La Construcción Cultural De La Realidad

La Construcción Cultural De La Realidad

Con frecuencia pensamos que la “Cultura” es exclusivamente del Hombre/Mujer culto o cultivado, cuando sabemos que no hay ser humano que no posea cultura y no sea culto.

Si nos preguntamos ahora de donde ha surgido la cultura, no hay más que solo una respuesta, ya que la cultura no procede de la naturaleza biológica del hombre; sino que es un producto humano. El ser humano carece de instintos, por lo tanto carece de pautas instintivas de comportamiento para enfrentarse con el medio ambiente y relacionarse con sus semejantes y es por esta razón que ha tenido que inventarlo casi todo. Así poco a poco fue acumulando experiencias valiosas, producto de múltiples tentativas de éxitos y de fracasos.

Pero es necesario decir que esas experiencias no se quedaron en el interior de los hombres /mujeres que las realizaron, sino que se vieron sometidas a un proceso de externalización y objetivación y así se fueron sedimentando. Pero esto no se queda aquí, ya que las experiencias objetivadas sufren, entonces un proceso de institucionalización, las que son fijadas definitivamente mediante todo un sistema de pautas (normas, leyes, ritos, etc.) y sanciones.

En realidad, si vemos ahora nos damos cuenta que todo esta institucionalizado y que por tanto todo rasgo o complejo cultural es una institución. Además el buen funcionamiento de una sociedad requiere que las instituciones sean respetadas y mantenidas. Nada mas eficaz que hacerlas aparecer inmemoriales es como consiguen su legitimación, y para que exista una buena legitimación esta se consolidará en la creación de universos simbólicos, ya que estos justifican en bloque todo el sistema social.

Ahora bien la externalización y la internalización revelan muy bien lo que se puede llamar la dialéctica de la creación de la cultura, ya que el hombre crea la cultura, y la cultura crea al hombre. Ninguno de los dos es anterior al otro. Ambos constituyen un círculo, sin embargo aunque la cultura sea producto del hombre, los procesos de institucionalización y reificación la hacen aparecer como algo natural y absoluto, es decir como algo que no podía ser de otra manera.

Es momento de decir entonces, que somos dentro de una sociedad…

Todos ocupamos varias posiciones sociales, y su conjunto permite definir de cierta manera quienes somos además de decir que cada posición social supone todo un sistema de relaciones, por ejemplo mi posición como “estudiante” implica que debo situarme ante la orientación del centro entre, los profesores/as, compañeros/as, etc. Es de esta manera como las posiciones sociales están fuertemente institucionalizadas. Al menos las mas significativas, mediante la asignación de papeles o roles y son precisamente, las sanciones las que permiten establecer un grado de obligatoriedad de las expectativas de comportamientos. Además el hecho de que todo el mundo utilice varias posiciones sociales y por tanto, tenga que representar diversos roles lleva a numerosos conflictos.

En la sociedad actual, algunos roles están poco definidos o están en permanente evolución, El rol Mujer es un caso típico o el rol adolescente es bastante conflictivo ya que a ellos /ellas se les exige responsabilidad de un adulto, pero se los trata como a niños/as.

Otros muchos problemas pueden surgir cuando una persona cambia de posición y rol (con la edad, cambio de estado civil, cambio de trabajo), cuando lucha por la obtención de un status superior del que le corresponde, cuando se siente inseguro/ a o fracasado/a cuando un rol lo/ la absorbe excesivamente, etc.

Pero, creo que el problema mas serio que hay aquí es el siguiente: si los roles ya están predeterminados en la sociedad ¿cual es el margen de libertad que nos queda? , creo que podemos distanciarnos de lo roles y no tomarlos demasiado enserio, pero también cabe la posibilidad de que uno se encuentre atrapado y se sumerja en su rol y se pierda dentro de éste así mismo olvidándose de VIVIR…

Las experiencias comunes de una comunidad constituyen la cultura y esta, estructurada de tal manera que la totalidad de la cultura se encuentra distribuida entre los individuos según sus posiciones y roles sociales pero es con la personalidad del sujeto que se cierra el círculo de la cultura y la sociedad como creación humana, ya que a su vez permiten al individuo constituirse en persona, y alcanzar una personalidad social.

Pues bien, el proceso por el cual el individuo absorbe la cultura, se integra en la sociedad y conquista su propia personalidad, recibe el nombre de socialización, pero no debemos confundir aquí los procesos de socialización con el concepto de sociabilidad, ya que este designa la inclinación del ser humano a asociarse con otros /otras y que seria la base psicobiológica del hecho de que le hombre viva en sociedad.

La socialización supone entonces, la internalización o interiorización de los contenidos culturales de la sociedad en que se nace y vive. Por ello supone también la adaptación a la sociedad y a la cultura, y esta adaptación podríamos encontrarla en tres niveles, a nivel biológico y psicomotor, a nivel afectivo y a nivel de pensamiento. Cuando hablamos de del primer nivel, nos estamos refiriendo a las necesidades fisiológicas, los gustos, los gestos y las actitudes corporales las que están acomodadas a las pautas de la propia cultura , hasta nuestro propio cuerpo bajo este nivel , se ha socializado y no se adapta fácilmente a otros horarios y regímenes alimentarios. Pues a nivel afectivo, se considera que la expresión de nuestros sentimientos son reprimidos o negados mientras que otros se ven favorecidos y estimulados. Es así, como en esta sociedad

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