El Arrepentimiento
Enviado por felixramirez1969 • 9 de Mayo de 2014 • 1.267 Palabras (6 Páginas) • 1.260 Visitas
TODA LA VIDA ES ARREPENTIMIENTO.
Por:Tim Keller
Cuando Martín Lutero comenzó la Reforma de la iglesia clavó las “95 Tesis” en la catedral de Wittenberg. La primera de estas tesis era: 1°. “Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: “Arrepiéntanse…”, él ha querido que toda la vida de los creyentes fuera arrepentimiento.”
En la superficie esto parece ser algo negativo. Lutero parece estar diciendo que los Cristianos nunca harán mucho progreso. Pero por supuesto que este no es el punto de vista de Lutero. El estaba diciendo que el arrepentimiento es la manera en que hacemos progreso en la vida Cristiana. En verdad, un profundo arrepentimiento en toda la vida es la mejor señal de que estamos creciendo profundamente y rápidamente en el carácter de Jesús.
La transformación que da el arrepentimiento.
Es importante considerar como el evangelio afecta y transforma el acto de arrepentirse. En una ‘religión’ el propósito del arrepentimiento es básicamente mantener a Dios feliz para que el continúe bendiciéndote y respondiendo a tus oraciones. Esto significa que el arrepentimiento ‘religioso’ es a) egoísta, b) es auto-justicia, c) y es amargo en todo el tiempo hasta el final. Pero en el evangelio el propósito del arrepentimiento es conectarse repetidamente con el gozo de nuestra unión con Cristo, con el propósito de disminuir nuestra necesidad de hacer cualquier cosa contraria al corazón de Dios.
El arrepentimiento ‘religioso’ es egoísta. En una religión sólo nos disculpamos por el pecado por sus consecuencias para nosotros. Porque este nos traerá castigo- y queremos evitarlo. Así que nos arrepentimos. Pero el evangelio nos dice que el pecado ultimadamente no puede traernos condenación (Rom. 8.1). El pecado es una atrocidad que se hace a Dios- esto le desagrada y le deshonra. Por lo tanto en una religión estamos principalmente preocupados por las consecuencias del pecado, pero en el evangelio estamos preocupados por lo que es el pecado en sí mismo.
Además, el arrepentimiento ‘religioso’ es auto-justicia. El arrepentimiento puede fácilmente llegar a ser una forma de ’sacrificio’ por el pecado. El arrepentimiento religioso frecuentemente llega a ser una forma de auto-flagelación en la cual convencemos a Dios (y a nosotros mismos) que somos verdaderamente miserables y compungidos que merecemos el perdón. En el evangelio, sin embargo, sabemos que Jesús sufrió y fue miserable por nuestro pecado. No tenemos que hacernos sufrir nosotros mismos para merecer el perdón. Nosotros simplemente recibimos el perdón ganado por Cristo. 1 Juan dice que Dios nos perdona porque el es “justo”. Esta es una declaración importante. Dios sería injusto si nos negara el perdón, ¡porque Jesús ganó nuestra aceptación! En una religión ganamos nuestro perdón con nuestro arrepentimiento, pero en el evangelio sólo lo recibimos.
Finalmente, el arrepentimiento religioso es “amargo hasta el final”. En religión, nuestra única esperanza es vivir una vida suficientemente buena para Dios para que nos bendiga. Por lo tanto, cada experiencia de pecado y arrepentimiento es traumática, no es natural, y horriblemente amenazante. Solo bajo una gran coacción una persona religiosa puede admitir que ha pecado– porque ellos sólo confían en sus bondades morales.
Pero en el evangelio el conocimiento de nuestra aceptación en Cristo hace más fácil admitir que hemos fallado (porque sabemos que no seremos rechazados si confesamos las verdadera profundidades de nuestra pecaminosidad). Nuestra esperanza está en la justicia de Cristo, no en la nuestra– así, no es tan traumático admitir nuestra debilidad y equivocación. En religión nos arrepentimos menos y con menos frecuencia. Pero entre más aceptados y amados nos sentimos en el evangelio, más nos arrepentirnos con frecuencia.
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