El adulto joven. Cap 12 : El adulto joven, intimidad- Hassol

El adulto joven. Cap 12 : El adulto joven, intimidad- Hassol

La modernidad llama al adulto “adulto joven” que abarca entre los 20 y 30 años,  llamando a esta  periodo la etapa del noviciado.  Pero para lograr llegar a la adultez el joven necesitará lograr una identidad, que se formará si los años de la adolescencia han transcurrido favorablemente, la independencia aceptable de la familia, ofreciendo una cierta seguridad al tomar decisiones, conseguir un trabajo que le ayude subsistir, haberse casado y adquirir la capacidad para planificar su vida.

ATRIBUTOS FÍSICOS

Tanto los hombres como las mujeres alcanzan la cima de su forma física durante este periodo.  Ciertos sistemas orgánicos habrán empezado a declinar lentamente para que se unan otros sistemas en forma tal que el funcionamiento corporal continúe decreciendo. Sin embargo, las señales tradicionales del envejecimiento como la idea de enfermedad y periodo de vigor, las considerarán lejanas, continuando con algunas de las prácticas excesivas de su adolescencia. Así es que el joven adulto parecerá estar en una edad dorada,  aun cuando la declinación en algunas funciones ya ha empezado, su progresión tiende a no ser notada más que en casos de extraordinarias demandas corporales, pero la misma gente joven no considera su edad como tan ideal. De hecho, la edad contiene un número de incertidumbre que no provoca serenidad. Entre estas está la necesidad de encontrar y ocupar el lugar de cada uno en la sociedad adulta.

Con este fin, Levinson afirma que el hombre joven necesita un Sueño, un maestro y un otro muy especial. Cabe destacar que hace referencia a los adultos jóvenes de ambos sexos, observando la relación entre la fantasía y lo cognoscitivo durante este periodo. Se concibe como la etapa del noviciado, que demarca afectivamente su calidad de iniciación y dura unos 15 años, de los 17 o 18 a los 32 o 33 años.

DESARROLLO COGNOSCITIVO

Un Sueño

Levinson postula que los hombres en la edad madura, aquellos cuyo trabajo y estado adulto se han inundado de un sentido de emoción y autosatisfacción, fueron creadores de un Sueño durante la fase de noviciado. La función del Sueño era el ofrecer a quienes pudieran hacer su vida a su alrededor, a pesar de las luchas y fracasos, un foco de compromiso.

Sin embargo la clase especial de Sueño descrito por Levinson parece apropiada para los razonamientos  de las “operaciones formales”. Piaget las presenta como el orden más alto del desarrollo mental, la forma más madura del pensamiento. Entonces ser capaz de formar un Sueño parecía representar una capacidad de operaciones formales. Soñar en nuestro propio futuro, idear diversas alternativas, probarlas mentalmente, requiere de un logro mental de alto nivel. Esta clase de fantasías es lo que Piaget observa en el juego de la niñez temprana, la criatura joven no es objetiva ni realista. Pero el Sueño del adulto está orientado hacia el futuro anclado en el presente, utilizándolo como orientador de la conducta y para que pueda comprometerse y realizar este Sueño, logrando así la autosatisfacción.  

Según que se crea poder guiar las circunstancias y manejar los eventos de la vida o se suponga que las fuerzas externas influyen en lo que pasa, se producen dos orientaciones hacia el futuro. Las personas que se miran a sí mismas como dueñas de su propio destino, colocando el sitio de control dentro de uno, se los llama internalistas, quienes se hacen cargo de las cosos, en tanto, quienes creen que el sitio de control está afuera y que no hay nada que pueda hacerse para cambiar las cosas se los llama externalistas, que tienden a reaccionar pasivamente a los que sucede, en lugar de instigarlo.

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