El Arte De Tomar Decisiones
Enviado por leslye23 • 10 de Septiembre de 2013 • 3.052 Palabras (13 Páginas) • 684 Visitas
EL ARTE DE TOMAR DECISIONES
Ser líder es saber y querer decir. Al líder se le conoce por su espíritu de decisión. No se sigue a un indeciso o a un precipitado. La función máxima de los dirigentes y de las personas con autoridad tanto en la vida familiar y personal, como en la administración de las empresas y negocios o de la política, es la toma de decisiones. Un líder, un jefe, un ejecutivo es, por definición, alguien que toma decisiones.
Suele decirse que al directivo se le paga por tomar decisiones, y cuanto más acertadas, mejor. Este es el momento de la verdad para el. Más aún, su rango se mide por la importancia que tiene en la toma de decisiones. En efecto, un modo sencillo para convencer y valorar el nivel y jerarquía real de una persona dentro de una institución es averiguar que importancia y papel tiene en la toma de decisiones.
El líder tiene que convertir la visión en realidad, tomando las decisiones correctas. La visión “decide” sus decisiones. Ella es el motor mágico que logra el consenso a la hora de tomar las decisiones.
Pero además de decidir, el líder tiene otra obligación máxima: enseñar a sus subordinados a decidir y tomar decisiones acertadas y oportunas. Las instituciones actuales tienen que ser mucho más flexibles en todo que antes; tiene que ser capaces de tomar decisiones con rapidez, en la situación y circunstancia concreta. La estructura primordial y burocrática llega tarde. Esto implica formación y facultación en cada persona. Es decir, cada subordinado debe de tener la autoridad y la capacidad para tomar las decisiones que pertenecen a su rango en el momento justo.
El poder de decidir no se adquiere exclusivamente con la aplicación de técnicas o modelos informáticos. Depende también de las actitudes psicológicas. De la preparación intelectual, de la formación de la voluntad, del sentido ético, de hábitos e ideologías… Es todo un arte.
¿Cómo decides? ¿Cómo se decide por ahí?
Hoy como siempre, muchos líderes deciden de forma precipitada e improvisada, con funestas consecuencias para ellos y su gente. Piensa en decisiones que cambiaron el rumbo de la historia mundial o de tu país en el siglo XX y que afectaron a millones de personas. Recuerda algunas: la invasión de Austria y Polonia por los nazis; la invasión de Checoslovaquia o Hungría por los soviéticos; el lanzamiento de la primera bomba atómica por los norteamericanos; el primer viaje a la Luna de Neil Amstrong; la convocatoria del Concilio Vaticano II por Juan XXIII… Piensa en cada una de ellas: ¿todas se tomaron con análisis, inteligencia y responsabilidad? ¿Y cueles fueron las consecuencias en cada caso?
Piensa en las decisiones más trascendentales y hasta dramáticas que hayas tenido que tomar en tu vida. ¿Cómo las has tomado? ¿Cómo te han influido? ¿Han afectado a otras personas?
Definición
En el lenguaje coloquial, decidir y decisión son términos polivalentes. Tienen muchos significados. Se habla de decisión en el sentido de determinación, resolución que se toma o se da en una cosa dudosa. Se entiende también como enunciado de una acción con el firme propósito de llevar acabo. Para unos es firmeza de carácter. Para otros, determinación a la que se llega después de deliberar, o sentencia que se da en un proceso judicial. No importa en este momento el significado concreto. Lo que si esta claro es que en todos los casos esta implicada directamente de la inteligencia y, sobre todo, la voluntad.
Desde el punto de vista etimológico, decidir (del latín de-cidere: cortar, precisar, tomar algo y dejar lo demás), significa tomar una determinación resolver un problema sobre la base de un conocimiento adecuado de la situación. Implica, pues, el ejercicio de la inteligencia y de la voluntad y, más en concreto, de la libertad, a fin de que se elija cierta determinación.
Es lo opuesto a la indecisión, parálisis o precipitación, y nada tiene que ver con el mecanismo de estímulo-respuesta, de reflejo condicionado o conducta irracional.
Desde el punto de vista sociológico, administrativo y gerencial es la acción consciente y libremente escogida entre determinadas opciones o se convierte en un “proceso”, es la estrategia que lleva a seleccionar las mejores opciones para conseguir los propios objetivos.
Elementos importantes de una decisión
No es fácil tomar cada decisión. Para acertar, se requiere la habilidad de un estadista, la objetividad de un científico, la sinceridad de un santo, y la sinceridad y honestidad de un impecable. Esto es:
Involucra a la persona humana en su totalidad: inteligencia, voluntad, intrepidez, resolución, emociones, valores, audiencia, disciplina, ponderación, claridad de ideas y propósitos, seguridad, dedicación, compromiso, renuncia… Es decir, implica un proceso humano completo. Los aspectos lógicos son muy importantes, pero también los emocionales, los inconscientes, los éticos, los religiosos y trascendentes influyen en su proceso.
Supone siempre una opción: si no existe más que una posibilidad, no es posible ninguna decisión. Implica, pues, una selección de alternativas, la elección de una estrategia a seguir. Decidir implica optar, sacrificar siempre algo.
Se refiere sólo al presente y futuro. El pasado ya es irremediable. Sobre él ya no es posible decidir.
Tiene un margen de incertidumbre (10%) y uno de probabilidad (90%). Siempre implica riesgo. Para evitarlo, se necesitaría contar con una información total y precisa, al mismo tiempo que una libertad totalmente libre de lastres, cosa que ni la inteligencia ni la libertad humanas pueden lograr.
Tiene una finalidad. Trata de alcanzar un objetivo, sea el que sea. El acto de decidir implica una conciencia clara de los objetivos o finalidad que se pretenden alcanzar con la decisión.
Condicionantes que influyen en la toma de las decisiones
Si fuéramos espíritus puros, inteligencia y libertad pura, no tendríamos problemas y escrúpulos o titubeos a la hora de la decisión. Decidiríamos de forma correcta y oportuna, porque nuestra inteligencia lo vería todo claro y la voluntad estaría libre de toda atadura. Pero vivimos en un cuerpo sujeto a las leyes del espacio y del tiempo, limitado e histórico, con todos sus condicionamientos.
Entre los más importantes a la hora de tomar decisiones están los siguientes:
Las emociones, los deseos ocultos, los complejos y los hábitos o vicios, etc. Influyen también de forma decisiva el ambiente, la cultura, el grupo, los consejeros, las compañías, las amistades, la familia… de estos factores surge una gran capacidad para auto engañarnos. Cuanto
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