Mal Procesamiento De Un Duelo
Enviado por clari_1418 • 10 de Octubre de 2013 • 2.282 Palabras (10 Páginas) • 272 Visitas
Introducción:
En esta investigación se analizaran los factores limitantes que hacen que se dé un: “Mal procesamiento de un duelo”
La mayoría de las personas han experimentado o mínimo conocido a alguien que haya pasado por un duelo, es algo que se escucha y se ve tan normal como la vida misma y no es de esperarse ya que al menos en nuestro país la tasa de mortalidad del año 2010 fue de 590 mil 693 defunciones según estadísticas del INEGI. Pero independiente de la tasa de mortalidad, la muerte se ve tan común que la mayoría de las personas no se pregunta si su perdida es normal o si llevaron un proceso que realmente les ayudara a superar esa perdida, su experiencia y entorno les ha enseñado lo básico ante un duelo: llorar si sienten tristeza, refugiarse en la familia, creencia religiosa, distraerse en actividades productivas, tener permiso de decaer en un periodo de hasta un año…pero ¿Realmente todos conocemos o tenemos la idea de la gran importancia que tiene llevar un duelo normal?, ¿estaremos llevando un duelo normal?, y si esta no es la mejor manera para llevar un duelo…¿Cuáles son las mejores técnicas para llevar un duelo normal? Preguntas tan sencillas pero que no todos conocemos la respuesta.
Cada enfermedad, cada pérdida física o funcional representa un duelo más o menos grave y duradero.
La pérdida de una persona cercana implica un sufrimiento profundo que puede tener efectos importantes en el estado de salud de las personas. En la atención primaria a menudo nos encontramos con expresiones o confesiones directas de duelos o pérdidas, o con los síntomas a veces somatizados, inadecuados o insuficientemente elaborados.
El duelo se presenta con bastante frecuencia y de ahí su importancia para su buen diagnóstico y manejo.
Por medio de cincuenta encuestas aplicadas en un rango de edad de: 18 a 26 años aplicadas a 25 hombres y 25 mujeres analizaremos los datos de esta investigación.
Justificación
Se calcula que aproximadamente un 16% de las personas que han padecido la pérdida de un ser querido presentaron un cuadro de depresión durante un año o más después del fallecimiento.
Aunque las formas de respuesta emocional a la muerte, son diferentes según el marco cultural, en los países desarrollados, han surgido nuevas situaciones relevantes como son, las reacciones de aflicción por la muerte de un neonato, las reacciones por el fallecimiento de jóvenes por accidentes de tráfico, los enfermos de SIDA, o patologías como la enfermedad de Alzheimer, que han requerido cuidados prolongados, etc., provocando una progresiva “medicalización” como soporte de la respuesta de adaptación a la pérdida sufrida, ante la crisis de otros dispositivos tradicionales de tipo religioso y cultural en la sociedad occidental. Es igualmente relevante señalar, las complicaciones potenciales que una reacción de duelo anormal, puede provocar, destacando entre ellas el abuso de fármacos, alcohol y drogas, el aislamiento social, la aparición de patologías ansioso depresivas e incluso el incremento de la mortalidad y suicidio, más común entre viudos y ancianos afligidos.
Es de gran importancia social que sepamos cómo manejar todo tipo de duelo ya que uno nunca sabe cuándo perderá a un ser querido y de qué manera reaccionara ante tal perdida, por esta razón entre muchas más, me dispuse a hacer esta investigación sobre el: “Mal procesamiento de un duelo” desde el enfoque Psicoanalítico.
Marco Teórico
Duelo es un término que, en nuestra cultura, se refiere al conjunto de procesos psicológicos y psicosociales que siguen a la pérdida de una persona con la que el sujeto en duelo estaba psicosocialmente vinculado. Habitualmente se considera como modelo para los procesos de duelo los que acompañan y siguen a la pérdida de una persona amada. (Psiquiatría en Atención primaria 1999).
Autores han realizado aportes relevantes para el conocimiento de las reacciones de duelo, entre ellos:
El concepto psicoanalítico, postulado por Freud (1912), en que el duelo hace referencia a la “pérdida del objeto amado”, incluyéndose como pérdidas objetales, tanto la muerte de un ser querido como la ruptura sentimental o la pérdida de empleo, estableciendo la diferencia entre aflicción y melancolía, en que el afligido cumple el “duelo”, al negociar con la realidad, admitir la irreversible desaparición del objeto amado y liberar el deseo para buscar nuevos objetos de amor. El melancólico rechaza la idea de la pérdida, se identifica con el objeto y retira su deseo del mundo.
Bourgeois (1996) concibe el duelo como “la pérdida de un familiar y/o un ser querido con sus consecuencias psicoafectivas, sus manifestaciones exteriores y rituales y el proceso psicológico evolutivo consecutivo a la pérdida”, que denomina trabajo o elaboración del duelo.
Melanie Klein (1935 ) refiere que el proceso de duelo también es aplicable a los procesos psicológicos y psicosociales que se ponen en marcha ante la pérdida, frustración proveniente de seres animados o entes inanimados o abstractos como la pérdida de un ser querido, ante un fracaso personal, ante la necesidad de separarse de un lugar de trabajo, de una parte corporal, o sea, ante la “Pérdida Afectiva”.
En síntesis, entenderemos como “duelo y proceso de duelo” al conjunto de emociones, representaciones mentales y conductas vinculadas con la perdida afectiva, la frustración o el dolor.
Y en “elaboración de duelo” a la serie de procesos psicológicos que comienzan con la pérdida y terminan con la aceptación de la nueva realidad interna y externa del sujeto.
En general se prefiere hablar de funeral y del luto para referirse a los aspectos y manifestaciones socioculturales y socio-religiosas de los procesos psicológicos del duelo y reservar el término duelo y procesos de duelo para los componentes psicológicos, psicosociales y asistenciales del fenómeno.
Avery y Weisman califican el fallecimiento como:
1.“Socialmente normal” cuando se trata de un adulto o anciano, y los familiares han tenido una preparación suficiente para asumir el desenlace - más de dos semanas para percatarse de la gravedad y más de tres días para esperar la muerte inminente-.
2.“Intempestivo” aquel que es prematuro - niño, adolescente o joven -, inesperado - con preparación corta - o bien calamitoso - por homicidio, suicidio o accidente inesperado-. La característica de la muerte puede modular la evolución del duelo, en especial las recién nombradas.
Hipótesis
“Si no se lleva un
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