Ideas principales de la filosofía en la edad media
Enviado por Elias Monroy • 1 de Diciembre de 2018 • Ensayo • 2.388 Palabras (10 Páginas) • 883 Visitas
ESCUELA:
CONALEP 177 POZA RICA
ALUMNO:
MONROY CASTILLO ELIAS GUILLERMO
GRUPO:
6103
ESPECIALIDAD:
ELECTROMECÁNICA INDUSTRIAL
MÓDULO:
FILOSOFÍA
DOCENTE:
MIGUEL ÁNGEL ZUMAYA ROMAN
INDICE
INTRODUCCIÓN 1
CONCEPCIÓN DEL HOMBRE 2
CONCEPTOS DE FE Y RAZÓN 4
CONCEPTO DE CONOCIMIENTO 5
CONCLUSIÓN 7
NOTAS 8
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 8
INTRODUCCIÓN
FILOSOFÍA DURANTE LA EDAD MEDIA
El propósito de este ensayo es enlistar algunas de las características y sobre todo el trabajo de los filósofos de la edad media como es San Agustín de Hipona y Tomás de Aquino en los ámbitos de la concepción del hombre, cuál era su relación con la razón y la fe y finalmente se trata el tema del conocimiento, todo lo referente a ello y se menciona además de las características de los filósofos ya mencionados, lo referente a Guillermo de Ockham.
El primer punto que se tendrá a consideración en este documento es el de la concepción del hombre en el cual se hablará de las semejanzas y diferencias en los conceptos e ideales planteados por dos grandes filósofos de la edad media los cuales son San Agustín y Tomás de Aquino, se presentan sus ideas y como San Agustín se basa en su propias ideas y Tomás Aquino en otras diferentes en cuanto a los conceptos del origen del hombre, su relación entre el cuerpo y el alma además se explica porque razón ambos filósofos consideran al alma como inmortal a pesar de ser religiosos.
El siguiente punto trata sobre la posibilidad de relacionar los conceptos de fe y razón de la iglesia y de la filosofía respectivamente, de acuerdo a lo que se verá a continuación, los dos filósofos tenían ideas diferentes en cuanto a la posibilidad de relacionarlos aunque si lo hacían. También se mencionará sobre el concepto de verdad y sus características según Tomás y Agustín,
El último punto que se tratará en esta composición literaria es el referente al conocimiento en el cual se manejará conceptos básicos para saber que es el conocimiento, como se relaciona con el conocer y también se hablará más a detalle de lo que es conocer. También se tendrá a consideración las semejanzas y diferencias entre los conceptos de los dos filósofos antes mencionados y anexando a el tercer que es Guillermo de Ockham. Para concluir este punto se hará el análisis de si los autores logran transmitir un mensaje afectivo.
CONCEPCIÓN DEL HOMBRE
Hablando de los principales filósofos de la edad media, cada uno tenía ideas distintas respecto al concepto del hombre, por ejemplo Agustín de Hipona decía que el hombre es spiritus-animus; lo que significa que es aquel ente que puede entrar en sí mismo y que al entrar en sí mismo, existe segregado del resto del universo (1). Además decía que desde una perspectiva entitativa se puede decir que es el compuesto de cuerpo y alma, o de cuerpo solo, o que es el alma sola, o que es cuerpo y otro elemento entitativo que se puede definir (2). Por otra parte Tomás de Aquino decía que el hombre, su cuerpo y alma se fundamentaba en la concepción aristotélica, la cual trata de conciliar con creencias básicas del cristianismo como son la inmortalidad del alma y la creación. Afirmaba que el hombre está compuesto de materia y forma. La unión entre alma y cuerpo no es accidental, sino sustancial. Decía además que cada alma humana es creada individualmente por Dios.
Las semejanzas que presentan estás dos teorías del hombre es que ambas consideran que el hombre es imagen espiritual de Dios y además precisan que lo es debido a que tiene una gran participación en el ser. Además ambos decían que se relaciona el hombre con el cuerpo y alma y que no es accidental su relación mutua. También tenían ambos la idea de que el alma es inmortal y tienen características que lo hacen semejante a la imagen de Dios como es la inteligencia, memoria y entendimiento de nuestro entorno, por lo cual se puede considerar como características esenciales del alma del hombre y del cuerpo del hombre.
Las diferencias que encontré empiezan con Tomás de Aquino que decía que el hombre no es un espíritu encarnado o un espíritu en el mundo, porque su alma espiritual está unida al cuerpo con una unión substancial, que tiene la estructura de materia y forma. Por otra parte San Agustín pensaba que el alma es lo racional, compuesta por una razón inferior y una razón superior, es temporal e inmortal y posee tres facultades: memoria, inteligencia y voluntad, mientras el cuerpo es el instrumento que utiliza el ama, siendo el alma superior al cuerpo. Otra diferencia que encontré es que cada uno tenía distintas maneras de ver el mundo aunque ambos eran religiosos, también tenían ideas de seres superiores a ellos y que nosotros somos la viva imagen de Dios, aunque no seamos perfectos como él, si tenemos similitudes tanto físicas como psicológicas que nos diferencian de los animales que como decía San Agustín, ellos son sólo un vestigio de Dios ya que en su mayoría no razonan como nosotros por lo cual su imagen a Dios no es tan leal.
Ya se presentó en el texto anterior la relación entre cuerpo y alma pero faltaba la relación de la inmortalidad del alma, para San Agustín como sigue las ideas de Platón, para él el alma es inmortal y temporal, por lo cual aprender es recordar. Por su parte Tomas de Aquino decía de subsistencia e inmaterialidad del alma son las características esenciales del alma, a partir de las cuales demuestra su inmortalidad. Por lo cual ambos comparten la inmortalidad. Por lo cual es otra semejanza entre ambos filósofos.
CONCEPTOS FE Y RAZÓN
De acuerdo a los pensamientos de Agustín de Hipona la síntesis entre razón y fe se fue imponiendo, aunque la filosofía para los teólogos cristianos estuviera, casi siempre, oprimida a la verdad de la religión. Para Agustín no existe una distinción precisa entre fe y razón, toda vez que existe una sola verdad que nos es revelada por la religión cristiana. Por lo cual para él si existe posibilidad de relacionar la fe y razón debido a que como ya se mencionó, la razón sólo es útil para conocer mejor esa verdad y penetrar en ella, sin la creencia en la fe no podríamos adquirir verdadera sabiduría. De aquí su famosa frase “Cree para comprender” (3).
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