Filosofia Humanista
Enviado por paulino604 • 28 de Febrero de 2013 • 3.262 Palabras (14 Páginas) • 579 Visitas
1 CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL
Históricamente podemos señalar que ésta perspectiva, en sus albores surgió
como un movimiento social que se inspiró hacia 1890 por William James, quien escribió el libro Principios de la Psicología, en el cual se hace referencia
al método de introspección, al análisis de estados mentales y al libre
albedrío (Más tarde éstos tres contenidos forman parte de esta escuela).
Sin embargo, la psicología humanista nace en EE.UU. desarrollándose paralela a la Revolución de las Flores, suceso que surgió en reacción a la Segunda Guerra Mundial. Entonces su auge radica principalmente ante tales
devastadores litigios; pues la sociedad se postró en una atmósfera de
desilusión y protesta que se magnificó en distintos creencias y corrientes
filosóficas, tales como el Existencialismo y la orientación de drogas de
"hippies" proveniente de la Revolución de las Flores. Esta rama de la psicología, a menudo llamada la “Tercera Fuerza” después del conductismo y el psicoanálisis, comenzó a principios de los años 50 y su influencia ha aumentado desde entonces. Psicólogos humanistas como Abraham Maslow y Carl Rogers, protestaron contra lo que ellos consideraban la estrechez de las dos primeras corrientes. Sostienen que el conductismo dice muchas cosas sobre la conducta, pero poco sobre las personas, y que el psicoanálisis dice mucho sobre los perturbados mentales, pero poco sobre los sanos.
El humanismo ha intentado ampliar los contenidos de la psicología, para que incluya aquellas experiencias humanas que son únicas, tales como, el amor, el odio, el temor, la esperanza, la alegría, el humor, el afecto, la responsabilidad y el sentido de la vida, todos ellos aspectos de nuestras vidas que generalmente no son estudiados ni se describen sobre ellos de una forma científica, porque se resisten a ser definidos, manipulados y medidos.
La psicología humanista propone que la gente debe aprender a realizar su potencial; se centra en las posibilidades de la experiencia no verbal, la unidad de la mente, los estados de conciencia alterados y la prevención. Lo que refleja la suposición de que cada quien tiene el potencial para crecer y desarrollarse.
Nadie, absolutamente nadie es en esencia malo, incapaz o indigno. Una meta de la psicología humanista es ayudar a la gente a darse cuenta de ello, de modo que, quienes no han logrado desarrollar su verdadero potencial tengan la oportunidad de crecer. Se subraya la existencia de una continuidad entre ser normal y afrontar problemas. Abraham Maslow es considerado generalmente el inspirador de la psicología humanista, sin embargo, él mismo nos recuerda que el movimiento de la Psicología Humanista "no es obra de un solo líder sino de muchas personas", como Erich Fromm, Kurt Goldstein, Karen Horney, Gordon Allport y Henry Murray entre sus antecesores y Carl Rogers, Rollo May, Gardner Murphy o Erik Erikson entre sus contemporáneos. Se puede considerar que Rogers fue parte de esta "tercera fuerza". Su enfoque está tan cerca del enfoque de Maslow que podemos considerar ambos enfoques complementarios. Rogers pensaba que cada persona vive y construye su personalidad a partir de ciertos objetivos; y el objetivo más alto sería ser feliz, autorrealizarse.
Además, a principios del siglo XX se basó en las necesidades de
psicoterapias de la sociedad, debido a su imposibilidad de libre expresión,
al vacío interno que sentían en sí mismos y a la enajenación con lo que los
rodeaba (debido a la Segunda Guerra Mundial). Es decir, sus vidas carecían
de valor y sentido.
A causa de estos fenómenos sociales, culturalmente se identificaron los
siguientes temas o características que son resonantes en esta perspectiva.
No referimos al individualismo en la perfección humana, al énfasis sobre el
auto-descubrimiento y lo que ocurre en el presente, al hedonismo, y al
irracionalismo.
Además, la psicología humanista se caracterizó por apoyarse en el punto de
vista del escritor francés Juan Jacobo Rosseau, quien califica a los
individuos como "nobles salvajes", desarrollados como seres humanos
productivos, alegres, buenos y bondadosos, a menos que la sociedad o
experiencias desfavorables interfirieran o corrompieran el manifiesto de su
naturaleza más elevada.
Los teóricos más representativos de ésta escuela son Abraham Maslow y Carl
Rogers, quienes establecieron la esencia inicial de esta perspectiva e
hicieron gran aporte con sus teorías de la motivación y el empleo de la
psicoterapia humanística que explicaremos más adelante. Ambos presentan
tradiciones culturales similares; ambos nacieron en EE.UU. y se titularon
como psicólogos en universidades prestigiosas como la de Columbia y
Wisconsin.
2 MARCO CONCEPTUAL
A través de la Psicología Humanista se trata de individualizar y no
esterilizar a la persona, intentando llegar a tener una visión completa del
sujeto a través de los aspectos positivos del ser humano. Para poder llegar
a la comprensión de esta teoría se deben conocer primero los conceptos en la
cual están sujetos los argumentos de la existencia de esta escuela.
La auto-actualización en términos generales corresponde al empleo y la
explotación total de los talentos, capacidades, posibilidades, etc. Este
concepto fue integrado a la psicología por Abraham Maslow el cual propuso
que las investigaciones se debían realizar con personas saludables y
creativas, con hombres y mujeres sobresalientes y no promedio. Ésta consiste
en la búsqueda del conocimiento, apreciación de la belleza, jovialidad,
autosuficiencia, la penetración en la verdad (se pueden observar claramente
en la teoría de las motivaciones de la pirámide de Maslow). Hizo una
investigación (Abraham Lincoln, Tomas Jefferson, Albert Eintein, Eleonor
Roosevelt, etc) y con determinadas características logró definir condiciones
para desarrollar el potencial humano. Es encontrado cuando el individuo se
siente, sano, seguro, amado y competente.
La empatía corresponde a la serie de conceptos base para la Psicología
Humanista; ésta es la capacidad de situarse en el lugar de la otra persona,
compartiendo sentimientos basándose en percepción de las expresiones de
esta, o por haber experimentado conjuntamente con otras personas la misma
situación o por conocer su estado Psíquico. La comprensión
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