La Adolescencia

En la dinámica de la escuela, el docente al desempeñar su rol le corresponde diseñar actividades que medien el tránsito del conocimiento al alumno, fortaleciendo sus competencias docentes e implementando estrategias que determinan la enseñanza, logrando así integrar ciudadanos con capacidades intelectuales, actitudes y normas sobresalientes, fomentando los valores dentro y fuera del aula y sobre todo seguir su camino real; continuar formándose como estudiantes comprometidos, que los alumnos aprendan a aprender en un ambiente donde se reconozcan y valoren su experiencia y conocimientos, para compartirlos con los demás.

El maestro por su parte, es coordinador del proceso enseñanza-aprendizaje, utiliza diversas estrategias metodológicas, para que los alumnos construyan sus aprendizajes en las diferentes áreas académicas. La función docente en líneas generales, se puede globalizar de la siguiente manera: orientador, promotor social, mediador, planificador, evaluador. En lo que concierne al alumno, a él le toca ir buscando un rol activo en la construcción de su propio proceso de aprendizaje, el mismo que deberá ser usado en el futuro, y para esto, se necesita motivación, tiempo y práctica ya que el aprendizaje se logra: investigando, explorando, comprobando, creando hipótesis, siendo curioso etcétera, por lo tanto es producto de aprender haciendo, cometiendo errores, reflexionando sobre las causas y rectificando hasta encontrar posibles soluciones.

Trabajar con adolescentes es la tarea más versátil que tiene el docente, pues al trabajar con ellos, se da cuenta que existen alumnos que se caracterizan por ser interactivos, espontáneos, inquietos, críticos, y hábiles en el uso de investigaciones que realizan; por consiguiente, su rol en el aula ya no es el de un simple espectador ni el de un simple motivador, sino al contrario deberá preocuparse para conseguir el propósito educativo que en los estándares curriculares se deben alcanzar.

Cuando se enfrenta con obstáculos o situaciones que tienen que ver con la debilidad o el bajo aprovechamiento escolar, podemos pensar que en el aula, prevalezcan jóvenes que trabajan y que van al mismo tiempo a la escuela, sus situaciones de vida son complejas y tienen serios problemas que pueden ir desde enfermedades hasta malos hábitos, esto dificulta su mal rendimiento y/o permanencia en la escuela, no hay un control familiar al estudiante ni un interés de su familia para que este rinda en su mejor nivel.

Como ya se sabe, la adolescencia es una etapa llena de cambios físicos, cognitivos, afectivos y emocionales los cuales se ven reflejados en la escuela secundaria, los jóvenes en esta etapa están abiertos a toda influencia que pueda alterar su estado de ánimo, su conducta y su forma de pensar, pero no todos son iguales, cada uno tiene su propio proceso y llega así a la secundaria, no se sabe si sufre algún tipo de agresión (familia o calle), y esto hace que el adolescente actúe de forma diferente a los demás.

En el proceso como docente en formación, existen muchas nociones de cómo es el trabajo en telesecundaria, de la metodología para trabajar en todas las asignaturas, el enfoque y dominio de los contenidos. Observando el proceso enseñanza-aprendizaje he distinguido las deficiencias y las capacidades que tienen los alumnos, en cuanto a su forma de hablar, trabajar, responder a las preguntas escolares, contestar ejercicios de evaluación, toma de decisiones, como se identifican con los demás compañeros, el trabajo colaborativo, y la vinculación con los docentes. Cabe destacar que en todos los contextos en los que he interactuado ha sido muy visible las distintas características

...