MANEJO TÉCNICO DE ACTITUDES RESISTENCIALES

• La oposición más obvia en la entrevista es la de quien acude a ella por la presión de alguna otra persona.

• Con los niños el modo de intervención en la entrevista es mediante la técnica del juego para superar la resistencia.

• Es conveniente tener una entrevista previa con los progenitores con la finalidad de recabar datos del paciente y el conflicto presente.

• Hay adultos que presentan una resistencia similar a la entrevista que conocen, y que constituir el primer paso para un tratamiento, que en el fondo temen porque no desean enfrentarse con ciertos aspectos de su conducta y carácter.

• Donde el consultante niega en un principio su patología o participación en la problemática conyugal la entrevista se inicia por la exploración de las características de la pareja para llegar a conocer las perturbaciones afectivas y conductuales del entrevistado.

• El enfermo psicosomático carece de la conciencia del sufrimiento psíquico, necesaria para permitir una primera aproximación fluida y fácil, en términos de entrevista psicodinámica.

• Durante su relato tendremos el cuidado de llamar su atención y despertar su curiosidad con respecto a los indicios de afectos ausentes o distorsionados, presentes en él, con la finalidad de interesarlo en la exploración de sus conflictos.

• Con algunos entrevistados es suficiente una sola demanda de aclaración para que posteriormente, aporten la explicación buscada, con solo pedirles que hablen más de lo que sienten, piensan, o sucede cuando se enojan, deprimen o se sienten devaluados, sometidos, manipulados, etc.

• Muchas veces bastan con una mirada interrogante para que nos aporten el material necesario.

• Con los pacientes obsesivos es necesaria la reiteración frecuente de aclaración de datos y pedir descripciones en substitución de adjetivos y generalizaciones para categorizar situaciones y ordenar su mundo de manera de sentirse a salvo de las sorpresas que perturban su equilibrio psíquico.

• La entrevista tiene como meta explorar contemplando lo que sucede cuando el paciente se enfrenta a situaciones que frustran su necesidad de protección neurótica.

• Las interrupciones requieren tacto y no deben ser muy bien frecuentes para evitar que el paciente se sienta rechazado por un impaciente entrevistador al cual temerá estar aburriendo.

• Algunos pacientes obsesivos u oposicionistas tienden a expresar sus comunicaciones en forma negativa.

• El silencio es una de las más frecuentes y evidentes formas de resistencia. El entrevistador deberá ser capaz de tolerar el silencio aún más largo que los de sus pacientes y no romperlos por ansiedad sino porque es técnicamente pertinente.

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