Evaluacion Vocacional

CRITERIOS DE EVALUACIÓN VOCACIONAL

Gottfredson, en el año 1986, formula una serie de preguntas que tienen por finalidad evaluar el desarrollo vocacional de las personas con déficits en función a su condición y determinados factores de riesgo que influyen directamente en las alternativas que el orientado ha considerado y descartado, por otro lado, estas interrogantes permiten abordar de manera sencilla la evaluación vocacional de una manera adecuada y eficiente, a saber:

 ¿Ha identificado alguna alternativa?

 ¿Las alternativas son realistas?

 ¿Se siente satisfecho con las alternativas?

 ¿Ha restringido innecesariamente sus alternativas?

 ¿Conoce de forma realista las oportunidades y los obstáculos que tiene para poner en marcha su plan de carrera?

Planificación vocacional

Las personas con déficits presentan obstáculos específicos en el momento de abordar la planificación vocacional (Salomone y Paige, 1992), El orientador debe reconocer que existe una actitud negativa de las personas hacia la discapacidad y un parcial o total desconocimiento de las potencialidades y limitaciones de aquellas que presentan esta condición. Esta falta de conocimiento no es ajena a las propias personas con déficits, pues ellos suelen presentar estas características lo cual repercute en su autoestima y evidentemente en sus posibilidades de desarrollo. En consecuencia, la planificación y preparación vocacional son inadecuadas y de baja calidad, lo cual refuerza en ellos la idea de que la discapacidad limita sus opciones.

Sin duda una barrera que impide el desarrollo vocacional de las personas con déficits está en relación a la negativa generalizada para brindarles puestos de trabajo. Los empresarios en numerosas ocasiones se niegan a contratarlos, probablemente al desconocimiento o al prejuicio que poseen. Además, los medios de transporte se suman a la problemática pues son limitados y escasos para las necesidades de las personas con déficits en el caso de que deban utilizarlos para llegar a su centro laboral. Otros aspectos relevantes a tener en cuenta como obstáculos son las crisis económicas, la insensibilidad de la sociedad y de los propios educadores para tener en cuenta las necesidades de las personas con déficits, la falta de contacto con una persona con discapacidad que haya tenido éxito y sea considerado como modelo, la incertidumbre que crea la valoración confusa que realizan dichas personas acerca de sus potencialidades y la falta de servicios adecuados en el ambiente laboral que estén acorde con sus necesidades.

Tipo de acomodación de discapacitados al trabajo

Halpern (1985) propone un modelo acerca de la transición al mundo laboral del discapacitado entendiendo sus necesidades a través de tres componentes para lograr la adaptación con éxito a la comunidad, siendo dichos componentes: el empleo, el entorno residencial y la red socio-interpersonal. En este sentido, DeMario, Rex y Morreau (1992) determinan que las personas que tienen éxito y satisfacción laboral, así como las exigencias de los propios empresarios de los trabajadores con alguna discapacidad, aluden a la necesidad de haber desarrollado una serie de habilidades, destrezas y conocimientos en estos tres ámbitos. De este modo, los empresarios exigen que los trabajadores con discapacidad posean buenos hábitos de trabajo, capacidad de socialización, capacidad de socialización, capacidad lectora y numérica. Las personas con discapacidad se caracterizaban por una actitud positiva hacia el trabajo y hacia ellos mismos, metas vocacionales realistas, capacidades de orientación y comunicación, alto nivel de independencia, buena integración a la comunidad y un nivel alto de contactos sociales.

Siendo específicos acerca de la acomodación de las personas con discapacidad al ámbito académico o laboral, existen varios ajustes que se pueden hacer en el momento de la formación del individuo como lo son el adquirir o modificar el equipamiento o los aparatos de estudio o laboral, ajustar o modificar las políticas educativas y laborales, la presencia de lectores e intérpretes, hacer el lugar de trabajo accesible y utilizable para las personas con discapacidad y otras acomodaciones adicionales sugeridas por los propias personas con discapacidad.

Sacks y Wolf (1992) indican que las habilidades sociales son parte fundamental de la transición adecuada al mundo laboral, lo cual implica un nivel óptimo de habilidades académicas, de vida independiente, de desarrollo de carrera y de habilidades de competencia social; destacando en esta última el comportamiento social apropiado, destrezas interactivas de conversación, aceptar responsabilidades, tomar decisiones, comprensión de las necesidades de otros y establecer vínculos interpersonales beneficiosos.

Taxonomía de Campbell y Cellini

La clasificación propuesta por Campbell y Cellini en el año 1981 es considerada como aquella que mejor permite identificar la mayoría de problemas con los que un orientador puede habitualmente

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