La Disciplina Escolar

La presente investigación está basada en la observación y la práctica docente que he tenido, la cual lleva por nombre “LA DISCIPLINA EN EL DESEMPEÑO ESCOLAR DE LOS NIÑOS DE TERCERO DE PRIMARIA”.

Una de las riquezas que la escuela ofrece, y que como sociedad más valoramos, es la disciplina. Los adultos sabemos que la disciplina es la capacidad de autodominio y fuerza de voluntad en función de lo que deseamos, de aquello que queremos evitar, o de lo que reconocemos como una necesidad. Así, podemos decir que actuamos disciplinadamente cuando hacemos lo que debemos hacer sin tomar en cuenta lo placentero o lo difícil que pueda resultar. Pero los niños y las niñas no lo entienden así, generalmente, asocian la disciplina a tareas que no tienen que hacer porque son difíciles, incómodas y, sobre todo, porque no tienen suficiente sentido para ellos.

Sin embargo, al observarlos en sus juegos y en lo que les gusta y entusiasma, todos podemos comprobar que los niños son capaces de gran dominio y fuerza de voluntad. Ellos no identifican esto como disciplina, pues al estar interesados en lo que hacen y al conocer la finalidad y las reglas del juego no lo sienten como un sacrificio, incluso en ocasiones la actividad les interesa y los motiva tanto que son capaces de enfrentar molestias e inconvenientes.

El problema de la disciplina surge cuando los niños no son capaces de hacer los esfuerzos necesarios, ya sea porque no alcanzan a reunir la energía necesaria para hacer el intento, o bien porque han perdido de vista o desconocen el sentido de los esfuerzos que deben realizar. Por lo tanto, asumamos como tarea esencial de padres y maestros forjar en los niños el entendimiento y la fuerza de voluntad para que perseveren en aquello que han decidido hacer, bien sea por gusto o por necesidad.

El esfuerzo y la disciplina son de mayor importancia, pues aún en el caso de que las niñas y niños estén convencidos del sentido y de la convivencia de estudiar, tendrán que enfrentar tareas difíciles, concentrarse durante lapsos más o menos prolongados, memorizar, aprender habilidades o conceptos complicados, realizar trabajos, solucionar problemas, elaborar tareas y resolver exámenes, todo lo cual se consigue con dedicación y disciplina.

Para que los alumnos mantengan una buena relación alumno-maestros, trabajar de manera responsable y respetar las reglas, “establecer un clima de trabajo en el grupo favorece actitudes de confianza, autoestima, disciplina, placer como estudio, así como el fortalecimiento de la autonomía personal de los educandos” SEP. “La disciplina en el aula”

Es bien sabido que la intervención educativa es un proceso de extraordinaria complejidad, en donde entra en juegos diversos factores para obtener un aprendizaje eficaz y satisfactorio por parte del alumnado, tales como el diseño de actividades motivantes para los alumnos y alumnas, y la creación de un ambiente propicio para la realización de las mismas, el contexto social y familiar de los niños

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