Estado De Bienestar: Salud Publica
Enviado por Daiana1993 • 1 de Julio de 2015 • 2.056 Palabras (9 Páginas) • 205 Visitas
El estado de bienestar
En la Argentina, hasta los años cuarenta, la organización de la medicina era bastante simple, ya que por un lado se encontraba el sector privado que atendía a la clase media y alta y, por otro, los servicios del Estado y de la beneficencia que se encargaban de los grupos socioeconómicos más débiles. Existía también la modalidad de servicios mutuales de origen étnico inmigratorio (que brindaba asistencia a comunidades europeas) y los organismos mutuales de carácter gremial -aunque con muy limitada cobertura- entre los cuales se destacaba el desarrollo de los servicios para obreros y empleados ferroviarios.
El 4 de junio de 1946 juró su cargo como presidente de la República el Coronel J. D. Perón. Se erigía como el líder de un movimiento popular que prometía un cambio profundo de la estructura social y económica del país. Perón proponía nuevas relaciones entre el Estado y el Pueblo. Su ideario, que cristalizaría posteriormente en la doctrina de la "Comunidad Organizada", planteaba un modelo de Estado Benefactor, un reformismo social innovador en la historia del país basado en nuevas reglas de juego en las relaciones de las fuerzas productivas y en un marcado proteccionismo estatal.
El cuidado y la preservación de la salud de la población fue una de las principales metas del programa de bienestar social propulsado por el peronismo. La creación de la Secretaría de Salud en el año 1946, significó la instrumentación de una serie de medidas orientadas a la ampliación de las competencias y actividades estatales a fin de de abarcar de manera integral la atención médica y la asistencia social atendiendo al cuidado médico, curativo, preventivo y social de toda la población sin distinciones, incluyendo a los habitantes de los lugares más olvidados y atrasados del territorio.
Ramón Carrillo fue quien aceptó el cargo que le ofreciera el Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, como titular de la Secretaría de Salud Pública, que posteriormente se convertiría en Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, siendo Carrillo el primer ministro de Salud Pública de la Nación, cargo que desempeñó hasta 1954.
Partiendo de una nueva estructura administrativa que combinaba la centralización normativa, por la cual el Estado nacional unificaba y tipificaba criterios, procedimientos, mecanismos y servicios para todo el país; y la descentralización ejecutiva, por la cual se asignaban competencias y funciones a las provincias y municipalidades, se ha sostenido que, en los hechos, estos niveles de gobiernos lograron tener un papel hegemónico en la ejecución de la política sanitaria.
El objetivo fundamental, era lograr un sistema unificado de salud, que abarcara el cuidado médico, curativo, preventivo y social y ejercer jurisdicción sobre todas aquellas actividades que incidían en la salud de la población (alimentación, vivienda, trabajo, salario, higiene laboral), de manera de otorgar una más amplia cobertura a las necesidades de bienestar de todos los argentinos.
Su gestión se caracterizó por un profundo sentido nacional, facilitando que el pueblo tuviera acceso a las conquistas científicas y adelantos en medicina social, destacando el principio de la necesaria interacción entre la política de salud y la política social.
Otorgó prioridad al desarrollo de la medicina preventiva y modernizó la organización hospitalaria. Su estrategia de planificación se vio potenciada por la acción de la Fundación
Eva Perón. Su gestión es un ejemplo de cómo se pueden erradicar las enfermedades endémicas desde políticas de Estado: fue el primero en todo el mundo en llevar a cabo una campaña exitosa para erradicar una endemia (la campaña contra el paludismo).
En la Secretaría de Salud Pública, inició una verdadera revolución de la salud, que tuvo tres pilares fundamentales: la medicina asistencial, la medicina preventiva, la medicina social y la atención materno infantil.
Promovió la construcción de centros de salud espaciosos y funcionales.
Trabajó en los cambios necesarios que quedaron plasmados en tres decisiones que el propio Perón hizo suyas: todos los hombres tienen derecho a la vida y a la salud; no puede haber política sanitaria sin política social; y de nada sirven las conquistas de la técnica médica si éstas no pueden llegar al pueblo por los medios adecuados.
Su plan delimitaba dos principios de planificación: la centralización normativa, que obligaba a la unificación de criterios, regímenes de trabajo y normas administrativas (presupuestarias, de recursos humanos y de documentación). El segundo principio era la descentralización ejecutiva, la cual dio lugar a la participación directa, tanto de grandes hospitales como de pequeñas postas sanitarias, con tareas concretas de defensa de la salud popular. Para ello, Carrillo dividió el país en áreas geográficas, las regiones sanitarias, delegando gradualmente y en diferentes niveles funciones y atribuciones técnicas y administrativas.
Período Estatal: La Sanidad ya no es un problema social que puede resolverse con mutualidades. La sanidad es un problema de gobierno tan importante como la educación.
Con la llegada de Perón al gobierno y con la Constitución Justicialista estamos en la sanidad estatal, ya que se incorpora el concepto de salud pública como obligación del Estado. Bienestar general en el Preámbulo de la Carta Magna.
La Salud Pública desde ese punto de vista de la estructura del Ministerio de Salud Pública de la Nación está compuesta por tres Ramas:
a) Medicina Asistencial: hecho biológico y consumado, curamos al enfermo.
b) Medicina Sanitaria: prevenimos la enfermedad, controlando el ambiente general (biológico, el trabajo, el suelo, el aire, el agua, los alimentos)
c) Medicina Social: perfeccionamos la salud previniendo las enfermedades y atacando todos los factores que provienen de la misma sociedad: insuficiencia alimentaria, malas condiciones de trabajo, ignorancia de la higiene, etc.
Caracterización de las ramas médicas del Estado
1) Asistencial: es pasiva, toma al enfermo, lo hospitaliza, lo cura.
2) Sanitaria: es defensiva, previene, atiende el ambiente biológico (los gérmenes,
etc.) y el físico, que rodean al individuo (centro sanitario).
3) Social: es activa, va en busca tanto del enfermo como del sano, por los centros de salud, también, dice Carrillo, de “nuestra creación”. Actúa sobre los factores indirectos (alimento, vivienda, trabajo, jornales, ignorancia, etc.) y sobre todos los individuos, sea cual fuere el sector a que pertenezcan. Un problema personal también es un problema colectivo, social.
Estos cambios
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