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LA COMPRENSION PUBLICA DE LAS CIENCIAS


Enviado por   •  11 de Junio de 2013  •  1.861 Palabras (8 Páginas)  •  353 Visitas

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La comprensión pública de la ciencia y

las decisiones del medio ambiente

Ponencia para el

XIII Congreso Nacional de Divulgación de la Ciencia

SOMEDICYT

Villahermosa, Tabasco, junio de 2004

Carlos Enrique Orozco

carlose@iteso.mx

Maestría en Comunicación

con especialidad en Difusión de la Ciencia y la Cultura

ITESO, Guadalajara

La importancia de la comprensión pública de la ciencia

Cuatro siglos después de que Galileo publicara en italiano y en el latín habitual de su

época, su Tratado sobre la esfera celeste o cosmografía, las actividades de divulgación

de la ciencia son una práctica cotidiana – aunque no suficientemente generalizada, en

todo el mundo. Muchos científicos, seguidores de Galileo, han escrito artículos en

periódicos y revistas de circulación masiva, o libros dirigidos a públicos amplios, o

colaborado en programas de radio, televisión, cine, museos interactivos, programas

para computadoras o páginas electrónicas para hacer llegar a públicos más amplios los

resultados de sus trabajos.

La divulgación de la ciencia en nuestros días, como una actividad masiva dirigida a los

grandes públicos, empezó con la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión

Soviética en el contexto de la guerra fría. El despliegue tecnológico mostrado por los

soviéticos en 1957 con el lanzamiento del Sputnik, el primer satélite en la historia,

provocó una gran polémica entre políticos, científicos y analistas en Estados Unidos

sobre el papel que la ciencia y la tecnología debía tener en una nación que pretendía

ser la primera en el mundo. La sociedad y en particular el gobierno estadounidense

reaccionaron a la competencia soviética y a partir de ese año, las políticas de ciencia y

tecnología fueron consideradas estratégicas en los planes y programas de desarrollo.

Como parte del renovado énfasis en el impacto de la ciencia en la sociedad, el tema de

la educación científica de la población formó parte de las agendas de los reuniones

científicas de prácticamente todas las asociaciones profesionales en Estados Unidos.

En 1972, la National Science Board inició la realización de reportes bianuales (Science

and Engineering Indicators ) sobre el conocimiento, la comprensión y las actitudes del

ciudadano común sobre la ciencia y la tecnología. Esos reportes han sido la base para

planes estadounidenses en el corto y largo plazo – por ejemplo el proyecto 2061(i)de

educación científica subtitulado como Science por All Americans.

Los estudiosos del tema(ii) han identificado varias razones de la importancia de la

comunicación pública de la ciencia por cualquier sociedad. Una mayor y mejor

comprensión de la ciencia por parte de los públicos no especializados puede generar

beneficios a la ciencia misma, porque los científicos tendrían mayores presupuestos

1

gubernamentales para su trabajo, mejores condiciones de libertad creativa y en general,

una mayor valoración por parte de la sociedad. En este aspecto, los científicos tendrían

que ser los principales interesados en dar a conocer su trabajo al resto de la sociedad;

para que se les valore mejor y puedan recibir más apoyo social. En México y la mayor

parte de países no desarrollados, el gobierno en sus distintos sectores (salud,

educación, medio ambiente, energía etc.) es la principal fuente de recursos para la

ciencia. En términos económicos, las actividades de divulgación de la ciencia pueden

contribuir a generar en las empresas más inversiones en el campo de investigación y

desarrollo para que pueda avanzarse en el desarrollo de una base científica-tecnológica

propia y menos dependiente del conocimiento generado en los países desarrollados. En

términos sociales, vivimos en una época con cambios muy importantes como resultado

de los avances del conocimiento científico y tecnológico y se esperan más y mayores

transformaciones para este siglo XXI. Tener mejor comprensión de los procesos y

mecanismos científicos también puede contribuir a una valoración crítica de las nuevas

tecnologías y su influencia directa en el medio ambiente y en las decisiones

comunitarias sobre su cuidado y protección.

Las decisiones del medio ambiente

El tema del medio ambiente no es tan reciente en la historia de la humanidad como

pudiera pensarse. Henry David Thoreau (1817-1862), escritor estadounidense, quien se

dedicó de tiempo completo al estudio y la contemplación de la naturaleza, fue uno de

los primeros ambientalistas sobre la Tierra. Sin embargo, en los últimos años con la

llegada de Greenpeace y otras organizaciones a los medios de comunicación masiva,

ha crecido la preocupación de los seres humanos por el medio ambiente. El cuidado y

protección de las enormes ballenas, las indefensas tortugas o las casi extintas violetas

de Guadalupe (Viola guadalupensis) se ha convertido en los principales mandamientos

de lo que es políticamente correcto hacer en la actualidad. Sin embargo, esta

preocupación no siempre se ha acompañado de un interés por conocer realmente el

estado actual del planeta tierra. Los diagnósticos de la situación actual del medio

ambiente, con bases reales e información confiable, han sido muchas veces sustituidos

por apocalípticos llamados a la “utopía original”; es decir regresiones a la era de la

prehistoria tecnológica en la que “los seres humanos vivían en total armonía con la

naturaleza”.

No todos los especialistas coinciden en interpretaciones alarmistas sobre el estado del

medio ambiente en la actualidad. Hay quienes creen que la situación no es tan grave

como la pintan las organizaciones ecologistas para ganar adeptos y fondos para su

causa. Bjorn Lomborg, un profesor de estadística en Dinamarca y antiguo activista de

Greenpeace. publicó El ecologista escéptico (iii ), un provocador libro que ha desatado la

mayor polémica sobre el tema ecológico en los últimos años, en particular en países

desarrollados.

Lomborg sostiene,

tomando como base muchas estadísticas de organismos

internacionales, que los ecologistas repiten sin cesar “una letanía basada en cuatro

miedos ambientales”:

a) Los recursos naturales se están acabando

b) La población

...

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