay que admitir como verdaderas aquellas afirmaciones que nuestro pensamiento intuye con tal claridad y distinción que no es posible dudar de ellas en absoluto.
2ª) Regla del análisis: hay que descomponer toda afirmación compleja (=no evidente) en tantas afirmaciones simples como sea necesario para intuir su evidencia.
3ª) Regla de la síntesis: hay que volver a unir mediante alguna cadena de deducciones las afirmaciones simples obtenidas tras el análisis, para conocer la relación lógica que las une en la afirmación compleja.
4ª) Regla de la enumeración: y, por último, hay que comprobar constantemente los pasos dados en el análisis y en la síntesis con el fin de estar seguros de no haber cometido ningún error en ellos.
Sustancia y Realidad en Descartes
Descartes definió la sustancia como "una cosa existente que no requiere más que de sí misma para existir". Si pensamos en esta definición veremos que solamente es aplicable a Dios. De esta forma se hace necesaria la distinción entre sustancia infinita y sustancias finitas.
Al contrario que los escolásticos, Descartes aplica el término sustancia primeramente a Dios, y luego, por analogía, a las cosas naturales. Las sustancias finitas serían la Res cogitans, el pensamiento, y la Res extensa, la materia definida por la cualidad de la extensión.
Lo que nosotros percibimos son sólo atributos de las sustancias, y gracias a ellos obtenemos el conocimiento de éstas. El atributo de la sustancia espiritual es el pensar, y el atributo de la sustancia corpórea es la extensión. Es decir, existen el pensamiento y la extensión como realidad distintas, y puedo captarlas de una manera diferente. Los modos o modificaciones particulares de cada sustancia son los diversos pensamientos, en el primer caso, y la figura y el movimiento, en el caso de la sustancia extensa.
Pero Descartes no desarrolla su sistema partiendo de Dios, para luego demostrar la existencia de todo lo demás, como hemos visto (sí lo hace así otro racionalista, Baruch Spinoza). Parte de la verdad del cogito, del pensamiento mismo, para llegar a demostrar a partir de ella todo lo demás.
El dualismo cartesiano: Alma y cuerpo.
Lo que define al ser humano es su capacidad de pensar. Descartes tiene una noción bastante amplia de lo que es pensar: no solamente razonar, sino también sentir o soñar forman parte de lo que él llama pensamiento.
Soy una cosa que piensa, dice en su famoso texto del Discurso del Método. El yo o alma, la res cogitans, es entera y absolutamente distinta de mi cuerpo (res extensa); incluso puede existir sin éste.
Pero si son tan diferentes, entonces se plantea el problema de la relación entre ambos. ¿Cómo interaccionan alma y cuerpo? ¿Qué relación guardan una y otro? Sabemos que hay movimientos que son estrictamente físicos, mecánicos, similares a los del resto de los animales (comparables a los movimientos de las máquinas, tan de modo por entonces). Por otro lado, hay movimiento voluntarios, en los que se ejercita el alma (la capacidad de decisión, la voluntad,
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