PEDAGOGÍA INSTITUCIONAL (SINTESIS 3ª UNIDAD
Enviado por lusalazar • 18 de Noviembre de 2012 • 12.768 Palabras (52 Páginas) • 1.042 Visitas
SINTESIS DE LA TERCERA Y CUARTA UNIDAD; OPINION Y PÁCTICA DE LA TEMÁTICA DESARROLLADA DURANTE LA ASIGNATURA.
TERCERA UNIDAD
LA PEDAGOGÍA INSTITUCIONAL
La pedagogía institucional es un conjunto de técnicas, de organizaciones, de métodos de trabajo y de instituciones internas nacidas de la práctica de clases activas, que coloca a niños y adultos en instituciones nuevas y variadas que requieren de cada uno entrega personal, iniciativa y continuidad.
La Pedagogía Institucional puede definirse: desde un punto de vista estático, como la suma de los medios empleados para asegurar las actividades y los intercambios de toda suerte, en clase y fuera de ésta; y desde un punto de vista dinámico, como una corriente de transformación del trabajo dentro de la escuela.
La institución se define como una estructura elaborada por la colectividad, que atiende a mantener su existencia asegurando el funcionamiento del algún intercambio, del carácter que sea.
Todas las modificaciones que se aportan a las técnicas pedagógicas tienden a hacer aparecer una justa reciprocidad en los múltiples intercambios que tienen lugar en el interior mismo de la clase. Existe por lo demás, un medio para facilitar el establecimiento de relaciones recíprocas consideradas equitativas: es la institución de sistemas de mediación en los cuales las personas ya no se encuentran simplemente cara a cara, sino que hablen de algo que existe y actúen sobre algo que existe fuera de ellos y de lo que son responsables.
Para que un intercambio funcione, ha de poseerse aquello que se entiende por presión alienante, aquello que para otras formas de comercio Mauss estudia bajo el termino de obligaciones: obligaciones de volver y, en una palabra, aquello que obliga a que el intercambio se realice y establezca el trato, cuando no existe contrato alguno tal como conocemos.
En clase, esta noción de obligación implícita opera con frecuencia. Cuando se trata de corresponder o de hacer un periódico, los niños y el maestro no tiene necesidad De coacción exterior alguna, porque el solo hecho de haber recibido implica la necesidad de responder.
Tal vez sea ésta la característica de la Pedagogía Institucional: la de tender a reemplazar la acción permanente y la intervención del maestro por un sistema de actividades, de mediaciones diversas, de instituciones, que aseguren de modo continuo la obligación y la reciprocidad de los intercambios, en el grupo y fuera de él. Indudablemente que la dirección de esta investigación difiere de aquella de la pedagogía clásica.
CLASE NO DIRECTIVA
Nuestra pedagogía está fundada en esta verdad de base: La superioridad del aprendizaje sobre la enseñanza. El maestro es en su clase el agente principal de un cierto número de informaciones. Sabe cosas que los alumnos no saben y recibe de hecho un status de experto. Podrá aportar al alumno su saber bajo forma de exposiciones magistrales más didácticas… pero al tener la admiración de un saber en la clase transformadora en auditorio, interviene un nuevo factor: el hecho capital de una pregunta que devuelva la iniciativa al grupo así como el control.
Con frecuencia pasamos rápidamente sobre la falsa oposición entre no- directivo y didáctico: ser no-directivo no quiere decir “no hacer nada”. Hemos visto anteriormente lo simple que sería delimitar el problema a esta cuestión. La actitud no-directiva excluye una cierta forma de didactismo, la primera conversación del maestro pasa por “las vías del silencio” y la tentación de “hablar sobre” es siempre amenazante. Al comparar no-directividad y no- didactismo es el rol de alguna forma expectativo del profesor, pero cuando la cuestión se formula en condiciones sanas que no conducen a la alienación del grupo, hemos demostrado como una actitud verdadera no- directiva conduce al profesor a proporcionar, de la mejor forma, la información de las cuales, en el grupo, es el principal experto.
El profesor dispone de muchos medios para poner su saber a disposición del grupo que solicita. En el régimen no- directivo, donde la confección de los programas y la elección de los temas dependen en gran parte de la decisión de los alumnos, el profesor se verá obligado a multiplicar este tipo de intervención. Desde el momento en que sea respetada la iniciativa del grupo y se eluciden las emociones las motivaciones reales de la demanda, el profesor no-directivo, no tiene ninguna razón para negarse a la petición de los alumnos. Dará pues, su curso. La única condición es que no pierda de vista que el curso no es nunca un fin en sí y mucho menos un ídolo al que hay que sacrificar todo, sino sólo un instrumento de trabajo común, entre otros muchos posibles.
LA AUTOGESTION
La autogestión pedagógica es un sistema de educación en el cual el maestro renuncia a transmitir mensajes y define, en consecuencia, su intervención educativa a partir del médium de la formación y deja que los alumnos decidan los métodos y los programas de su aprendizaje.
En la primera tendencia de la autogestión pedagógica, los educadores proponen al grupo de los educandos determinados modelos institucionales de funcionamiento en autogestión. (Se trata de una tendencia autoritaria)
Una segunda tendencia, bastante cercana a la primera, corresponde a las concepciones estadounidenses del self-goverment, con el “plan Dalton” y los diferentes intentos de autoformación. La obra fundamental de Freinet es, la que mejor define esta orientación. El aporte esencial de Freinet consiste en la invención de nuevos medios educativos: el texto libre, el diario, la correspondencia. Pero también debe incluirse el consejo de cooperativa, que algunos alumnos disidentes transformaron en consejo de clase y de autogestión (esta segunda orientación se ubica entre la tendencia autoritaria y la tendencia libertaria).
La tercera orientación de la autogestión pedagógica es la orientación libertaria. Es una tendencia “no instituyente”, en el cual los educadores se abstienen de proponer cualquier tipo de modelo institucional y dejan que el grupo de los educandos encuentre e instale las contra instituciones, que nosotros habíamos llamado instituciones internas.
La práctica que alguno de nosotros hemos elaborado progresivamente, enfrentando distintas experiencias, varía, como es natural, en función de los individuos y del trabajo que deben realizar.
1) Una clase en la cual se instituye la autogestión, no puede quedar librada a sí misma bruscamente y sin precauciones. Es necesario, recordar a la clase las exigencias de la institución externa, el pedagogo
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