Formas de servicio.
Enviado por Synadorn • 21 de Junio de 2013 • Informe • 673 Palabras (3 Páginas) • 296 Visitas
Hermanos que la luz del Padre llegue a sus corazones encendiendo la llama del amor.
Yo soy KWAN YIN y vengo a dedicar una líneas a los corazones afligidos de los hermanos que hacen de éstos sus propias sendas de victoria.
Cuando la luz del alma ilumina al ser interior, surge como el torbellino más potente, la necesidad de entregarse al servicio por la humanidad y con esta misma energía, con ese mismo ímpetu, el ser humano se lanza por las calles del dolor, de la desesperación, tratando de hacer algo por aliviar esas emociones que él mismo siente lastimando su alma.
Formas de servicio.
Consolando el dolor ajeno, logra acallar momentáneamente su propia desesperación; aligerando la carga de los que sufren, siente que su propia vida es necesaria para sus hermanos; en la mirada de los niños o de los ancianos, escucha las voces pidiendo a gritos un poco de amor; en los enfermos desahuciados, tras las pobres vestiduras de los que mendigan en la calle escucha un desesperante llamado de auxilio, y él, sintiendo la responsabilidad de su propia alma que le pide el servicio, se desborda como un torrente de amor hacia todos aquellos que reconoce como hermanos, sufre por los que sufren, llora por aquellos que ya no tienen lágrimas para derramar, hace suyos los problemas del mundo y se siente desfallecer cuando reconoce la magnitud de su misión.
Oración silente.
De pronto vuelca toda esa angustia hacia su interior, traduciéndola en palabras que se elevan como si fueran humo de un incienso, en que se está ofrendando el corazón. Y el aroma que se percibe en los mundos celestiales por ese ser que ofrenda su vida en holocausto de servicio, es música gozosa que inmediatamente es respondida con potentes rayos de energía espiritual; entonces el dolor se apaga, la angustia se alivia y en la faz del discípulo una serena calma empieza a brillar, una poderosa energía lo invade interiormente y regresa al mundo de su servicio sintiendo la cruz más ligera y ayudando a sus hermanos no únicamente con sus cargas, sino proporcionándoles la energía para que ellos mismos puedan salir por su propio pie de ese callejón en que la vida los ha colocado.
Nace así el verdadero discípulo del servicio, como una respuesta a su ferviente oración de ayuda, como una respuesta del cielo a su llamado angustiante de auxilio y su vida se convierte en un faro de luz que disipa nieblas en donde hay obscuridad, que alivia enfermedades en donde hay sufrimientos, que aporta el consuelo aún a los corazones más encerrados y que extiende la mano para alcanzar a aquéllos que se han sumergido en los abismos; nada es imposible para un discípulo en servicio, nada es incansable para aquél que se ha erigido como instrumento de Dios, así sean las montañas más elevadas, o los abismos más insondables; el corazón que habla en el lenguaje divino rompe las cárceles, las barreras, franquea distancias, disipa tinieblas,
...