Infancia Y Concepcion Del Niño En La Francia Del Antiguo Regimen

INFANCIA Y CONCEPCION DEL NIÑO EN LA FRANCIA DEL ANTIGUO REGIMEN

En la historiografía de la niñez destaca el libro “El niño y la vida familiar en el antiguo régimen”; la interpretación de Aries sobre la historia de las actitudes hacia la niñez no es sustentable, tanto por las evidencias como por los conceptos imprecisos que utilizó. Al afirmar que “ en la sociedad medieval no existía el concepto de niñez”, Aries adquirió mayor fama y se hizo mas vulnerable a la critica. No afirma que en la edad media los niños hayan sido maltratados, simplemente considera que no había un concepto de infancia tal.

Los niños, argumentaba, no eran vistos como inocentes , no estia la idea de que deberían ser prevenidos de las experiencias sexuales precoces, no había juegos ni ropa diseñados exclusivamente para ellos, y los artistas los retrataban como adultos pequeños. En los registros médicos medievales se reconocían enfermedades particulares de la niñez y una amplia variedad de literatura prestaba atención a las etapas de desarrollo de los niños. La primera estapa, subdivida en varios subperiodos ( de 0 a 7 meses y de 8 meses a 2 años), terminaba a los 7 años, y la segunda terminaba a los 14 años. En la primera etapa , los niños deberían considerarse inexpertos y dependientes y no se debería de esperar demasiado de ellos “ a los niños se les debería permitir jugar tanto como su naturaleza lo demande”. Solo en la segunda etapa, desde los siete años en adelante, debería haber un intenso serio por su educación.

En el siglo XVII surgieron dos nuevos conceptos de niñez: uno que consistía en percibir a los niños como pequeñas criaturas divertidas a las que había que consentir y el otro señalaba que no se debería de escatimar ni tiempo ni esfuerzo en llevar a los niños a situarse en la necesidad de la salvación cristiana.

La Biblia presentaba de manera extrema ambas valoraciones positivas de la niñez, como en Mateo XIX, v. 14 “dejad que los niños vengan a mi porque de ellos es el reino de los cielos”

Los padres de familia y la iglesia estaban unidos en la trea de asegurar que se orientara a los niños hacia el bien y se les alejara del mal. Las imágenes de la niñez que se utilizaban mostraban el deseo de intervenir en la naturaleza: los niños eran como potros jóvenes con la necesidad de salir violentamente, o como arboles que necesitaban cuidarse y podarse, o como cera con la que se podía moldear cierta figura.

En la década de los 70, diferentes textos sugieren la historia de la niñez es sobre todo una historia de progreso, estableciéndose lo que es conocido como “la leyenda negra” de la niñez. Lloyd Mause, el mayor exponente de la perspectiva “mientras mas nos remontamos en la historia encontramos el mas bajo nivel de cuidado infantil y lo mas probables es que los niños fuesen asesinados, abandonados, golpeados, aterrorizados y sufrieran abuso sexual”. En la sociedad tradicional veían con indiferencia el desarrollo y la felicidad de sus hijos” En los 80 Pollok ataco fuertemente este tipo de literatura, argumentando que entre 1500 y 1900, la forma en que los padres educaban a sus hijos, se había mantenido notablemente similar. Refiriéndose en articular, a la brutalidad hacia los niños, pollok sustentaba que esta “ había sido la acepción mas que la regla” y que “a través de los siglos los padres seguían preocupándose por sus hijos de a misma manera” Otros historiadores han considerado al siglo XVIII como el periodo en que tienen su origen las actitudes modernas de la niñez.

Rousseau, quien en Emilio mencionaba que hay una forma natural del desarrollo del niño y que la intervención de los adultos, acorde las formas de actuar de la naturaleza, sienta las bases para enfrentar todas las dificultades que se presentan durante la educación de los niños y para afrontar los subsecuentes problemas del comportamiento adulto. El romanticismo fue la etapa siguiente en donde se consideraba ala niñez una edad especialmente privilegiada, los niños no nacían perversos como señalaba una versión del cristianismo, si no por lo contrario son mensajeros de dios, Roseau y los románticos establecieron la agenda educativa para el siglo XIX y a principios del siglo XX y sus ideas poco a poco dominaron sobre las cristianas.

En principio, tal niñez debería estar disponible a todos los niños de todas las clases sociales. Ellos pensaban que la falta de una niñez apropiada y suficientemente prolongada era la base de los problemas sociales mas serios. Los niños no deberían ser capaces de cuidarse a si mismos, si no ser dependientes y estar bajo control. Mary Carpenter, creía que había ciertas cosas sin las cuales el ser humano no podía decir que era un niño. La primera de estas era el amor que “para los niños es una necesidad absoluta de su naturaleza y cuando le es negado, dejan de ser niños”. La segunda era la vida en familia “ el verdadero lugar de la niñez”.

Los niños londinenses de la calle, eran pilluelos independientes, “jóvenes maniacos”, “una raza ilegal y salvaje”, “los potros salvajes de las pampas” y “los árabes de la metrópolis”; considerados a mediados del siglo XIX como una tribu siempre en movimiento y ferozmente independiente, se enfatizaban dos características deplorables en los niños. La idea del niño como un salvaje fue extendida mas tarde mediante la penetrante teoría de recapitulación: todos los niños, no solo los de la calle, llegaron a considerarse “salvajes”, y solo como “salvajes” llegaron a ser considerados niños. Para los reformadores las características de estos niños compartían la simplicidad e irracionalidad, por lo que necesitan ser guiados y disciplinados. Rousseau y los románticos, los niños deberían ser consentidos en su salvajismo; era natural que los niños fueran salvajes y la precocidad era el peligro siempre presente. La idea del niño como un salvaje tuvo implicaciones ambivalentes, indicaba la importancia de proporcionar una educación adecuada a su naturaleza y de hacer todo lo posible para asegurar que cada niño tuviera una adecuada niñez; por otro lado, esta idea implicaba un estatus muy bajo para los niños puesto que en la época del imperialismo no se asociaba a la nobleza con el salvajismo.

Existe otra área en la que el concepto de niño de los románticos iba a tener posteriores y profundas consecuencias y estaba relacionada con el trabajo infantil, todas las sociedades consideraban que la mayoría de los niños desde muy pequeños deberían contribuir de alguna manera en la producción económica, ya fuera cuidando a los hermanos más pequeños para permitir a los adultos dedicarse más directamente a un trabajo productivo, o espantando a los pájaros de las cosechas. John Locke, pensaba que los niños cuyos

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