La Familia Como Escuela De Amor

LA FAMILIA ESCUELA DE AMOR, CONCIENCIA Y DESARROLLO HUMAN0 PLENO

Cuando hablamos de familia se nos viene a la cabeza la imagen ideal (un padre, una madre y unos hijos), enmarcados en una relación armoniosa de comprensión, de apoyo, confianza y aceptación, donde los padres se esfuerzan duramente para sacar adelante a sus hijos, pero podemos observar como en la actualidad esta imagen se ha distorsionado, como ha cambiado su relación, su interacción, presentando internamente violencia intrafamiliar, abandonos, divorcios, incomprensión y humillación.

Cabe resaltar que la familia es considera un sistema en la que todos son parte importante, que le aportan sus características individuales, donde el otro es diferente, y en la medida que se respeten esas diferencias, se facilitará la integración y el desarrollo de la relación en el sistema, porque de la conducta de unos, depende la conducta de otros y viceversa, donde todos forman parte del problema y parte de la solución dentro del sistema.

De esta situación que se está viviendo corresponde preguntarse ¿En qué medida se está convirtiendo la familia en un infierno de relaciones frustrantes, creadoras de problemas internos?

En la medida en que el desamor se ha convertido en ese elemento que destruye totalmente a la familia o a sus miembros, este es el gran causante del alejamiento, de la separación, volver al otro enemigo, sentir al otro como una persona indeseable de la cual me tengo que alejar; el desamor conlleva a la pérdida de la aceptación, del interés y de la atención, produce la incapacidad de escuchar, centrarse en los defectos o falla de la otra persona usando un lenguaje acusativo, recriminador, un lenguaje que desvaloriza y humilla. Cuando en la familia vive en un clima de enojo, agresividad, maltrato verbal y físico, se producen relaciones negativas y reacciones de rivalidad, hecho que nos daña a nosotros mismos y al otro. Por consiguiente en toda construcción de familia siempre estará involucrado el otro.

El amor es la base de toda relación y en la familia no es la excepción; podemos definir el amor como la capacidad de hacer feliz al otro, hacerle al tu que amamos la vida agradable, feliz y realizadora, evitar lo que lo daña, es mantener con ese tu una relación vincular estable, permanente y proyectada a un futuro venturoso, de igual forma un ideal de vida, convivencia amorosa y pacífica entre todos sus miembros; cuando se presentan puntos de divergencia lo recomendable es acudir al dialogo y puntos de conciliación; es necesario que la diferencia de ideas o temperamentos no se conviertan en confrontaciones personales, esto conlleva a caer en un sistema negativo de atacar a la persona y no al problema.

El conflicto debe ser afrontado de una manera racional, tratar de describir el disgusto con palabras serenas; tomar la decisión de superar las diferencias y elaborar un plan de vida hacia la función de mis metas y objetivos comunes, elaborar reglas y pautas de convivencia pacífica, amarse en familia es convertir el amor conyugal en paternal y maternal e inculcar en los hijos disciplina con amor.

La casa es solo el espacio físico de convivencia, es verdaderamente familia cuando sus miembros establecen vínculos que los hacen sentirse solidarios, ayudándose y sosteniéndose mutuamente entre el uno y el otro, lo que facilita el entendimiento y la comprensión; se debe crear un clima de confianza, de amor, dialogo y aceptación mutua, todas estas relaciones son las que le permitirán a la familia comunicarse y crear vínculos afectivos positivos.

Teniendo en cuenta lo antes mencionado nos preguntamos ¿Cómo aprender a comunicarnos en familia?

Damos respuesta a esta pregunta infiriendo que la familia es ante todo un centro de comunicación y comunicaciones, no se puede concebir ni pensar una familia si comunicación, sin dialogo de apertura; en las familias hay muchas cosas que cambiar, conciliar y perdonar, es necesario desarrollar un clima de interacción, intervención, comprensión y aceptación mutua entre todos los miembros de la familia, de esta forma se puede lograr un mayor grado de igualdad, felicidad, serenidad y lo más importante que es “comunicarnos”.

Aquí vale la pena señalar que la comunicación es el elemento fundamental en las relaciones humanas, este se construye paso a paso, pero cuando los miembros de la familia aprenden a comunicarse, se constituye una relación sólida y positiva, consiguiendo que todos sus miembros se sientan queridos, apreciados, comprendidos y sobre todo, tenidos en cuenta.

Desde luego para aprender a comunicarse es necesario tener en cuenta las diferencias interpersonales del otro, adecuar la forma de comunicación de acuerdo a la persona, la edad y la circunstancia, y aprovechar la comunicación como para trasmitir los valores, los principios y así entrar en contacto con los demás miembros.

Cuando la comunicación se enfoca de manera destructiva, se produce distanciamiento, separación y ruptura del familia, pero cuando se enfoca de manera constructiva, se convierte en un medio poderoso para lograr el desarrollo de las relaciones positivas , facilitando la comprensión, la aceptación y el apoyo mutuo, del mismo modo se convierte en un mecanismo para prevenir o desactivar cualquier conflicto.

Podemos nombrar como principio básico que “cada individuo es su propio gestor” es decir que tiene el poder creativo de elegir aquello que lo capacita para comportarse de forma positiva, cuenta con el potencial suficiente para liberarse del pasado y de sus experiencias negativas, es por esto que la conducta es una herencia genética o cultural.

Este principio implica las relaciones interpersonales, incluyendo la idea que todos tenemos el poder creativo de cambiarnos a nosotros mismos.

Dando secuencia hablamos de otro principio “toda conducta consciente o semiconsciente tiene siempre un propósito”, es decir que todos nosotros nos comportamos con el deseo de lograr ciertos objetivos y metas; los primeros llenan las necesidades biológicas, la seguridad y los segundos llenan las necesidades que nos

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