Modelo Ecoevaluativo De La Evaluación Psicologíca
Enviado por linamoloko • 6 de Marzo de 2014 • 3.899 Palabras (16 Páginas) • 3.590 Visitas
MODELO ECOEVALUATIVO
La Evaluación Psicológica puede definirse como el estudio, análisis y valoración de las características de un sujeto, de sus formas de acción, reacción e interacción con los demás y con la realidad, y de sus procesos de cambio (Forns Santacana, 1993). Todo ello se analiza dentro de un sistema configurado por sujetos (concebidos como seres bio-psico-sociales), sometidos a unos procesos (internos y externos) que afectan y determinan funcionalmente las formas de contacto del sujeto con la realidad (y viceversa) y cuyos efectos se expresan en manifestaciones conductuales: motoras, fisiológicas, cognitivas y emocionales. Todas las variables influyentes están sometidas a mecanismos de covariación o de interrelación recíproca.
La exposición del individuo al ambiente puede basarse en la experiencia directa o puede operacionalizarse a través de recursos de simulación. Los procedimientos de evaluación deben considerar las pautas de interacción hombre-medio en toda su complejidad y riqueza; y el evaluador debe ser consciente de los posicionamientos ideológicos que dichas estrategias implican. Es que es necesario poner en relación, de acuerdo con las exigencias del entorno o las posibilidades de intervención del problema, los procesos y estrategias de evaluación y los procesos de toma de decisiones.
Ya que es preciso elaborar programas destinados a la educación para la participación y planificación, vemos en la evaluación orientada eco-psicológicamente un camino que se preocupa por los problemas concretos y actuales a resolver, desde una perspectiva integral y progresista.
En el ámbito aplicado de la evaluación psicológica, el análisis de la conducta entendida como producto o resultado debe realizarse en paralelo al análisis de los procesos, en la medida que nos aportan versiones complementarias de un mismo hecho. Asimismo, se está dando especial importancia a la complejidad del actuar humano y al análisis de la globalidad de la conducta y de su interacción con la realidad. El objeto de evaluación es complejo y la medida de tal fenómeno es una operación ardua, lo fundamental es poder determinar en qué nivel se realiza el análisis pues ello afecta tanto a la elección de elementos del análisis como a su interpretación.
La evaluación psicológica ha vivenciando una evolución de tipo centrífugo e integrativa, desde el interior del sujeto hacia el análisis de sus contextos. Esta evolución ha sido expansiva a partir del sujeto, (Forns y Santacana, 1993), y ha incorporado el triple análisis de la realidad:
Como externa al sujeto: Análisis de las circunstancias externas como entidades que por su relación funcional con el individuo creaban cambios o mantenían la conducta de un sujeto.
Como interactiva y constructiva con el individuo: proceso de mutua determinación en la interacción sujeto y objeto.
Como sustantiva en sí misma: análisis de contextos y análisis de la incidencia de las acciones psicosociales ejercidas sobre la conducta de los sujetos.
Hemos arribado a una evaluación ecológica, multicontextual y que se focaliza en plurivariables personales, enfocada desde una perspectiva interaccional, ya que cuando se reconoce la influencia conjunta de una pluralidad de fenómenos para lograr la descripción y explicación de la conducta, no se puede renunciar a buscar las modulaciones de unas variables sobre otras y las pistas causales, entre variables. No se puede olvidar el sistema en el que toman significación funcional las relaciones que explican la conducta, a menos que se destruya el objeto de observación (Reuchlin, 1988).
Una evaluación psicológica que pretenda tener en cuenta los contextos de inserción de los sujetos conlleva una evaluación interaccional de plurivariables, que debe ser realizada bajo una perspectiva contextualizada o ecológica.
El análisis ecopsicológico, se caracteriza por ser (Forns, 1993):
Plurivariable: se analizan las características de un sujeto, considerándolo en sí mismo como un contexto con la multiplicidad de variables de distinta naturaleza: es el contexto interpersonal.
Ecológico: se analiza la conducta del sujeto en el propio contexto en que se produce.
Interaccional: se analizan las relaciones de interdependencia entre las variables, en busca de las líneas de causalidad de la conducta.
Multicontextual: se analizan variables macrocontextuales físicas, afectivas-emocionales, creencias y valores, etc.; las exigencias contextuales y la variabilidad situacional y temporal entre tales contextos.
A nivel de la tecnología propia de este área, se ha hecho necesario la construcción o adaptación de una serie de técnicas que permitan el análisis de las variables ambientales relevantes ( Craik, 1973; Stokols, 1978; Pelechano 1981) y de las transacciones hombre-medio (Kahle, 1979). A nivel del objeto de la evaluación psicológica, se ha pasado de la simple descripción, clasificación, predicción y explicación de la conducta de sujetos a evaluar dimensiones ambientales que permitan la evaluación de las relaciones hombre-medio y la evaluación de contextos, ambientes o situaciones específicos. Sin embargo, no han sido éstos los únicos cambios, el psicólogo evaluador ha incorporado a su rol el de valorador de intervenciones. Cronbach (1982) ha enfatizado la importancia del contexto (ámbito geográfico, histórico y social) en la valoración de las intervenciones.
Siguiendo a R. Moos (1976) nuestro objetivo último es analizar ese grupo especificado de sujetos habitantes de nuestro concreto ambiente, objeto de estudio, nos interesa conocer su ajuste, su adaptación, su influencia, la forma en que se manejan y la forma en que su conducta es controlada por su entorno.
Es importante considerar los antecedentes que aparte de la psicología han llevado al creciente interés en el estudio de las relaciones Conducta – Ambiente:
1) el establecimiento de la influencia de variables espacio-temporales en los eventos históricos;
2) la conformación de la ecología humana como disciplina científica que ha ampliado el objeto de estudio de la ecología biológica;
3) la aceptación, basada en datos empíricos, de la influencia de los factores ambientales en la salud de las personas;
4) la preocupación, desde la sociología e, incluso, la política de las influencias mutuas entre la organización social y el ambiente físico; y
5) la penosa y peligrosa realidad del deterioro que el hombre está produciendo en el medio ambiente.
La necesidad de tener en cuenta la inserción del sujeto en el contexto tiene tres distinciones según R.
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