LA CONSTRUCCION CULTURAL DE LAS SEXULIDADES

La percepción que tenemos de la realidad así como la relación que tiene con nuestros procesos cognitivos, son procesos que están divididos en dos partes fundamentales: individual y social. Los conceptos de cuerpo y sexualidad no son ajenos a esto. Condicionadas por nuestra procedencia histórica y cultural, la percepción de estos conceptos se deriva de un contexto específico.

Un ejemplo claro sobre la influencia de la procedencia histórica y cultural de percepción de un individuo sería la creación de iconización. Hablando de forma específica, el SIDA. Cuando se menciona esta palabra, los individuos de nuestra sociedad asocian esta enfermedad con relaciones sexuales, e incluso, con un castigo divino por el abuso y explotación de nuestro cuerpo.

Hablando de sexualidad, la mejor manera de concebirla es como un “constructo histórico-social”, una inversión histórica que se basa, por supuesto, sobre las posibilidades del cuerpo, pero cuyos significados, y el peso que a ellos atribuimos, están conformados por situaciones sociales concretas. El sexo y la sexualidad han sido aspectos fundamentales para el individuo y la sociedad pero, ¿Por qué ha sido así? Hablando de forma personal, considero que la respuesta a esta pregunta se encuentra en un proceso natural, evolutivo y de supervivencia. Los seres humanos son animales sociales que para sobrevivir y conservarse como especie tuvieron que vivir en sociedad y evolucionar de esta manera. Cabe mencionar que la sexualidad se derivó de la necesidad y deseo sexual. Estos aparecen profundamente arraigados en nosotros como individuos. Teniendo este elemento como punto de partida, la expresión más cercana y fuerte que tenían dos humanos para relacionarse fue el acto sexual. Siendo el acto sexual un medio por el cual los dos individuos preservaban la especie e involucraban todo su ser, este se convirtió en un aspecto fundamental para formar los primeros pilares de la sociedad y algunos de sus fenómenos normativos. Con base a lo anterior, los individuos que vivían en sociedad comenzaron a materializar diferentes ideas. Una de estas ideas, construida por el proceso cognitivo y social del ser humano, fue la sexualidad. Siendo la sexualidad el fenómeno que permite desarrollo de las relaciones humanas, esta se convierte en un medio para conseguir el poder. Mientras mayor sea la relación de un individuo con otros, más poder se tiene. Comprendiendo este fenómeno social, es evidente que este “medio” que lleva al poder tendrá la suficiente influencia para determinar normas, costumbres y cualquier aspecto de una sociedad, de esta manera, se forman las diferentes sociedades con sus respectivas cualidades.

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