Orientacion vocacional la estrategia clinica
Enviado por neimalu • 5 de Agosto de 2015 • Síntesis • 2.014 Palabras (9 Páginas) • 322 Visitas
ORIENTACIÓN VOCACIONAL. M.MULLER.
LA IDENTIDAD DE LOS ORIENTADORES.
En el trabajo orientador movilizamos toda nuestra personalidad y ponemos en juego esa identidad que se replantea a la vez en cada orientado. La identidad: qué imágenes tengo sobre mí, quién digo que soy, cómo me percibo, en términos personales y ocupacionales. De ahí la trascendencia, sí trabajamos con nuestra personalidad como instrumento, de reflexionar con otros sobre estas imágenes de uno mismo y sus repercusiones en la tara, pues no podemos prescindir de ellas sin desconocer que nuestra persona está presente y actuante en el trabajo clínico.
Nuestra identidad profesional se construye laboriosamente en un proceso continuo, permanente. Operamos clínicamente, es decir, realizamos una síntesis en nuestra personalidad de la actitud perceptivo- receptiva: procesamos esa información pensando, reflexionando de acuerdo con macos referenciales teóricos que nos posibilitan organizar e interpretar los datos y operamos, o sea, intervenimos estableciendo el encuadre del trabajo, señalado e interpretando. Esta participación clínica emerge de un conjunto de elementos interrelacionado, que configuran un estilo personal de cada orientador (síntesis de su historia, sus disposiciones psíquicas, su forma de aprender, sus conflictos, su ideología de trabajo, su formación académica, etc.). La OV no es una colección de técnicas, sino un proceso de aprendizaje en el cual, orientado y orientadores, aprendemos y colaboramos de nuestro rol en la elaboración de proyectos creativos. Las escenas fantaseadas por parte de los orientadores, en su vínculo con los orientados suele referirse a: un maestro con su/s discípulo/s, un terapeuta con su paciente, etc.
EL SUJETO DE LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL.
La OV se realiza en sujeto, en sujetos que transitan la pubertad y la adolescencia. Los adolescentes deben llevar a cabo algunas tareas específicas como: aclarar y tomar su propio papel, autodefiniéndose y reconociéndose sexual y socialmente, deben independizarse de los padres, construir personalmente una ideología de la realidad y poder trabajar en grupos en forma cooperativa. Puede considerarse a la adolescencia, como dice Erickson, un proceso de aprendizaje en que los cambios significan duelos: por el cuerpo de niño, por la pérdida del rol y la identidad del niño, es la pérdida de la relación infantil con los padres. El orientador ha de considerar pubertad y adolescencia como momentos evolutivos de grandes fluctuaciones, crisis y transformaciones. La participación orientadora acompaña al sujeto para ayudarle a resolver su problemática de identidad vocacional ocupacional.
El paso a la adultez. La adolescencia finaliza cuando los adultos comienzan a tratar consistentemente a los adolescentes como adultos. Freud señalaba dos caracteres básicos que englobarían la salud psicológica del adulto: ser capaz de “amar” y “trabajar”. El adulto psicológicamente sano está dispuesto a reconsiderar y modificar, por la experiencia y por el conocimiento sus opiniones, actitudes, creencias y conductas.
DESCUBRIR EL CAMINO. M. MULLER.
LUGAR DE LOS RECURSOS AUXILIARES EN LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL.
En la modalidad clínica operativa consideramos central el encuentro entre consultantes y orientador, el cual se realiza en el marco de entrevistas operativas, focalizadas en el objetivo de elaborar un proyecto vocacional- ocupacional y descubrir los obstáculos para ello. Es importante que los orientadores estemos atentos a los indicadores emergentes en cada consulta, para seleccionar qué recursos serán operativos en los distintos casos. Para la implementación clínica operativa es fundamental la formación de los orientadores. Sus intervenciones delimitan el encuadre a partir de la escucha del motivo de consulta y de las expectativas de quienes concurren a orientarse, para realizar las distintas etapas del proceso de OV. Los orientadores participan co-laborando en el esclarecimiento y elaboración de la problemática planteada. Por ello, las técnicas y recursos auxiliares son herramientas que aportan más información en tanto la formación clínica de cada orientador pueda aplicarlas e interpretarlas inteligentemente.
Las técnicas incluidas son: psicodramática, de ensueño dirigido, gestálticas (expresivas y lúdicas), multimediales (cine, video, audiovisuales) e informáticas.
- TÉCNICAS PSICODRAMÁTICAS:
Tienen una fundamentación psicoanalítica, aunque incorporan en forma específica el valor de la acción dramática como medio de expresar problemáticas psíquicas y relacionales. La acción dramática es una teatralización de situaciones que implica a los protagonistas desde lo corporal, gestos y actitudes. Estas técnicas son indicadas para trabajar con niños, púberes y adolescentes, con quienes puede ser difícil utilizar sólo el lenguaje verbal para conocer su interioridad. En cambio, pueden exteriorizar sus procesos psíquicos con mayor participación corporal.
Tipos de propuestas psicodramáticas: Dramatización simple de escenas cotidianas o del pasado, escenas imaginarias del futuro, no referidas al futuro, deseadas o temidas ya vividas o no vividas, intercambio de roles en distintos momentos de una misma escena, etc.
Temas psicodramáticos para O.V: Escenas de la vida cotidiana (del tiempo presente), escenas del futuro, escenas temidas, escenas del pasado, role-playings (representar) y dramatizar el síntoma.
- ENSUEÑO DIRIGIDO:
Fue desarrollado por Robert Desoille. Constituye un instrumento en la O.V, suponiendo una buena formación clínica psicológica o psicopedagógica de los orientadores. Son propuestas dirigidas a promover la ensoñación del sujeto, por lo cual se puede conectar con aspectos profundos de su psiquismo, mediante imágenes simbólico dramáticas visualizadas, que aparecen y se desarrollan en forma espontánea en la medida en que se permite fluir como sucede en los sueños. No existe una interpretación estándar del contenido y del estilo de cada ensoñante, sino que es preciso rastrear asociativamente.
Temas para el ensueño dirigido: Descenso por una escalera y exploración de lo que encuentra (representa “entrar en sí mismo para conocerse íntimamente”), ascenso a una montaña desconocida (metas personales y explicitación de los ideales), el camino que se recorre (metas y obstáculos en la vida), encuentro y combate con un monstruo (elaboración de conflictos, temores y recursos para afrontarlos), etc.
- TÉCNICAS GUESTÁLTICAS:
Acentúan la importancia de lo vivencial corporal y del contacto con las sensaciones, percepción y emociones en el momento presente, Su finalidad es detectar bloqueos y tender a una expresión creativa de sí mismo. Según esta corriente el terapeuta no interpreta ni prejuzga, sino que ayuda al autoconocimiento y a la integración personal. Las preguntas de esta escuela sería: qué haces, sientes, quieres, esperas y evitas.
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