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El Conocimiento Del Yo


Enviado por   •  3 de Julio de 2015  •  1.781 Palabras (8 Páginas)  •  183 Visitas

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¿Cómo adquirimos el conocimiento del yo?, ¿Cómo sabemos lo que queremos?, ¿Qué tan bien nos desenvolvemos?, y en general, ¿Qué clase de persona somos?, En este texto se comenzaran a responder estas preguntas.

Nos enteramos de quienes somos a través de la interacción y de las experiencias que tenemos con otras personas ya que nos impresiona lo que estas piensan de nosotros, y en base a eso decidimos si somos buenos o malos, esto se llama valoración reflejada. Charles Horton Cooley lo llamo “reflejo del yo”, explicó que ponemos mucha atención a la opinión de nosotros que tienen nuestros “seres queridos”, es decir personas importantes, así nuestro autoconcepto refleja lo que suponemos piensan los demás de nosotros.

Varias pruebas en niños reflejan, que lo que los niños imaginan que sus padres y otros seres queridos piensan de ellos quizá no sea lo que piensan realmente, sin embargo esas valoraciones imaginadas de cualquier manera tienen un efecto, de igual manera pasa con los adultos, aunque de una manera más complicada ya que hay una retroalimentación, es decir, las percepciones de otras personas tienen un efecto en nuestros autoconceptos, pero estos a su vez también influyen en lo que otros piensan, y también evaluamos en forma cuidadosa lo que los demás piensan de nosotros. Nuestra reacción a su evaluación depende de su credibilidad.

Hay otra forma de aprender de nosotros en la interacción social, es el proceso de comparación social es decir valoramos nuestras capacidades u opiniones cotejándolas con la de las demás. Leon Festinger explico cómo y cuándo estas comparaciones afectan nuestras autoevaluaciones.

¿Cuándo nos y porque nos comparamos?, es sencillo, todo el tiempo ya que tenemos una intensa necesidad de auto evaluarnos y para ello a veces debemos compararnos con los demás, y no solo eso, sino que también en ocasiones interpretamos de manera sesgada la información, es decir la malinterpretamos, para sentirnos mejor, y algunas veces nos comparamos para favorecernos es decir al compararnos con personas que no tienen nuestras habilidades nos definimos como mejores, aunque no todo el tiempo hay veces en que nos comparamos para mejorar, la comparación es un proceso automático, es decir nos comparamos lo queramos o no.

Sin embargo tenemos algún control sobre lo que comparamos, ya que se ha demostrado que buscamos o evitamos las comparaciones dependiendo de si nos favorecen o no, por ejemplo, las personas con baja autoestima se comparan después de tener un acierto, cuando es seguro , y cuando fallan lo evitan, es decir lo que nosotros somos depende de los aspectos distintivos de la comparación con los demás ya que esta influye en los rasgos y características que en nuestra opinión nos describen y en qué tan favorablemente nos evaluemos.

Uno de los principales planteamientos de la teoría de comparación social es la hipótesis de similitud que afirma que elegimos compararnos con personas que son parecidas a nosotros, personas similares o ligeramente mejores. Es así como funciona nuestra lucha por ser mejores competimos con personas cuyo nivel sea igual o un poco superior al nuestro “impulso ascendente unidireccional “(Festinger). Sin embargo hay una excepción al momento de que evaluamos opiniones tendemos a compararnos con personas que piensan muy diferente a nosotros ya que sentimos que si estas personas concuerdan con nosotros debemos tener la razón y nos sentimos muy satisfechos con su asentimiento.

La hipótesis de los atributos relacionados sostiene que nos comparamos no solo con quienes tienen un desempeño similar al nuestro sino también con quienes deberían, es decir evaluamos cada posibilidad de ventaja, buscamos personas de nuestro mismo sexo, nuestro nivel intelectual o incluso nuestro nivel de avance en algún deporte por ejemplo., también buscamos compararnos con personas parecidas en características notables como el atractivo personal y el sexo. Sin embargo no siempre nos juzgamos con objetividad ya que hay veces que nos vemos de forma similar a los que son un poco mejores y de forma muy superior a quienes son ligeramente peores.

En ocasiones nos comparamos con personas inferiores o peores de lo que somos y es más probable que hagamos una comparación descendente después de haber fallado o si tenemos autoestima baja, ya que no siempre tratamos de mejorar nuestro nivel de desempeño pues en ocasiones tratamos de denigrar el desempeño del otro e incluso interferir.

Las estimaciones de consenso falso, es la tendencia a sobre estimar el número de personas que concuerdan con nuestras opiniones o se comportan como nosotros, si hacemos algo negativo buscamos pensar que los otros harían lo mismo para no sentirnos tan mal, sin embargo si hacemos algo positivo preferimos creer que nuestra conducta es distintiva, mostramos un sesgo hacia la exclusividad y consideramos inusuales nuestras ventajas y capacidades, pero cuando nos comparamos con otro individuo de carne y hueso y no con la gente abstracta somos más realistas.

La autoatribución, nos hacemos atribuciones acerca de nuestra propia conducta de la misma manera en que las hacemos con el comportamiento de los demás, una de las teorías más importantes es la teoría de la autopercepción que contempla la forma en como percibimos nuestras actitudes y preferencias, es decir no “simplemente sabemos” en realidad , nos enteramos mediante nuestra conducta de lo que nos gusta o no, primero no percibimos exactamente como percibimos a los demás y segundo para conocer nuestras actitudes, preferencias y sentimientos

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