LA ENTREVISTA PSICOLOGICA
Enviado por JULIOBORRERO1949 • 8 de Agosto de 2014 • 4.388 Palabras (18 Páginas) • 225 Visitas
¿Por qué la gente cambia en terapia? Un estudio preliminar
María Xesús Froján Parga, Montserrat Montaño Fidalgo y Ana Calero Elvira
Universidad Autónoma de Madrid
El presente trabajo representa el inicio de una nueva forma de estudiar los procesos que potencialmente
explican el cambio terapéutico. La metodología de trabajo empleada es la observación y análisis de sesiones
terapéuticas grabadas directamente y desarrolladas dentro de un enfoque conductual de intervención.
El sistema de categorías elaborado busca la codificación de la conducta del psicólogo atendiendo
a su funcionalidad y no a su topografía. Con ello se pretende llevar a cabo un análisis funcional
de la interacción terapeuta-cliente que permita identificar los procesos de aprendizaje que operan en la
clínica y que subyacen al éxito en terapia. Los resultados y conclusiones del estudio, aunque provisionales,
dejan entrever las importantes implicaciones que el desarrollo de esta línea de trabajo puede tener
para la comprensión del fenómeno clínico y ponen de manifiesto la relevancia de los procesos de
aprendizaje asociativo en el cambio terapéutico.
nal de la interacción terapeuta-cliente, con el fin de identificar los
procesos de aprendizaje que se ponen en marcha en la clínica para
lograr el cambio conductual deseado en la persona que solicita
ayuda. En este sentido, coincidimos con la llamada Psicoterapia
Analítico Funcional en la idea de que gran parte de la conducta del
cliente es moldeada y mantenida por procesos de reforzamiento
que se dan continuamente en la clínica y que ocurren naturalmente
en sesión.
Como ellos, también nosotros consideramos que tanto
terapeuta como cliente, al margen del enfoque psicoterapéutico
que se esté manejando, moldean inevitablemente el comportamiento
del otro (Kohlenberg, Kanter, Bolling, Wexner, Parker y
Tsai, 2004). De esta perspectiva, la relación terapéutica se constituiría
en un contexto de interacción social capaz de evocar y modificar
la conducta del cliente en la propia situación clínica (Follete,
Naugle y Callaghan, 1996).
Obviamente, tratar de analizar los procesos de cambio implicados
en las intervenciones psicoterapéuticas de cualquier orientación
resulta, a pesar de ser un objetivo sumamente deseable, un
trabajo que, por su magnitud, excede a los propósitos de este estudio
preliminar. Así, hemos centrado nuestra investigación en el denominado
modelo cognitivo-conductual por varias razones. En
primer lugar, porque la mayoría de los clínicos se califican a sí
mismos como terapeutas cognitivo-conductuales (Elliot, Miltenberg,
Kaster-Bungaard y Lumey, 1996; Santolaya, Berdullas y
Fernández, 2002). En segundo lugar, porque este enfoque ha demostrado
empíricamente su eficacia en el tratamiento de un importante
número de trastornos (Del Pino, Gaos, Dorta y García,
2004; Orgilés, Méndez y Espada, 2005; Pérez-Álvarez et al.,
2003). Y en tercer lugar, porque sus propias características (altos
niveles de operativización y especificidad, énfasis en la evaluación
de los resultados, etc.) facilitan el estudio riguroso y sistemático
del proceso terapéutico.
En definitiva, nuestra propuesta pretende ser un paso más en el
avance hacia una psicología científica que guíe la práctica clínica,
hacia el retorno a la íntima conexión entre investigación y psicología
aplicada que se perdió en los años ochenta y que debe seguir
constituyendo la esencia de la psicología científica y experimental.
Esperamos que nuestra línea de trabajo no sólo ayude al afianzamiento
de una base teórica sólida necesaria para la evolución de
la psicología clínica (Vila, 1997), sino que además colabore en la
reducción de la distancia que separa investigación y práctica clínica,
uno de los retos actuales de esta disciplina (Gavino, 2004; Labrador,
Echeburúa y Becoña, 2000).
Método
Participantes
Se analizaron 23 sesiones clínicas de aproximadamente una hora
de duración correspondientes a cuatro procesos terapéuticos diferentes.
En todos los casos se contó con el consentimiento expreso
de los clientes para la grabación y observación de las sesiones,
respetándose así el Código Deontológico del Psicólogo (artículos
40 y 41) en lo que a la obtención y uso de información se refiere.
En los cuatro casos observados se trabajó con población adulta,
siendo los demandantes de ayuda psicológica un hombre, dos
mujeres y una pareja. Una de las intervenciones fue abandonada
voluntariamente por la cliente y, respecto a las restantes, una aún
continúa desarrollándose en la actualidad y las otras dos finalizaron
con un éxito sobresaliente. Todos los casos fueron tratados por
una misma terapeuta conductual con más de quince años de experiencia
profesional en la clínica privada.
Variables e instrumentos
Tras varias aproximaciones se elaboró un sistema de categorías
que permitiría analizar las grabaciones observadas. Dicho sistema,
aún sin validar, se basó en la descripción funcional del comportamiento
del terapeuta en interacción con el cliente, es decir, el análisis
funcional del proceso terapéutico se realizó considerando al
clínico como emisor del comportamiento a estudiar, comportamiento
éste cuyos efectos se podrían apreciar observando las reacciones
conductuales del cliente.
Éstas son las categorías consideradas, tal y como fueron definidas
en el estudio, se presentan en la tabla 1.
Procedimiento
En esta primera aproximación a la elaboración definitiva de un
sistema de categorías que permita el estudio del proceso terapéutico
se trabajó del siguiente modo.
Para la obtención de la muestra se contó con la colaboración de
una psicóloga clínica de reconocido prestigio cuyo ejercicio profesional
podía enmarcarse dentro del ámbito de la terapia de conducta.
Puesto que la clínica privada en la que trabajaba contaba
con las condiciones tecnológicas necesarias para grabar las sesiones
de terapia, el personal del centro se comprometió a facilitar a
las investigadoras las cintas con las grabaciones
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