Ilusiones
Enviado por Alex Herrada • 21 de Noviembre de 2022 • Resumen • 3.984 Palabras (16 Páginas) • 104 Visitas
Ilusiones
Nota: El libro tiene muchas frases que resumen la historia, así que les dejaré las frases a manera de reflexión porque resumen lo que ocurre, ya que lo que sucede es solo una forma de explicar la aventura del maestro.
Nombre del maestro es: Donald Shimoda y se le refieren a él como Don.
Cap. 1
Llegó un maestro nacido en a tierra Santa de Indiana y se crio en Fort Wayne. Recordaba los conocimientos de sus vidas pasadas. Tanta era su sabiduría que el pueblo comenzó a llamarle el Mesías. Un día de lluvia fuerte, él se encontraba hablando en un bosque y ni una gota caía sobre él y sus oyentes. Les dijo “En cada uno de vosotros reside el poder de prestar consentimiento a la salud y a la enfermedad, a las riquezas y a la pobreza, a la libertad y a la esclavitud. Somos nosotros quienes las domeñamos y no otro.” A lo que le responde uno “Es fácil para ti, maestro, porque a ti te guían y a nosotros no, y no necesitas trabajar como trabajamos nosotros. En este mundo el hombre debe trabajar para ganarse la vida”.
Comenta que el viene de un pueblo cristalino, y ocurrió un diluvio en el cual “Cada criatura se aferraba como podía a las ramas y rocas del lecho del ría, porque su modo de vida consistía en aferrarse y porque desde la cuna todos habían aprendido a resistir la corriente, pero una criatura al fin dijo: ´estoy harta de asirme, aunque no lo veo con mis propios ojos, confió en que la corriente sepa hacia donde va. Me soltaré y dejaré que me lleve a donde quiera. Si continúo inmovilizada, me moriré de hastío´.
“Nuestra verdadera tarea es este viaje, ésta aventura”
El maestro decide renunciar a su trabajo y al último comentó “Si un hombre le dijera a Dios que su mayor deseo consistía en ayudar al mundo atormentado, a cualquier precio, y dios le contestara y explicara lo que debía hacer ¿tendría que obedecer?”.
Pero “¿qué haríamos nosotros si dios os hablara directamente a los ojos y os dijera – os ordeno que seáis felices en el mundo mientras viváis?-
“En el sendero de nuestra felicidad encontraremos la sabiduría para la que hemos elegido esta vida. Esto es lo que he aprendido hoy, y opto por dejaros ahora para que transitéis por vuestro propio camino, como deseáis”
Cap. 2
El maestro se dedica a ser aviador de viajes de 10 minutos para turistas junto a una persona de nombre Richard en Illinois. Conversan sobre como Don es capaz de hacer grandes cosas y no preocuparse por lo necesario y requerible, pero siempre aparece por alguna razón eso necesario y requerible. Richard desea aprender todo lo que el Don sabe, pero no sabe qué tanto es capaz Don.
“¿no crees que si realmente quieres aprender esto, es que alguien te está guiando?”
Don, le ayuda a una niña a superar su miedo a las alturas y el abuelo de la niña está agradecido.
Cap. 3
Richard descubre que Don, es en verdad Donald Shimoda. A quien por el éxito que tenía con sus viajes en avión para turistas le nombraron en los diarios El Mesías Mecánico, el Avatar Norteamericano.
Confiesa que el renunció a su condición de Mesías. Un buen mesías no aborrece nada y disfruta de la libertar para recorrer todos los caminos que se le antojen.
“Soy el hijo de Dios, pero todos lo somos. Soy el salvador, pero también lo sois vosotros. Vosotros podéis ejecutar los prodigios que ejecuto yo”
“Yo cito la verdad donde la veo”.
Cap. 4
Don le comparte un libro a Richard, el manual del mesías impreso en letra gótica antigua. El nombre del manual es “Recordatorios para el Alma Evolucionada”.
Richard ojea el libro y nota que consiste en una colección de máximas y párrafos breves. Don le comenta. “Perspectiva, utilízala y olvídala, si has abierto esta página, olvidas que lo que sucede a tu alrededor no es real. Pienso en esto. Recuerda de dónde has venido, a dónde vas y por qué provocaste el desbarajuste en el que te has metido, para empezar.”
“Aprender a descubrir lo que ya sabes. Actuar es demostrar que lo sabes. Enseñar es recordarles a los demás que saben tanto como tú”.
“Los interrogantes más sencillos son los más profundos, ¿dónde has nacido? ¿Dónde está tu hogar? ¿A dónde vas? ¿Qué haces? Plantéalos de tiempo en tiempo y observa cómo cambian tus respuestas”.
“Vive de manera tal que nunca te avergüences si se divulga por todo el mundo lo que haces o dices… aunque lo que se divulgue no sea cierto. Tus amigos te conocerán mejor en el primer minuto del encuentro que tus relaciones ocasionales en mil años. La mejor forma de rehuir la responsabilidad consiste en decir: tengo responsabilidades”.
“¿No has fijado nunca algún problema en tu mente y has abierto luego cualquier libro que tengas a mano para observar lo que te dice?”
“La criatura estudiosa que llevas adentro, el travieso ser espiritual que encama tu auténtica personalidad, te guía por la vida. No vuelvas la espalda a los futuros posibles antes de estar seguro de que no tienes nada que aprender de ellos. Siempre gozarás de libertad para cambiar de idea y elegir otro futuro, u otro pasado.”
“Convéncete de que conoces todas las respuestas, y las conocerás. Convéncete de que eres un maestro y lo serás”.
Cap. 5
Don aterriza en un lugar meramente imposible.
“¿Este mundo? ¿Y todo lo que han en él? Ilusiones Richard, todo en él son ilusiones”
Cap. 6
Ilusiones. ¿Qué entendía el por ilusiones? Es importaba más de todo lo que había dicho o hecho. Fue categórico cuando proclamo: Todo en el mundo son ilusiones. Como si sólo con su énfasis pudiera grabarme la idea en la cabeza. Ciertamente era un problema y yo necesitaba su gracia, pero aún no sabía lo que significaba.
Si todo esto es ilusión, señor Shimoda, entonces ¿qué es lo real? Y si esta vida es ilusión ¿por qué la vivimos?
“El vínculo que une a tu auténtica familia, no es de sangre, sino de respeto y de goce mutuo. Es raro que los miembros de una familia se críen bajo el mismo techo”.
“Algunos de nosotros comenzamos a aprender cosas subconscientemente. Nuestra mente consciente no las acepta, de modo que obramos portentos en sueños”
“Tú eres como todos los demás, ya lo sabes. Sencillamente ignoras, aún, que lo sabes”.
Richard no comprende la sabiduría de Don y le pregunta: ¿qué es lo que quieres dar a entender? ¿Por qué no te sinceras conmigo y explicas lo que ocurre? A lo que Don le responde “Quizás deberías decírmelo tú. Dime qué es lo que yo te quiero dar a entender, y te corregiré si te equivocas”.
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