FREUD ANALISTA DIDACTA

FREUD ANALISTA DIDACTA

En la carta de FlieB del 21 de septiembre de 1897 Freud le comenta: “ya no creo en mi neurótica” participándole con ella su abandono de la teoría de seducción, esa que planteaba que en la infancia de la histérica había ocurrido en un ataque sexual perpetrado –en general- por los padres mismos.

Freud deja de considerar que la primera escena productora del síntoma histérico haya ocurrido realmente. Se da cuenta de que todo recuerdo es encubridor y, por tanto, una suma de escenas aglutinadas gracias a una fantasía. Freud inventara la noción de realidad psíquica para no tener que suponer la realidad efectiva de dichas escenas.

Ahora bien, si lo fundamental, lo generador de síntomas, ya no se encuentra en el recuerdo de la primera escena. ¿Dónde encontrarlo? Solo mediante la incorporación de la noción de deseo es que el esquema se sostiene.

El deseo no es situable en un asado o en un futuro, sino en un presente donde se halla el sido y el advenir. El psicoanálisis se ubica en el plano de la temporalidad heideggeriana.

Freud abandonara también cualquier referencia al discurso médico, pues al indicar que “el síntoma es la obra maestra del neurótico”, la expresión última –y más pura- de su subjetividad, el cual no es ser extirpado sino a ser descifrado, se aleja de esa medicina para la cual el síntoma debe desaparecer lo más pronto posible.

En esta época Freud ya posee una concepción del inconsciente y de la represión. El paciente ya no era tal, pues el mismo era, en buena parte, agente de su cura. Pero había algo más, a Freud se le imponía un deseo no analítico, buscaba que sus pacientes aceptaran su concepción analítica, es decir, buscaba convertirlos en seguidores fieles, en colaboradores de la investigación sobre el inconsciente. Esta es la razón de las largas intervenciones didácticas que Freud dirigía a sus enfermos.

Un caso de Freud titulado por el mismo: “de la historia de una neurosis infantil (el hombre de los lobos)”. Freud analizo a Sergei Petrov Pankejeff –el “hombre de los lobos”- inicialmente e febrero de 1910 a julio de 1914, luego entre noviembre de 1919 y febrero de 1920. Pankejeff acude por primera vez al análisis con Freud a causa de una neurosis acaecida luego de una gonorrea. Luego de un largo periodo de lo que años después se denominaría “reacción terapéutica negativa” (en la cual, a pesar de que el paciente asiste al tratamiento, el análisis no avanza), Freud plantea un artilugio para hacer que Pankejeff se analice.

El texto de Freud se centra en la llamada “neurosis infantil” de Pankejeff y sitúa como causa dicha neurosis un trauma: el haber presenciado un coito a tergo entre sus partes.

Poco después de terminado el tratamiento de Pankejeff con Freud inicio la Primera Guerra Mundial, durante la cual se originó, en la patria de Pankejeff, la revolución soviética. A consecuencia de la misma Pankejeff perdió prácticamente todos sus bienes. Esto desperro antiguos síntomas que lo condujeron de nuevo al diván

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