La Concepción Y Los Primeros Tres Meses Del Bebé

CONCEPCIÓN DEL BEBÉ

Los seres humanos nos desarrollamos a partir de la unión de dos células: el óvulo y el espermatozoide. Es increíble que el resultado de la unión de tan pequeñitas células sea un posible ser humano.

La fecundación es la fusión de células sexuales o gametos en el curso de la reproducción sexual, dando lugar a la célula cigoto donde se encuentran reunidos los cromosomas de los dos gametos. La fecundación humana es un proceso por medio del cual, un espermatozoide se une a un óvulo para iniciar el desarrollo de un nuevo ser.

El óvulo y el espermatozoide son los gametos, es decir células sexuales, femenino y masculino respectivamente. Los gametos se obtienen por meiosis, por lo que tienen un número en el humano de 23 cromosomas, para que así al juntarse se complementen y den como resultado un cigoto (46 en el ser humano). Los óvulos son células grandes, esféricas e inmóviles. Desde la pubertad, cada 28 días aproximadamente, madura un óvulo en uno de los ovarios y pasa a una de las trompas de Falopio. El espermatozoide es la célula reproductora sexual masculina o gameto masculino encargada de fecundar al óvulo, aportando la información genética complementaria a la de la célula femenina.

Se denomina cigoto (zigoto, huevo) a la célula resultante de la unión del gameto masculino con el femenino en la reproducción sexual de los organismos.

El proceso de embriogénesis comienza cuando se produce la fertilización, es decir cuando el espermatozoide (gameto masculino) atraviesa la membrana celular del ovocito secundario o gameto femenino, se fusionan sus núcleos y dan lugar al cigoto, la primera célula, con la dotación genética completa, a partir de la cual se desarrollará el embrión.

Inmediatamente después de la fecundación, el óvulo empieza a multiplicarse en forma acelerada. Primero se divide en dos células llamadas blastómeros, luego sigue el proceso de multiplicación de células llegando a alcanzar (64 células) la forma de un racimo de moras, por esto recibe el nombre de mórula. Días después se forma una cavidad en su interior y más tarde se anidará en la pared del útero, este proceso dura 8 días, y al cumplir 8 semanas se convierte en feto.

CARACTERÍSTICAS DEL BEBÉ EN LA VIDA INTRAUTERINA

Semana 1: El esperma y el óvulo se unen y forman una célula. Esta nueva célula se llama un cigoto. Desde el primer día, la nueva vida tiene 46 cromosomas, 23 de cada padre. Estos cromosomas contienen el complejo código genético de cada detalle del desarrollo del humano. Ya están presentes el sexo, color de cabello, color de ojos, altura y color de piel del niño y esperan desarrollarse.

Semana 2: A los siete días, el óvulo fertilizado desciende por las trompas de Falopio y llega hasta el útero, su refugio en los próximos nueve meses.

Se desarrolla lo que llamamos embrión, que tiene básicamente una cabeza, un tronco y una cola rizada. Las primeras semanas son muy importantes porque empieza a desarrollar los cimientos de lo que serán sus órganos, sus rasgos y su sistema nervioso. Aparecen dos pequeñas cavidades oculares y la formación de sus orejitas y sus ojos entran en una fase primaria. La placenta, que es el órgano que nutrirá al bebé en los próximos nueve meses, se empieza a formar.

Semana 3: El corazón del futuro bebé ya late.

El bebé obtendrá de la sangre los nutrientes y oxígeno, además puede eliminar los productos que no le son necesarios. Comienza a juntarse el líquido amniótico que lo protegerá durante las próximas semanas y meses.

Semana 4: El embrión tiene el tamaño aproximado de una semilla y crece un milímetro al día. Sus ojos empiezan a distinguirse como dos puntos negros. Empiezan a desarrollarse los bultitos que formarán más tarde sus brazos y piernas.

Semana 5: El embrión ya mide alrededor de seis milímetros de largo y es visible a simple vista. Pero a pesar de ser tan chiquito, tiene un cerebro que está creciendo. La espina dorsal, la cabeza y el tronco del bebé comienzan a tomar su verdadera forma. El tubo neural se cierra y aparecen los orificios nasales y las retinas de sus futuros ojos. Durante esta semana se comienzan a formar los órganos principales como el hígado, los riñones y los intestinos.

Se forma el tubo neural, que más adelante se convertirá en la columna vertebral, junto con los nervios y la médula espinal.

Semana 6: El corazón del embrión sigue creciendo y sus células siguen dividiéndose sin parar y se empieza a parecer más a un bebé, aunque sólo tiene el tamaño de una lenteja. Su cabeza es muy grande en comparación con el cuerpo y ya hay manchas oscuras donde luego tendrá la nariz y los ojos, y huecos donde luego se desarrollarán las orejas. Las piernas y brazos por ahora no sobresalen mucho, y sus dedos no se distinguen. Empezará a marcarse el cuello y la lengua y las cuerdas vocales ya están desarrollándose. La circulación de la sangre empieza a funcionar. En este período es cuando se diferencian los órganos genitales

Al finalizar la semana, medirá alrededor de 5-6 mm.

Semana 7: En esta semana el bebé mide entre uno y tres centímetros de largo y pesa menos de un gramo, aproximadamente. El embrión se convierte en feto.

Ya tiene párpados en los ojos, las orejas siguen creciendo, y está empezando a asomar su nariz. La piel es todavía muy fina y pareciera tener una pequeña colita, que en realidad es el último hueso de la columna vertebral.

Semana 8: El feto medirá entre 1,5 y 2 centímetros. Su cuerpo se está alargando, pueden reconocerse lo que serán brazos y piernas, los dedos de las manos ya están más moldeados, se le han formado las articulaciones de los codos y de las rodillas, y puede doblar sus extremidades, El esqueleto está formado por un cartílago suave todavía, no son huesos, es posible ver el esqueleto a través de su piel, que es translúcida. La colita que se le veía, está empezando a desaparecer. El corazón, los pulmones, el hígado y el páncreas se han formado casi por completo.

Semana 9: El bebé es del tamaño de una uva. Su corazón ya ha dividió en las 4 cavidades. En torno a sus órganos internos empiezan a tomar forma las costillas. Los brazos, piernas y dedos se ven mejor. Se empiezan a desarrollar más que nunca formándose las huellas digitales. El bebé ya puede hacer un puño, como también puede comenzar a chuparse el dedo. Los párpados del bebé se han formado pero están fusionados

Semana 10: Mide unos 4 cm y pesa unos 5,5 gramos. La cabeza está un poco más proporcionada con su cuerpo y cada día que pasa aparecen nuevos detalles como la separación de sus dedos, e incluso un poquito de vello. Todos sus órganos vitales ya se han formado y están empezando a funcionar en conjunto.

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