La Conducta Humana. Evaluación De La Conducta

La conducta humana. Evaluación de la conducta

Lic. Francis Krivoy de Taub

Al hablar de evaluación de la conducta se hace referencia a

diversos procedimientos tales como la observación, entrevista,

autoinformes, pruebas de inteligencia, pruebas de personalidad. Para

tomar decisiones, el evaluador recaba información de distintas fuentes

y hace recomendaciones acerca del individuo que está evaluando. La

selección de un procedimiento en particular va a depender de qué se

quiere evaluar, cómo se quiere evaluar, cuál es el objetivo de la

evaluación, las características del paciente y la postura teórica que

tenga el evaluador.

El procedimiento por excelencia de evaluación de la conducta lo

constituye la observación, con la cual se pretende muestrear las

respuestas de un sujeto ante ciertas situaciones.

Existen distintas formas de observación que se emplean según el

objetivo que se tenga (1):

• Observación natural. Permite medir diferentes dimensiones de

una respuesta, determinar variables externas que pueden ocasionar una conducta y consecuencias que la mantienen; ello se

realiza en el ambiente natural donde se desenvuelve el individuo

sin manipular variables ni realizar ningún tipo de intervención.

Se usan códigos de observación y se registra la frecuencia de

aparición de un patrón de conducta que ha sido seleccionado.

Bajo el enfoque cualitativo la observación es un sistema abierto

donde no se emplean protocolos de observación ni se preestablecen conductas a ser observadas, buscando más la

comprensión de la conducta que la explicación.

• Pruebas de situación. Se coloca al sujeto en diferentes circunstancias de vida real a las que debe responder y en ese contexto

se lleva a cabo la observación.

• Dramatización. En este caso la persona evaluada debe “actuar

como si” estuviera ante una situación particular, previamente

definida.

• Autoinforme. La persona hará un reporte acerca de datos

subjetivos sobre su conducta, emociones, ambiente, cognición o

autovigilancia.

• Métodos psicofisiológicos. Se emplean datos físicos como ritmo

cardíaco, presión arterial, tensión muscular o secreciones para

evaluar la presencia de una conducta en particular y su intensidad

(por ejemplo: ansiedad).

No siempre es posible hacer una observación directa de la

conducta de un individuo, ni tener observadores adiestrados para

llevarla a cabo, en esos casos la entrevista constituye una herramienta

fundamental.

La entrevista de evaluación es una relación que implica una

comunicación, es una interacción que tiene un objetivo definido, con

roles no recíprocos. Es importante verificar los datos obtenidos a

partir de ella, puesto que sobre la conducta operan muchos mecanismos

que pueden afectar la validez de los datos (motivación, motivo de

consulta, defensas, aspectos inconscientes, necesidad de aprobación,

rasgos de personalidad). Cuando alguien describe una experiencia

durante una entrevista la conducta es una respuesta que está influida

tanto por antecedentes personales como por la situación de entrevista.

Así, la entrevista es una forma de evaluación que está sujeta a

numerosas fuentes de error y deformación, pero que a su vez son datos

relevantes que permiten tener una compresión más completa de la

conducta de un individuo (qué dice y cómo lo dice).

Otra área de evaluación de la conducta es la evaluación cognitiva,

la cual se refiere al estudio de las funciones mentales superiores, área

en la que la neuropsicología hace aportes importantes y se refiere al

estudio de la relación entre el cerebro y la conducta.

La observación de la conducta permite hacer inferencias válidas

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