El Niño y La ida Familiar en el Antiguo Régimen - Capítulo 2
Enviado por Marce Pretz • 1 de Enero de 2017 • Resumen • 1.033 Palabras (5 Páginas) • 362 Visitas
El Niño y la Vida Familiar en el Antiguo Régimen – Ariés
En el libro “El niño y la vida familiar en el antiguo régimen” el historiador francés Philippe Ariés hace un recorrido histórico de la vida familiar, comenzando por las familias del medioevo y culminando en las familias modernas. A partir del análisis de diversos documentos históricos, así como de pinturas y esculturas, en fin, arte de la época; llega a construir dos tesis en las cuales se puede ver claramente que la infancia tal y como la conocemos hoy es un constructo socio-histórico relativamente reciente, y no se remonta más allá del siglo XVII o XVIII.
Ariés se centra en las cuestiones tales como la forma en la que se considera al niño a lo largo de la historia, la evolución de las prácticas de crianza, la vida cotidiana y las relaciones familiares, o la concepción de la muerte.
- Hipótesis 1 (Sociedad Tradicional, Antiguo Régimen)
En el Antiguo Régimen, las sociedades tradicionales no podían representarse correctamente al niño, mucho menos al adolescente. La infancia era reducida únicamente al período de mayor fragilidad, y en cuanto el niño podía valerse por sí mismo, era rápidamente integrado con los adultos sin haber pasado por las etapas de la juventud.
La transmisión de valores y conocimientos, así como la socialización, no estaban garantizadas por la familia, y durante muchos siglos fue obra del aprendizaje, que era la convivencia del niño con los adultos, de quienes aprendía sólo lo necesario.
La presencia del niño en la familia y la sociedad era breve e insignificante. Sin embargo, existía un sentimiento superficial –al que Ariés denomina “mimoseo”- reservado a los primeros años, cuando el niño era algo así como una animalito, una “cosita graciosa”.
Así, el niño no salía de una especie de anonimato, y si moría, no se le daba demasiada importancia al asunto, porque otro lo reemplazaría enseguida.
La familia tradicional tenía como única misión la conservación de bienes, la práctica de un oficio común y la protección del honor y de las vidas. No tenía una función afectiva, y el sentimiento entre esposos y entre padres e hijos, no era indispensable para la existencia ni para el equilibrio de la familia. Las relaciones sociales se consolidaban fuera de la familia, lo que se denominaba “sociabilidad”.
- Hipótesis 2 (Familias Modernas)
A fines del siglo XVII se produjo una transformación considerable de las costumbres.
La escuela sustituyó al aprendizaje, lo que implicó el cese definitivo de la convivencia del niño con los adultos, y por ende el aprendizaje de la vida por contacto directo con ellos.
Comenzó así un largo periodo de reclusión de los niños que siguió progresando hasta nuestros días, la escolarización.
La familia se convirtió en un lugar de afecto necesario, lo que antes no era. Esto se manifiesta principalmente en la importancia que se da, en adelante, a la educación. Por otra parte, la familia comenzó a organizarse en torno al niño, y éste adquirió tal importancia que ya no es posible perderlo sin una gran aflicción, por lo que se vuelve conveniente limitar su número para ocuparse mejor de él.
Hay también una polarización de la vida social en torno a la familia y a la profesión, que da como resultado la desaparición de la antigua sociabilidad.
- Fuentes Argumentales
Tumbas
No había tumbas esculpidas para los niños, las tumbas de niños eran escasas, y en el siglo XVI ya no tienen importancia alguna.
Bautismo
Los adultos no tenían mucho interés en bautizar a los niños, y se olvidaban de hacerlo en circunstancias graves. Así, el clero ejerció sobre las familias una presión cada vez más fuerte para obligarlas a admitir el sacramento del bautismo lo antes posible después del nacimiento y se forjó la costumbre de bautizar al niño recién nacido.
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