HISTORIA DE LOS PUENTES
Enviado por javieryoselin • 21 de Octubre de 2014 • 2.267 Palabras (10 Páginas) • 296 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITECNICA
DE LAS FUERZAS ARMADAS
UNEFA NUCLEO BARINAS
INGENIERO: BACHILLERES. C.I:
VALDERRAM GENESIS. 23595048
MARIA MENDEZ. 23015433
ING. CIVIL
VII SEMESTRE
BARINAS, OCTUBRE 2014
HISTORIA DE LOS PUENTES
A causa de las últimas inundaciones del sur de la península, ha saltado a primera plana una infraestructura de las más complejas, costosas y asombrosas que es capaz de construir el ser humano: los puentes. El origen de este tipo de estructuras se pierde en la antigüedad, y se remonta a la necesidad innata del ser humano de salvar obstáculos naturales, como los ríos.
Poco a poco este tipo de construcción fue evolucionando y dejó de ser utilizada exclusivamente para el paso de personas, de forma que permitían salvar desniveles surgidos en medio de un trazado para poder llevar, por ejemplo, conducciones de agua hasta su destino. En este aspecto a todos nos resultan familiares los acueductos romanos.
Pero junto con la evolución de la necesidad y sus necesidades de transporte estas estructuras siguieron evolucionando, dando lugar a estructuras tan extendidas como los puentes de ferrocarril. A lo largo del tiempo los puentes no han evolucionado sólo en su función, también lo han hecho en su forma y estructura, de forma que hoy en día nos encontramos gran variedad de puentes, con formas diferentes, construidos con materiales diversos y con propósitos muy distintos.
Estas estructuras son tan antiguo como la civilización misma y la necesidad del hombre de salvar accidentes naturales para construir rutas por las que desplazarse. En un primer momento los puentes eran construidos con piedras y maderas, lo que hacía que cumplieran su finalidad, pero sin alcanzar grandes propósitos, ya que esta forma de construirlos impedía que soportasen grandes cargas, y por norma general, acababan destruidos, bien por la acción del hombre o bien por la fuerza de la naturaleza.
No fue hasta la llegada de los romanos cuando la construcción de puentes sufrieron su primer gran avance en términos de construcción: el arco, los puentes de arco, construidos con piedras y cemento, permitían soportar grandes cargas al tiempo que resistían las inclemencias meteorológicas sin más inconveniente. Tanto es así que no son pocos los puentes romanos que se siguen utilizando en nuestros días y que forman parte de la red de carreteras, como el Puente de Alcántara. Por desgracia la caída del Imperio tuvo graves consecuencias: la mayor parte de las estructuras se vio más como un punto débil en términos de defensa estratégica que como una ventaja, por lo que fueron destruidas. No obstante, el parón tecnológico que hubo en este aspecto fue tal que la técnica constructiva (piedras, madera y arco) apenas varió desde los romanos hasta el imperio napoleónico.
Años después, se comenzaron a construir puentes de ladrillo y cemento. Parece increíble, pero aunque el cemento ya fue utilizado por los romanos, el uso del cemento vuelve a ser un descubrimiento en las técnicas constructivas: esta tecnología se había perdido con el paso del tiempo y nadie había vuelto a usarla.
Tuvimos que esperar hasta el siglo XVIII para volver a ver nuevos avances en estas construcciones. Hans Ulrich, Johannes Grubenmann, y otros comenzaron a desarrollar las vigas, facilitando la construcción de puentes robustos. Hubert Gautier escribe, en 1716, el primer libro que se conoce en la historia sobre ingeniería para la construcción de puentes.
Afortunadamente, no hubo que esperar otros seiscientos años para seguir innovando, y durante el siglo XIX llegaron grandes avances en la construcción de puentes. En primer lugar, el hierro, que pese a no dar buenos resultados debido a su escasa fuerza elástica para soportar grandes cargas, abrió el camino hacia algo innovador y definitivo: el acero. Comenzó así una revolución constructiva que llenó nuestra orografía de puentes metálicos, sobre todo a raíz del desarrollo de la tecnología creada por Gustave Eiffel, que permitió crear puentes en sitios inauditos y poder crear nuevas vías de comunicación en sitios impensables. Aún hoy son números los ejemplos que sobreviven de este tipo de puentes.
Es importante mencionar que los primeros puentes se realizaron seguramente por elementos naturales simples, como un tronco dejado caer sobre un arroyo o unas piedras dispuestas en un río. Los primeros puentes seguramente serían una combinación de rocas apiladas como pilares sosteniendo los maderos que funcionaban como tableros. Se sabe que algunas tribus americanas usaron árboles y cañas para construir pasarelas que les permitían salvar agujeros en las cavernas. Con el tiempo supieron crear cuerdas que permitían unir los distintos elementos del puente. Estas cuerdas también sirvieron para crear primitivos puentes de cuerdas atados a los dos lados que se querían cruzar. En cierta manera así nacieron los puentes colgantes.
Puentes de piedra la era del arco
El puente Arkadiko, de la cultura micénica, es uno de los cuatro puentes de falso arco que formaban parte de la red de carreteras, diseñada para acomodar las cariotas, entre Tiryns y Epidauros en el Peloponeso, en Grecia.
Datan de la Edad del Bronce, siendo uno de los puentes arcos más antiguos que sigue en uso. Varios puentes arcos intactos han sido encontrados en el Peloponeso que provienen de la Edad helenística en el sur de Grecia. Todo parece indicar que los griegos desconocían el concepto de arco, pero sí los mesopotámicos que lo usaron en la arquitectura. De alguna forma los etruscos también aprendieron a usar el arco y transmitieron la técnica a los romanos.
La civilización romana fue la primera cultura en construir puentes de forma generalizada. La necesidad de tener una red de calzadas bien comunicada y fija hizo
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