EL Estrés
Enviado por sabucarrillo • 4 de Noviembre de 2014 • 2.573 Palabras (11 Páginas) • 178 Visitas
EL ESTRÉS
Es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada.
Síntoma provocado por alguna situación en problema, los síntomas son algunos notables como el nerviosismo (Temblar) o estar inquieto. Otros no son tan notables como la aceleración del corazón, las pupilas dilatadas, la sudoración, la piel se torna ribosa y se erizan los vellos de la piel (Como brazos o piernas).
La reacción del organismo se caracteriza por modificaciones neuroendocrinas estrechamente mezcladas que ponen en juego el hipotálamo (centro de emoción del cerebro) y las glándulas hipófisis y suprarrenales (centro de reactividad). Esta reacción que es la respuesta normal a un agente específico se produce en todo individuo sometido a una agresión.
En ciertos momentos de nuestra vida, nos enfrentamos a distintos momentos que pueden resultar estresantes. Éstosno son necesariamente negativos, ya que es una necesidad para nuestro cuerpo. El problema viene cuando esos momentos se convierten en etapas y se adhieren a nuestro ritmo de vida.
3 FACES DEL ESTRÉS
Fase de alarma Es en esta primera fase en la que nuestrocuerpo reconoce el estrés y se prepara para hacerle frente o huir del él. Es entonces cuando los síntomas del estrés comienzan a aparecer y nuestro cerebro envía señales a las glándulas adrenales para que liberen cortisol, también conocido como la hormona del estrés.
Un aumento de la frecuencia cardiaca, la dilatación de las pupilas, un incremento de la sudoración y del ritmo respiratorio, entre otros, son algunas de las sensaciones que nuestro cuerpo experimenta.
Fase de adaptación o resistencia
Nuestro cuerpo se resiste a adaptarse a esa situación prolongada que nos ha generado estrés, manteniéndose en alerta. Durante esta fase, al producirse una respuesta activa, nuestro cuerpo empieza a segregar glucorticoides, por lo que aumenta nuestro nivel de glucosa en sangre equiparándola a la cantidad que nuestro organismo necesita para su correcto funcionamiento.
Fase de agotamiento Se desarrolla cuando la tensión y los estímulos estresantes se prolongan en el tiempo de tal manera que nuestro cuerpo se siente incapaz de abatirla al estar agotado.
Es la fase más destructiva y problemática ya que es donde comienzan a aparecer las consecuencias, tanto físicas como psicológicas, derivadas del estrés.
Entre las alteraciones más habituales y dañinas que pueden darse en esta última fase se encuentran las alteraciones del sistema cardiovascular; dolores de espalda y cabeza; problemas estomacales; o alteraciones dermatológicas.
EL AUTOESTIMA Y EL ESTRÉS
Un nivel de baja autoestima junto a un estrés elevado forman un peligroso coctel para el bienestar psíquico, tanto en el entorno laboral como en el ámbito personal. Dos problemas que frecuentemente van unidos y que además se retroalimentan. Su combinación produce trastornos psíquicos que a la larga se pueden trasladar a la salud física.
La prevención:
Si aprendemos a reconocer aquello que nos estresa podremos prepararnos para afrontar los desafíos que nos ponga la vida.
Debemos de preguntarnos lo siguiente para saber qué es lo que realmente nos estresa.
¿Qué es lo que habitualmente nos estresa?
¿Cómo manejo esta situación?
¿Cambio que podría hacer para manejarla mejor?
Ocio o tiempo libre:
Comúnmente se llama ocio al tiempo libre que se dedica a actividades que no son ni trabajo ni tareas domésticas esenciales, y pueden ser recreativas. Es un tiempo recreativo que se usa a discreción. Es diferente al tiempo dedicado a actividades obligatorias como comer, dormir, hacer tareas de cierta necesidad, etc. las actividades de ocio son aquellas que hacemos en nuestro tiempo libre y no las hacemos por obligación.
También existe el ocio productivo.
El ocio productivo incrementa nuestra calidad de vida y es sensación del bienestar en todas sus dimensiones: física, mental, emocional social y espiritual. Para saber acerca de cómo organizarlo en nuestra vida podemos preguntarnos lo siguiente:
¿Qué suelo hacer en mi tiempo libre?
¿Qué me gustaría hacer y no lo hago?
¿Qué dejaría de hacer porque no me da placer?
Aprender a escuchar a nuestro cuerpo.
Nuestro cuerpo siempre nos avisa cuando le estamos exigiendo más de lo que puede dar. Para aprender a escuchar sus susurros nada mejor que acceder a la conciencia corporal mediante la relajación y la atención.
Para aprender a escuchar el cuerpo primero que nada necesito tener conciencia de cómo soy, es decir qué pienso, qué siento y cómo actúo, cómo vivo: sexo, edad, lugar en el que vivo, tipo de clima, actividad laboral, si soy soltero o vivo en pareja, si vivo en casa o departamento, en la ciudad o en el campo, comprender mi historia personal y familiar, si tengo una vida social intensa o no, mis características psicológicas y emocionales, qué como y cómo como, si hago actividad física y si así fuera cuál, si hago actividades expresivasProfundizando más para conocer mi cuerpo necesito saber si estoy en primavera, verano o invierno, ya que dependiendo de cada estación mis órganos y mi psiquis van a funcionar distintos, ya que cada época del año tiene que ver con ciclos dentro de la naturaleza que permiten estados diferentes. Por ejemplo el otoño es un período de descarga, por algo las hojas caen de los árboles, y en nosotros ocurren descargas similares.
El estómago, el páncreas y el bazo son los órganos más afectados en esa época, además comienza un tiempo de meterse hacia adentro con lo cual el sentimiento de introspección y nostalgia es más fuerte; el invierno tiene que ver con la quietud, con el silencio hay un meterse para adentro más hondo y eso conlleva a una situación anímica determinada que afecta el funcionamiento de nuestro estado general. Es decir, cada estación, con sus características y diferencias, genera en los seres humanos estados psico-físicos distintos.
Si la luna está llena, creciente, decreciente o nueva, también afecta a nuestra naturaleza, ya que si las mareas y los cultivos son afectados por el ciclo lunar lo mismo ocurre con nosotros. Por ejemplo, los días de luna llena estamos mucho más energetizados, excitados y se duerme menos horas o bien tenemos más dificultades en conciliar el sueño. El índice de humedad, la presión atmosférica, la temperatura, los vientos, la lluvia, la presencia del sol, la presencia de nubes, la calidad del aire que respiramos, todo afecta íntimamente
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