Estrés.

Estrés.

Se define como un estado de fatiga física y psicológica del individuo, provocado por desórdenes emocionales, cuadros de ansiedad o exceso de trabajo. Aunque en ocasiones constituye el motor de nuestras vidas, es ante todo uno de nuestros más feroces enemigos. Frente al estrés, el organismo humano reacciona tanto en el aspecto biológico como en el psicológico, por otro lado el estrés es considerado natural y automática de nuestro cuerpo ante una situación que nos resulta amenazador o desafiante, aunque una cierta cantidad de estrés (activación) es necesaria. Sería Selye, en el siglo XX, se refiere al estrés como un conjunto coordinado de reacciones fisiológicas ante cualquier forma de estímulo nocivo.

Estrés como respuesta psicofisiológicas:

Se define el estrés como los indicios de tensión, es decir, son las respuestas psicofisiologicas y conductuales las que definirían el estrés “El conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción“ Es el comportamiento heredado, defensivo y/o adaptativo, con activación específica neuroendocrina ante el estresor amenazante "reacción de alerta".

La manera en que las personas evalúan a las situaciones vividas, juega un papel importante en el proceso de estrés. Por lo tanto, cada persona poseerá una apreciación diferente de lo que interpreta como un acontecimiento estresante.

Hoy en día, debido a estar insertos en una sociedad con reglas de convivencia establecidas, las situaciones estresantes no pueden ser resueltas directamente y, por lo tanto, no se puede liberar la tensión psicológica, acumulándose y provocando los síntomas fisiológicos, psicológicos y conductuales relacionados con el estrés.

Que una persona sufra de estrés implica que el mismo puede ser excesivo, al igual que el esfuerzo que necesita realizar el organismo para sobreponerse al nivel de resistencia que posee para el mismo. El estrés siempre provocará síntomas que se interpretan como que el organismo está liberando toda esa tensión acumulada y que cuando es mantenida por mucho tiempo comienza a manifestarse con los síntomas que la caracterizan.

Entre los principales síntomas fisiológicos se encuentran los desórdenes gastrointestinales que pueden ir desde gastritis, úlceras hasta otros padecimientos que pueden recrudecerse en períodos de crisis, palpitaciones aceleradas entre las que se cuentan también las arritmias, sudoración excesiva que puede ser palmar o general, cefaleas donde las migrañas tienen un papel predominante en la permanencia de estas, enrojecimiento de la cara debido al momento tensionante que esté pasando, así como la boca seca, náuseas que puede conducirnos hasta vómitos entre otros, todos afectando la salud del hombre y limitando su desarrollo en la vida laboral (Martín, 1992).

La aparición de síntomas psíquicos tiene también una prevalencia visible en este proceso

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